El 19 de julio de 2012 tres áreas del norte y el este de Siria predominantemente habitadas por población kurda declararon su autonomía del gobierno central. Comenzó así la Revolución de Rojava, "una revolución de mujeres". La libertad puso fin al autoritarismo, a la opresión y al miedo. Ahora las YPG, YPJ y el KCK celebran el once aniversario haciendo una llamada a continuar la lucha en busca del reconocimiento del pueblo kurdo.
