El viernes 13 de septiembre las máquinas de Aramón ocupaban el valle pirenaico de Castanesa, un proyecto urbanístico asociado a la ampliación de la estación de esquí de Cerler. Proyecto que fue abandonado hace más de una década por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Aramón es propiedad 50% del Gobierno de Aragón y 50% de Ibercaja.
Ante las informaciones del comienzo de obras en Castanesa, CHA sostiene su rechazo a este "proyecto que nació y tiene graves problemas de viabilidad económica y medioambiental", sostiene David.
"Es una actuación fruto de la cultura del despilfarro económico y medio ambiental que no está alineado con la estrategias de lucha contra el cambio climático y de sostenibilidad del entorno natural", afirma Félez.
De este modo el Coordinador del Rolde de Meyo Ambién insiste en el rechazo de CHA al proyecto de ampliación de Cerler por Castanesa, al que califica de especulativo: "No se pueden solucionar los problemas financieros de una sociedad mercantil a costa de nuestro territorio y del medio ambiente", subraya David Félez.