Habitualmente se dice que la primera víctima de la guerra es la verdad. Lo que ocurre es que esta frase tan bienqueda se suele repetir en tiempos de paz. Cuando se desatan las hostilidades es habitual que medios y ciudadanía compren la narrativa y argumentos de uno de los bandos, casi siempre de forma acrítica, dejando al aforismo en cuestión en el baúl de los olvidos hasta mejor ocasión. Como si de una consigna hippie se tratara. Y la guerra de Ucrania no es una excepción. En absoluto. Por más que se repita hasta la saciedad que es una contienda …
