Las expos, como las Olimpiadas, campeonatos del Mundo y afines generan urbanismo de emergencia. Como todo es por el bien común, ese es el discurso que se vende, el cuestionamiento del evento ni se plantea. Se genera una idea de adhesión inquebrantable. Son los macroeventos: mismo guion y resultados similares. Mucho cemento, grandes obras y mucho dinero público que se transfiere a la iniciativa privada. Un auténtico fiestón efímero y un aluvión de noticias que se acaban con la clausura. A 10 años de la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008 los mitos sobre el desarrollo que traería a la …
