Territorio vivo contra postales de naturaleza

El proyecto Maestrazgo-Els Ports, promovido por una fundación de los Estados Unidos ligada a polémicos proyectos conservacionistas en América Latina, pretende reintroducir especies salvajes para activar el turismo en una superficie de 550.000 hectáreas entre las comarcas del norte del País Valencià, las Tierras del Ebro y el Maestrazgo aragonés

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Campos de almendros en la Tinença de Benifassà. Foto: Lucas Guerra.

Un mar de olivos recorre las carreteras que unen los pueblos de las comarcas de Els Ports, el Alt Maestrat, el Baix Ebre, el Montsià, la Terra Alta y el Matarranya. Este paisaje, símbolo del patrimonio histórico y natural de Països Catalans y Aragón, acontece la puerta de entrada hacia la zona montañosa del macizo de Els Ports. A diferencia de la costa, donde desgraciadamente los espacios naturales han quedado arrinconados por la expansión de hoteles y urbanizaciones, aquí, los bosques y los campos todavía predominan en el espacio. Se trata de un territorio donde sus habitantes comparten las formas de vida rurales, arraigadas en la tierra y al ganado –principales fuentes de subsistencia de la zona. Desde hace unos meses también comparten el temor por el futuro de sus paisajes y estilos de vida, que se ven amenazados por el macroproyecto turístico y de “producción de natura” Maestrazgo-Els Ports.

Sobre el papel, el proyecto plantea comenzar un proceso de “restauración de la natura” a través del rewilding –reintroducción de especies salvajes o renaturalización–, con los objetivos de “promover el trasvase de capital de las ciudades al campo, gracias al establecimiento de espectáculos naturales o grandes destinos de natura”, así como generar “oportunidades económicas en las comunidades rurales”. Una vez más, se apuesta por el turismo como solución a la pérdida de población rural. En palabras de su impulsor, el biólogo valenciano Ignacio Jiménez, “la conexión más directa entre naturaleza, cultura y trabajo es a través del sector servicios, que puede generar las primeras oportunidades laborales”. El proyecto abraza 550.000 hectáreas –un 58% de las cuales están protegidas por la Red Natura 2000–, donde se incluyen los parques naturales de la Tinença de Benifassà y de Els Ports –para los cuales el proyecto prevé ampliaciones–, la reserva de la biosfera de las Tierras del Ebro y reclamos culturales de la zona, como castillos templarios o pinturas rupestres.

Todo empieza a las postrimerías de febrero, con la publicación del video “Maestrazgo-Els Ports y la España vacía”, en el cual un actor de Vilafranca (Alt Maestrat), Nandet, loa las maravillas del territorio entre imágenes maravillosas de los paisajes. Semanas antes, entre el vecindario de la Tinença circulaban rumores sobre la intención de introducir bisontes en la zona. “Estuvimos un rato charlando y me dijo que necesitaban una finca para poner bisontes”, recuerda el alcalde de la Pobla de Benifassà, David Gil, quien el pasado diciembre se reunió con Ignacio Jiménez y su hermano y jefe del Servicio de Vida Silvestre de la Dirección General de Medio natural de la Generalitat Valenciana, Juan Jiménez. Gil respondió con cierto escepticismo, puesto que esta especie nunca ha tenido presencia. Aun así, sus interlocutores insistían que, al ser un animal “espectacular”, atraería turismo, y se mostraban en contra de la propuesta del alcalde, que defendía crear un cercado sanitario de cabras –un animal autóctono afectado por una epidemia de sarna-. El promotor también visitó la hostería La Pastora, en Vallibona (Els Ports), donde les ofrecieron la posibilidad de organizar rutas en coche hasta el Parque Natural de la Tinença. “Establecerían puntos de observación de animales. Era rollo safari”, recuerda Josep Beltran, uno de los cooperativistas.

Con la pandemia como telón de fondo, las semanas siguientes estuvieron marcadas por una fuerte campaña de promoción mediante la publicación de videos y noticias en la prensa local. Estas noticias eran seguidas con desazón por parte de la gente de las comarcas afectadas. La idea de realzar el territorio generaba ilusión, pero, a la vez, la falta de información sobre los promotores y la imprecisión de la propuesta causaba preocupación. La aparición de osos y lobos en algunos videos puso en alerta a las ganaderas de la zona, y es entonces cuando aparecen las primeras voces críticas, como las de la Plataforma No al Yellowstone o las del colectivo Maestrat Viu.

