Cuando se iba a desmantelar la cárcel de Torrero, hace ya más de veinte años, se entabló un diálogo con el Ayuntamiento de Zaragoza, concretamente con el concejal de Urbanismo de entonces, Rafael Gómez-Pastrana (PP), que se mostró en todo momento abierto al debate y a las diferentes propuestas. Se trataron dos asuntos: la calle Biescas y el proyecto urbanístico de la cárcel que iba a transformar esa parte tan sensible e histórica de Torrero. Los dos edificios actuales de la avenida de América, de característica neomudéjar, se iban a conservar y los módulos donde se encontraban las celdas se derruirían. Aparecían también una plaza tan enorme como dura, un edificio para el tercer grado (Trece Rosas, las y los vecinos apoyamos su ubicación) y cinco pabellones paralelos entre si y perpendiculares a la avenida Fray Julián Garcés. Por supuesto, antes de este dialogo con el tejido vecinal, el Ayuntamiento y el Ministerio (SIEP) ya habían suscrito el acuerdo correspondiente.
Los y las vecinas no entendíamos en razón de qué al Ministerio se le reconociera el derecho a una parte de la propiedad del suelo resultante… De ser beneficiario de una cesión del terreno para construir la cárcel tras un tirabuzón legal, a la hora de su liquidación y traslado, el SIEP pasa a ser dueño de una parte de esa nueva parcela dispuesta para su urbanización. Ceder no significa dar. El proyecto contemplaba viviendas de VPO y una cantidad más pequeña de vivienda libre, a precio de mercado… Las VPO son las que promovió el Ayuntamiento, mientras que el Ministerio edificaría unas pocas VPO que aún faltaban y un número mayor de vivienda libre. El tejido vecinal del barrio de Torrero mostramos nuestro rechazo y malestar, defendíamos que todas deberán ser de VPO y que el Ministerio no debía especular con la vivienda. Por supuesto, ni caso.
Con motivo de una visita guiada a la cárcel, una vez desocupada, nos percatamos de la presencia de un laurel monumental que crecía junto a la enfermería de la prisión y que era considerado un auténtico símbolo de libertad para los presos. Automáticamente los y las vecinas solicitamos la modificación del plan de urbanismo para conservarlo, pues uno de los pabellones lo afectaba plenamente. Por entonces el concejal de urbanismo era Antonio Gaspar (CHA) y fue receptivo a nuestra demanda, se consiguió modificar el plan. Los dos bloques del ministerio formarían una “C” orientada al sur que daría lugar a una plaza con el laurel en el centro.
Desde entonces el tejido vecinal hemos defendido y reivindicado que en el terreno del Ministerio no se construya, que se le permute el derecho a otro espacio de la ciudad y en Torrero se construyera un anfiteatro ganando así una plaza verde y a la vez muy simbólica. El laurel, por diferentes razones, se secó y nadie ha hecho nada por ese espacio, es un estercolero. En su día, vecinos y vecinas plantamos un laurel y algún cenutrio lo tronchó. Hay dos aspectos muy importantes, así el barrio convivió sin chistar casi 80 años con la cárcel, tocaba resarcirlo y no se ha hecho. Se debe contar con el barrio y hablar sobre qué queremos, no imponernos nada.
Este lunes, 8 de abril, en Gerencia de Urbanismo, PP y Vox —al mando del Ayuntamiento— han aceptado la solicitud del Ministerio de volver al proyecto original. Cinco pabellones en paralelo aduciendo que el laurel ya no existe. Queremos y tenemos derecho a participar en el cómo es y será el barrio. Por otro lado, Torrero ha avanzado mucho en materia de memoria democrática, y la plaza del Laurel significa un complemento de memoria a la antigua cárcel, que hubiéramos conseguido fuera reconocida como lugar de memoria con la ley que estos partidos de extrema derecha se han cargado.
Otro matiz interesante es que el Ministerio en su día no pudo edificar porque le pilló de pleno el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y se fue al traste su intención especulativa. El propio delegado de gobierno de entonces, Eduardo Ameijide, manifestó que también tenían derecho a especular… Y ahora años después se vuelve a la carga. No queremos que se edifique ahí, que hagan una permuten. No todo es construir, hace negocio, ganar dinero. Una sociedad debe mantener y velar por los elementos que tienen significado para la ciudadanía. El Ayuntamiento tiene que recibirnos o subir al barrio y hablar con las y los vecinos y no imponer. Nos consta que el responsable de Urbanismo se ha comprometido con el resto de partidos en la reunión de Gerencia de este lunes a subir a Torrero. ¡A ver si es verdad!
Este viernes, 12 de abril, a las 19.00 horas, está convocada una asamblea vecinal en los locales de la Asociación de Venecia Montes de Torrero, en la calle Granada 43.
