Son recurrentes los comunicados de prensa que aparecen sobre los ataques de osos al ganado. Los relatos, no son noticias por una simple razón, no son fruto del trabajo periodístico de investigación que pueda contrastar las fuentes orales con las documentales.
Tal es la situación, que las noticias de la prensa masiva se convierten en una especie de programa-basura televisivo donde se muestra la versión sesgada de un apersona confrontándola con la de otra, que puede ser en este caso el consejero, que si bien puede estar asesorado, no es un técnico.
Un debate sobre la tierra, no se puede llevar a cabo trayendo un geólogo y un terraplanista que justo le viene para saber si lo que pisa es una roca ígnea o si es sedimentaria. Entonces, noticias que confrontan a un paisano que se dedica a una determinada actividad, sin ser una persona de acreditada profesionalidad en el manejo de reses en extensivo en lugares con presencia de grandes carnívoros, como es el caso de algún ganadero, ganadero entrevistado con las declaraciones hechas a posteriori por un consejero de medio ambiente con conocimientos de biología, que aunque estos no estén directamente relacionados con los grandes carnívoros puede obtener información técnica fundamental, es un despropósito.
Los ataques de lobo u oso que se produzcan, deben ser acreditados por personal especializado siempre. Así se produce un redacción acreditada de la noticia. Y si el paisano dice tener más ataques, se deja claro que es la opinión del mismo, pero que carece de documentación que lo acredite. Cuando el paisano dice que se está yendo a la ruina y que la DGA apoya de forma insuficiente a la ganadería, que podría muy bien ser cierto, no lo vamos a negar, deberá también aportarse el dato público de las ayudas recibidas por el citado paisano y el motivo por el que le fueron concedidas.
De este modo, se produce una información veraz y contrastable. Aunque se puede contrastar que los medios usados por el paisano para evitar los ataques no son todo lo adecuados que debieran con una simple visita. Esta asociación, Lobo Aragón, ha pedido al Departamento de Medio Ambiente de la DGA información al respecto. El objetivo es conocer el uso de las medidas de protección, para con ello, decidir si es legítima la petición de más implicación pública o si lo que ha habido es una dejación de funciones que afectase de forma negativa tanto a la imagen de los carnívoros como a otros ganaderos por competencia desleal.
El asegurar que existen “manadas de osos” es una declaración que no sólo es falsa por parte de quien la hace, sino que pone en duda la profesionalidad de quien la recoge y la plasma.
Esta asociación contempla la ganadería en extensivo como un elemento más que modela el paisaje de las montañas desde hace cientos de años, conformando lo que ahora conocemos. Si con muchos medios menos fue posible ese uso de los montes con la presencia de carnívoros, no es razonable pensar que con ayuda pública por los daños ocasionados no sea posible.
Es necesario evaluar con objetividad si las ayudas son o no suficientes, para exigir de la administración la dotación necesaria, y del profesional el uso adecuado y responsable tanto de las ayudas públicas solicitadas, como del medio natural donde se produce su actividad.