Los promotores, en pocos días, salieron del paso matizando el discurso y rectificando aquello publicado en la prensa, donde se había comparado el proyecto con el parque Yellowstone de los Estados Unidos. “La comparación no ha sido apropiada. Yo he empleado el término, pero porque esta región tiene valores como para que se reconozca cómo el Yellowstone”, ha manifestado Ignacio Jiménez a la Directa. En su defensa se añadieron personalidades destacadas, como el coordinador de Medio Ambiente de Compromís, Carles Arnal. En un artículo de opinión publicado en eldiariocv.es, manifestó que “quienes más argumentos aportaban en contra remarcaban que apenas sabían nada de la iniciativa”.

Los alcaldes de los pueblos de la Tinença de Benifassà, junto con la presidenta de la junta rectora del parque natural, Joana Cerdà, han solicitado una reunión con la consejera de Agricultura y Desarrollo Rural, Mireia Mollà, para conocer su postura, pero todavía no han recibido ninguna respuesta. Por su parte, desde la consellería manifiestan que no disponen de “ninguna presentación o documento sobre el proyecto”, y, por lo tanto, prefieren abstenerse de opinar. Estas declaraciones contradicen las afirmaciones de los impulsores. En una entrevista que el mismo Carles Arnal hace a Ignacio Jiménez y que se publicó en las redes sociales del proyecto Maestrazgo-Els Ports, el impulsor asegura que están “conversando de manera regular con las autoridades autonómicas y locales”. En cuanto a las administraciones catalana y aragonesa, nos hemos puesto en contacto pero, en el momento de publicar el reportaje, no hemos recibido respuesta.

Caballos, embalse y monasterio en la Tinença de Benifassà. Fotos: Lucas Guerra / Composición: Victor Serri

Promoción sin documentos técnicos

A pesar de que el gobierno valenciano niega tener conocimiento del proyecto, hemos podido confirmar –con testigos y documentos– que representantes de las tres administraciones implicadas se reunieron el 28 de noviembre en Forcall (els Ports) con Ignacio Jiménez y dos miembros de Global Nature, la fundación privada sin ánimo de lucro encargada de la gestión de la iniciativa. Por parte del Gobierno de Aragón, asistieron los directores generales de Medio rural y de Ordenación del Territorio, Diego Bayona y José Manuel Salvador, respectivamente. La Generalitat de Catalunya estaba representada por el director general de Políticas Ambientales, Ferran Miralles, y el director del parque de los Puertos, Jordi Palau. En cuanto a la valenciana, acudieron el director general de Medio natural, Fran Quesada, quien ha dimitido recientemente; el subdirector general, Josep Nebot; el director del parque de la Tinença, Miquel Ibáñez, y el jefe del Servicio de Vida Silvestre, Juan Jiménez. Días después, se crean las redes sociales del proyecto y, al cabo de pocas semanas, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de Catalunya organiza una ponencia a cargo de Ignacio Jiménez en la cual se presenta el proyecto y se propone introducir bisontes como reclamo turístico.

La promoción incesante del proyecto –que se inició hace un año y medio– se lleva a cabo pero sin ningún documento técnico que concrete las actuaciones que se ejecutarán ni las repercusiones que tendrá, a pesar de que, según estipula la Ley 42/2007, de patrimonio natural y de biodiversidad, cualquier actuación que pueda afectar áreas protegidas se tiene que someter a una evaluación. La presidenta de la junta rectora del Parque Natural de la Tinença de Benifassà, Joana Cerdà, critica esta carencia de información técnica y considera que la junta tendría que haber sido consultada antes de lanzar la iniciativa, puesto que la ley se refiere a “cualquier actividad”, “sin tener necesariamente una relación directa con la gestión de los espacios”, explica Cerdà. Ignacio Jiménez, por el contrario, insiste en el hecho de que todavía se encuentran en una fase de “promoción y articulación” y que, por lo tanto, no hay que presentar el proyecto para su aprobación.

Caras visibles y caras ocultas

El principal promotor es el biólogo valenciano Ignacio Jiménez, quien ha coordinado varios programas de reintroducción de especies en la América Latina. Destaca su participación en el Proyecto Iberá, de la fundación Conservation Land Trust (CLT), un macroproyecto de renaturalización llevado a cabo en los Esteros del Iberá de Argentina. Allá, las comunidades indígenas guaraníes fueron expulsadas de sus tierras para crear un parque nacional sin celebrar ninguna consulta, tal como establece la Constitución argentina.

En su deseo por expandir los procesos de restauración de grandes ecosistemas, en 2018, Jiménez vuelve al Estado español con un objetivo muy concreto: aplicar el modelo conservacionista en la zona montañosa del macizo de Els Ports, la cual identifica como el espacio con “más potencial” para la “producción de natura”, un término acuñado por él mismo. Las razones se pueden resumir en dos: “Tiene unos valores culturales y naturales excepcionales y, además, un problema de despoblamiento”, explica Jiménez. Esta última condición juega un papel fundamental, puesto que su estrategia se basa en evitar el enfrentamiento directo con la población local optando por las zonas más despobladas y con menos capacidad de resistencia.

