Por la boca muere el pez y, en estos ciberténicos días mucha gente, por tener el dedo inquieto tuiteando la primera "jautada" que le viene a uno a la cabeza. Eso le ha pasado al bueno de Lambán que solo se debe arrimar al árbol de la ciencia, buscando sombra, para evitar que se le chamusque la venerable calavera. Ese gatillo flojo dactilar del presidente de Aragón lo ha convertido, gracias a un controvertido tuit, en el muñeco de pim-pam-pum de una avalancha (no de nieve, no,) de duras críticas de parte de los especialistas en climatología. ¿Y todo por qué? ¿Por …
