La competición por el voto de ultraderecha hace que PP y Vox radicalicen, aún más, sus estrategias político-electorales y activen todos sus frentes de lucha: por tierra, convocando concentraciones frente a las sedes del PSOE, por mar activando su frente judicial, y por aire reforzando su monopolio mediático.
No por haber avisado es menos cierto que se va cumpliendo aquello de que empezaron con el “¡A por ellos!” y ahora están en el “¡A por todos!”. A por todos los que no piensen como la ultraderecha social y política, que serán acusados de "traición" y perseguidos por la estructura franquista del Estado español. El PP, y después Vox, y una parte del PSOE alimentaron al monstruo españolista contra el proceso democrático y popular emprendido en Catalunya. Ahora el monstruo ya está devorando al PSOE, y al PP lo está consolidando como franquicia trumpista. Por su parte, Vox recupera lemas propios del franquismo durante la ‘transición’ como “España una y no 51”, en clara alusión a su intención de incumplir la constitución del 78, que establece el modelo federal light como uno de sus principales ejes.
El frente terrestre de la ultraderecha
El brazo político de la fuerza hegemónica del Régimen del 78, el españolismo, conformado por PP-Vox y una buena parte del PSOE (ahora autodevorada) ha decidido enviar a su infantería de choque contra Pedro Sánchez y su PSOE. El españolismo, incapaz de aceptar su derrota electoral y la realidad diversa y plural de la sociedad española, está convocando concentraciones ante las sedes del PSOE para ensayar su violencia callejera.
Con la excusa de protestar contra la futura ley de amnistía para las personas encausadas durante la represión judicial al proceso democrático catalán, PP y Vox están sobre alimentando un monstruo: el fascismo como expresión violenta del españolismo.
Para los generales españolistas la infantería siempre será prescindible, por eso irresponsablemente están azuzando a lo peor de sus filas para que acudan ante las sedes del PSOE a proferir sus lamentos antidemocráticos, así, en caso de que algún exaltado traspase los límites legales y utilice con más nitidez la violencia, podrán justificarlo hablando de ‘casos aislados’ y que ‘cada palo aguante su vela’. La carne de cañón de infantería es necesaria para ‘algunas batallas’ pero prescindible para el conjunto de la ‘guerra’.
El frente marítimo de la ultraderecha
La judicatura española es profundamente reaccionaria y un baluarte del españolismo. Sus puestos de gobierno están copados por militantes del PP del sector más derechista. Los tribunales, Supremo, Constitucional o Audiencia Nacional están configurados como dique de contención contra las conquistas democráticas ciudadanas. Por eso no extraña que el españolismo este también utilizado a sus militantes judiciales contra un futuro gobierno que parece configurarse casi como un espejo de la diversidad social del conjunto de la ciudadanía.
En este contexto, sorprende menos la inaudita declaración política del Consejo General del Poder Judicial contra una ley que ni siquiera existe todavía. El CGPJ aprobó plenariamente este pasado lunes una declaración sectaria y tendenciosa en la que afirmaba que “el CGPJ expresa con esta declaración su intensa preocupación y desolación por lo que la proyectada ley de amnistía supone de degradación, cuando no de abolición, del Estado de Derecho en España, que a partir del momento en el que se adopte pasará a ser una mera proclama formal que inevitablemente tendrá que producir consecuencias en perjuicio del interés real de España”, con esta declaración el CGPJ parece querer constituirse oficialmente en partido político, pero eso sí, sin pasar por los tediosos procesos electorales, ya saben “que les vote Txapote”.
José María Aznar: “El que pueda hacer, que haga”
Entre los militantes judiciales del PP, siempre hay alguno que quiere acaparar medallas ‘por su valentía en el frente de batalla’. Es el caso del juez Manuel García Castellón, que este pasado lunes sorprendió a juristas y ciudadanía en general con su aportación a la batalla del españolismo contra el futuro gobierno de coalición. Obedeciendo al inductor José María Aznar, que la pasada semana arengaba a sus tropas con un “el que pueda hacer, que haga”, García Castellón decidía imputar nada menos que por delitos de terrorismo al expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
En su auto judicial, García Castellón, vincula el fallecimiento por infarto de una persona que subió al aeropuerto de Barcelona andando el día de las protestas de Tsunami Democràtic en 2019, con una muerte violenta provocada por el ‘terrorismo’.