A pesar de que Ignacio Jiménez es la cara visible del proyecto, la entidad encargada de su gestión es Global Nature, que ha solicitado los informes de viabilidad económica a una empresa de la familia Jiménez, Pangea Consultoras SL, dirigida por los hermanos Javier y José Jiménez. La fundación Global Nature se vio salpicada por el caso de corrupción medioambiental y urbanística de La Zerrichera, en el municipio de Águilas (Murcia). El proyecto consistía en la construcción de 4.700 viviendas, hoteles y un campo de golf en la sierra de Almenara, parte de la cual está integrada en la Red Natura 2000. A pesar de esto, Global Nature emitió un informe favorable a la recalificación del suelo. En el marco de la investigación, el director general de la fundación, Eduardo de Miguel, tuvo que declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, que finalmente desestimó el informe de la fundación y, posteriormente, en 2017, condenó a tres excargos de la Consellería de Medio Ambiente por prevaricación y falsedad documental. En 2019, el Tribunal Supremo los absolvió del delito de prevaricación.

Según Ignacio Jiménez, los fondos económicos del proyecto provienen de Fidelity Charitable, la fundación de asesoramiento para donantes del fondo de inversión estadounidense Fidelity Investments. Este tipo de entidades actúan como intermediarias entre las donantes y las fundaciones caritativas, de manera similar a cómo lo hacen los fondos de inversión entre su clientela y los activos con que especulan. No se trata, pues, de una fundación que financie proyectos, sino de una plataforma que financia fundaciones para maximizar los beneficios fiscales. Fidelity Charitable, además, ha sido criticada por numerosos colectivos antirracistas y LGTBI después de que el medio de investigación Sludge publicara que, a través de esta y las fundaciones a quienes presta servicios, se destinaron más de 10 millones de dólares a 34 organizaciones que promueven el odio.

Detrás de Fidelity Charitable se escondería la fundación norteamericana que financia el proyecto en última instancia: Wyss Foundation, del empresario Hansjörg Wyss. Está involucrada en varios proyectos medioambientales en América Latina, donde trabaja conjuntamente con Conservation Land Trust. Un detalle evidente de sus vínculos es la interrelación que hay entre los perfiles de redes sociales del proyecto y la fundación de Wyss, que da difusión a las informaciones y videos promocionales de Maestrazgo-Els Ports.

Andreu Blanc.

Un ejército de escépticos aborígenes

A medida que Ignacio Jiménez ha difundido su objetivo de utilizar naturaleza y cultura “para generar oportunidades económicas”, han aumentado las voces del territorio que no comulgan con el relato idílico que acompaña el proyecto. Carlos Molina, vecino de Cantavieja -municipio aragonés de la comarca del Maestrazgo- y uno de los impulsores de la Plataforma No al Yellowstone Europeo, manifiesta su desconfianza respecto a la carencia de concreción de la propuesta: “Si eres un arquitecto y empiezas una casa, sabes como acabarás el tejado. Él ya sabe cuál es su objetivo final, pero no lo dirá”.

En el norte del País Valencià las críticas tampoco se han hecho esperar. Pau Fabregat Beltrán, presidente de Maestrat Viu, se muestra molesto con este tipo de iniciativas ajenas a las dinámicas que se dan en el territorio: “Estamos hartos de que vengan proyectos de fuera sin tener en cuenta a la gente del territorio y, encima, que quieran venir a salvarnos”. La organización cultural tampoco ve reflejada la identidad de las zonas afectadas dentro de las coordenadas de Maestrat-Els Ports. “Ese mapa disgrega, separa y es una ilusión”, opina Fabregat.

La desconfianza también se ha adentrado en el paraje recóndito de la Tinença de Benifassà. “Si no te informan del que hay, se genera suspicacia”, reflexiona Joan Ramon Mestre, presidente de la Associació per la Recuperació de la Tinença. Lo que más preocupa a los integrantes de esta organización centrada en la preservación del patrimonio son los intereses que puedan acompañar un proyecto de estas dimensiones, sobre todo respecto a la turistificación y el urbanismo. “Quieren aprovecharlo como reclamo turístico, pero lo que tienen que procurar es salvaguardarlo”, asevera Mestre.


Un reportaje de investigación de Lluís Pascual y Ester Fayos, publicado originalmente en catalán en el número 503 de la Directa. El reportaje se completa con dos piezas más que puedes leer en castellano en Soberanía Alimentaria: "Turismo rural masivo, el espejismo de una solución al despoblamiento" y "Conservacionismo neoliberal en Argentina".

Los contenidos originales en La Directa:

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