Nacido en Angües (comarca de A Plana de Uesca) el 12 de noviembre de 1921 dentro de una familia de labradores afiliada a la CNT de Aragón y con pocos recursos, Martín Arnal Mur fue el sexto de diez hermanos. A los 12 años empezó a trabajar como criado de una familia de Bespén. A los 15 participó activamente en la colectividad agraria de Angües para recuperar las cosechas que se perdían después del golpe de estado del general Franco. Era hermano de dos militantes del grupo 'Bakunin' de la FAI, José y Román, que fueron fusilados en Uesca al comienzo de la guerra. En marzo de 1938, con 16 años, fue movilizado por el gobierno republicano al frente oscense, para participar en la construcción de fortificaciones y trincheras en Monflorite.
Tras el avance de las tropas franquistas huyó a Francia andando desde Angües pasando por Balbastro, Graus y Benás. El gobierno francés lo llevó en tren al campo de refugiados de Angoulème junto con otros antifascistas aragoneses y españoles. Salió de allí antes de ser deportado a Mauthausen, tal y como les sucedió a los que allí se quedaron, a pesar de que los alemanes advirtieron de sus intenciones al gobierno de Franco en reiteradas ocasiones. Regresó al Estado español por Cerbère en febrero de 1939. Pero enseguida tuvo que volver a Francia tras "la Retirada".
Estuvo en Perpinyà / Perpignan, en un campo custodiado por la caballería francesa y de allí pasó al campo de concentración de Argelès-sur-Mer donde fue reclutado por el ejército francés. Trabajó en un campo de tiro de Burge donde hacían pruebas con armamento, ellos tenían que situarse cerca de donde iban a explotar los obuses para comprobar que funcionaban bien. Allí estuvo durante siete meses. En Francia participó en la Resistencia, en la reorganización clandestina de la CNT y en las operaciones de penetración en el Estado español. A principios de 1944, Martín se encargaba de vigilar la frontera y reconocer el terreno para el paso de guerrilleros por la zona del Sobrarbe. En noviembre de aquel año tuvo que escapar de noche por el asedio de la Guardia Civil en Saravillo.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial fue desmovilizado del ejército francés, en marzo de 1945, y se quedó a vivir en Francia. Trabajó cortando leña, en los ferrocarriles y en la construcción como albañil. En Rebastens conoció a Ángela Salas González. Ella procedía de una familia que emigró a Francia desde Almería por motivos económicos después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y trabajaba en el campo. Se casaron en 1949 y a partir de ahí hizo su vida en esta localidad francesa trabajando de albañil hasta su jubilación a los 63 años. Tuvieron un hijo y dos hijas. Tras la muerte del dictador Franco en 1975 regresó con Ángela a Angües para vivir, mientras que sus hijos se quedaron a residir en Francia.
En octubre de 2018, Martín Arnal vivió otro de los momentos más emotivos y esperados de su vida durante los trabajos de exhumación en una fosa común en el cementerio de Las Mártires de Uesca. Estos trabajos permitieron el hallazgo de los restos de cinco personas asesinadas por el fascismo, varios compañeros de Martín. Entre ellos estaba su hermano Román, asesinado el 4 de enero de 1937. Román fue acusado de haber participado en las colectividades agrarias impulsadas por la CNT en Angüés.
En verano de 2020, con su fuerza y alegría habitual, Martín participó en Boltaña en el estreno en el Festival Espiello de 'En la misma tierra'. Una película que narra su impresionante y extraordinaria vida, dirigida por Marco Potyomkin, y producida por Rubén Barranco y Raúl Mateo.
Hasta sus últimos días, Martín Arnal siguió participando en la difusión de sus ideas anarquistas y era uno de los pocos testigos vivos de los tiempos de la guerra de 1936. El próximo 12 de noviembre hubiera cumplido 100 años.
"Su cuerpo irá a la tierra o al fuego, pero su recuerdo, su humanidad y su lucha permanecerán intactas en nuestra memoria y perdurará en nosotros su ejemplo. Las montañas te servirán de colchón y el viento de sábana. No te olvidaremos", ha dicho CNT Uesca, "su sindicato y su casa", en un comunicado.
"Nos deja su historia, su lucha incansable contra el fascismo. Que la tierra le sea leve", ha escrito Mercedes Sánchez de ARMHA en las redes sociales, una de las muchas muestras de cariño con el histórico anarquista, obrero, antifascista y guerrillero aragonés fallecido este jueves en Francia.