El frente aéreo de la ultraderecha
Los ejércitos modernos saben que ninguna ‘guerra’ se gana sin ganar el relato de la misma. Por eso recurren a la propaganda insistentemente, como un arma más para conseguir sus objetivos.
El ecosistema mediático español es fácil de describir: se trata de un oligopolio de clara tendencia derechista y españolista. Las cadenas de televisión y radio, así como las principales cabeceras de los periódicos tradicionales y una pléyade de medios digitales hacen ver que el sector de los medios de comunicación goza de buena salud en su diversidad y pluralidad. Pero la realidad es que la inmensa mayoría de ellas son dirigidas por muy pocas manos desde los consejos de administración de los ‘grupos mediáticos’.
El oligopolio mediático españolista es mantenido económicamente por dos vías: la financiación pública a través de publicidad institucional y otras fórmulas similares, y con la financiación privada de empresas afines al régimen.
Por ello, no extraña que gran parte de los medios hayan tomado partido a favor de PP-Vox en su santa cruzada contra el futuro gobierno de coalición. Favor con favor se paga.
Decenas de simpatizantes franquistas se concentran ante la sede del PSOE en Aragón
En la tarde-noche de esta pasado lunes, decenas de simpatizantes franquistas convocados por Vox y alentados por el PP, se concentraron en la calle Conde Aranda de Zaragoza ante la sede del PSOE Aragón.
Encabezados por los líderes locales de Vox, Julio Calvo, David Arranz y Santiago Morón, profirieron gritos antidemocráticos como “Que te vote Txapote”, “España una y no 51”, “Sánchez: golpista y proetarra” o “Unidad Nacional. Huelga general”.
El miércoles volvieron a protestar, aunque menos personas, frente a la sede del PSOE en Zaragoza, y también en Uesca con los principales dirigente del partido ultraderechista Vox a la cabeza.
Miquel Ramos: “Vox y PP silbaron, y todos los nazis y fascistas acudieron”
Estas concentraciones, que en Madrid han terminado en disturbios, están siendo alentadas y convocadas por Revuelta, otra nueva formación españolista que se define como “un movimiento juvenil patriota unitario español”, léase neonazi, y que sirve para esconder las siglas de Vox y el PP que son quienes están detrás de las convocatorias.
“Vox y PP silbaron, y todos los nazis y fascistas acudieron. Solo hay que revisar los canales y las redes para comprobarlo”, advierte el periodista Miquel Ramos en una columna en Público. Este martes, tras los incidentes de Madrid, Ramos apuntaba en una entrevista en Hora 25 de la Cadena SER: “La amnistía es una excusa para la extrema derecha que lleva años calentado las calles y las redes. Ahora contra el resultado de las elecciones. Grupos neonazis, grupos fascistas, grupos franquistas, ultras de fútbol... Han dejado todas sus diferencias y han acudido a la llamada”.
Azcón equipara la amnistía de Sánchez con el golpe de estado del 23F
Tan es así, que el PP ya ha convocado, ahora sí con sus siglas, una nueva jornada de protestas para este domingo. Y, este pasado lunes, el líder del PP en Aragón y presidente de nuestro país, Jorge Azcón, equiparaba las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, con la excusa de ley de amnistía, con el golpe de estado de Tejero del 23F. “En la historia de la democracia nunca habíamos sufrido un ataque como el que estamos sufriendo en la actualidad. Creo que es verdad que había habido más ataques a la democracia, los hubo el 23F. La gran diferencia es que ahora es el Partido Socialista el que está apoyando a los socios independentistas para que esos ataques a nuestra democracia se consumen”, afirmó Azcón.
Al españolismo le molesta la prensa libre
Además de todo lo anterior, cabe destacar que no satisfechos con controlar la mayoría de los medios de comunicación, al españolismo le incomoda cualquier disidencia democrática por leve que esta sea.
En la tarde de este pasado lunes, IRIDIA Centre per la Defensa dels Drets Humans, denunciaba en sus redes sociales que la Audiencia Nacional española ha citado, en calidad de investigado por terrorismo, en la misma causa del Tsunami Democràtic, al periodista de La Directa, Jesús Rodríguez -Albert Martínez en redes sociales-, señalando “que un periodista sea acusado de terrorismo es un flagrante ataque a la libertad de información”.