La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) ha retomado la actividad de su comisión de Modelo de Ciudad tras el proceso de renovación de la entidad, con una sesión en la que han participado una veintena de asociaciones vecinales. En ella, se han puesto de manifiesto las principales inquietudes de los barrios de Zaragoza en materia de urbanismo, vivienda, movilidad y medio ambiente.
Uno de los temas de mayor calado y actualidad ha sido la reclamación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) “que sea útil para los objetivos de calidad ambiental y mejora urbana con lo que se plantea desde la normativa estatal y europea”, y que difiere del proyecto aprobado por PP-Vox en el Ayuntamiento de Zaragoza.
En este sentido, la FABZ pide al Ayuntamiento de la capital del país que “se lo tome en serio”, ya que los plazos, ámbito y excepciones que plantea la ordenanza municipal “son una burla” al espíritu con el que están concebidas este tipo de zonas de tráfico restringido.
La Federación de Barrios ha anunciado que presentará alegaciones al anteproyecto de la citada ordenanza aprobado este pasado viernes, y diversas asociaciones ya han lanzado propuestas como la ampliación de la ZBE a la Margen Izquierda, dentro del segundo cinturón, o un ambicioso plan de transporte público y movilidad activa, que permita acceder de manera universal a las zonas restringidas.
Asunto destacado fue también el trabajo ya comenzado a realizar desde las AAVV y la FABZ para presentar alegaciones al anteproyecto de Ordenanza de Movilidad Urbana de Zaragoza que se encuentra en fase de información pública hasta el 14 de junio.
La reunión dio cabida a muchos otros temas, “tanto de ciudad como específicos de diversos barrios”, en los que la comisión de la FABZ “sigue trabajando y apoyando, como la oposición a la depuradora en el Picarral, la necesidad de refugios climáticos ante olas de calor, el acondicionamiento del Canal Imperial en San José, el Plan de Seguridad Vial, la proliferación de alojamientos de uso turístico, la Operación Romareda, la urbanización del colegio Jesús y María, la ordenanza del ruido, las zonas saturadas de bares, o las deficiencias en el servicio de transporte público y provisión de marquesinas”, concluyen.
