Esta crecida del Ebro no es histórica, como se nos ha querido hacer ver desde el sensacionalismo. Pasará a la historia como una crecida más, parecida a las anteriores y a las que seguirán viniendo. Las crecidas son imprescindibles para que el río siga siendo río y el mar siga siendo mar.
Tras una noche de nervios, las y los habitantes de las poblaciones de la Ribera Baja de El Burgo, Quinto, Pina y Villafranca de Ebro se encontraban más aliviadas durante el transcurso de la mañana de este miércoles, viendo como la punta máxima de la crecida aguas debajo de Zaragoza no comprometía la seguridad de los cascos urbanos.
En la capital aragonesa, la punta de la crecida pasa con un caudal menor de lo previsto. Las zonas más afectadas han sido el barrio de L'Almozara, la margen izquierda y los barrios rurales de Alfocea y Monzalbarba.
El seguimiento mediático se basa casi exclusivamente en la espectacularización del suceso, en las imágenes impactantes y en los testimonios reducidos a las víctimas y a los políticos
La punta de la avenida está atravesando los núcleos de Pradilla y Boquiñeni sin afecciones en los cascos urbanos. El presidente Javier Lambán dice que ha sido una “noche larga, con todos los operativos activados” en un alto grado de coordinación.
Está previsto que llegue a la capital en la tarde, o noche, de este martes, 14 de diciembre, y que dure 48 horas. Según el Ayuntamiento de Zaragoza, "hasta ahora, no se han registrado incidencias de gravedad en el ámbito urbano ni en los barrios rurales". La riada ha dejado la Ribera Alta sin inundar cascos urbanos, aunque hay varias carreteras cortadas. La DGA estima que 20.000 hectáreas quedarán anegadas.
La punta de la crecida del Ebro llega este domingo por la noche a Aragón. Las localidades ribereñas se preparan ante una riada que podría ser superior a la de 2015 y que tiene en alerta a varios pueblos. Novillas, donde 55 personas han sido evacuadas, ha sido la primera en sentir la crecida anegando amplias zonas de cultivo. Las residencias de mayores de Monzalbarba, Cabañas, Pradilla y Boquiñeni han sido desalojadas. La cresta de la crecida, minorada, alcanzará Zaragoza capital la tarde noche del martes.
El 112 Aragón ha alertado a todos las alcaldías, presidencias comarcales y cuerpos operativos ubicados en la cuenca del río Ebro para que extremen las precauciones. Además, la DGA lanza algunas recomendaciones.