Hasta el mismísimo Javier Lambán asegura que “el autogobierno le ha sentado a Aragón de maravilla”. Cierto. El autogobierno es el fertilizante -natural- del desarrollo económico y social de nuestro país. Ahora imaginen si tuviéramos un Estatuto de primera división para competir, al menos, en igualdad de oportunidades.
