Con motivo de las cercanas elecciones aragonesas, la Asociación Ambiental SOS Ribagorza ha elaborado, junto con el Observatorio Ciudadano de la Biodiversidad de la Baja Ribagorza, la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica y Ecologistas en Acción de Ribagorza, un programa medioambiental, que recoge una serie de propuestas que consideran necesarias e inaplazables para construir un futuro para la comarca que sea realmente sostenible, socialmente justo y respetuoso con el medio ambiente.
Dicho programa ha surgido del estudio de las carencias y problemas medioambientales detectados en la comarca de Ribagorza, teniendo presentes la doble crisis climática y energética que padecemos y los objetivos en materia medioambiental (especialmente los Objetivos de Desarrollo del Milenio), con el fin de plantear soluciones con base científica para la mejora de la calidad del medio ambiente en el territorio comarcal.
Consta de una serie de compromisos, suficientemente concretos como para que “resulten creíbles y susceptibles de ser aplicados”, y que inciden especialmente en: la emergencia climática; la ganadería industrial (macrogranjas); la situación y calidad de las aguas; la biodiversidad en su conjunto y, en particular, en relación con los grandes depredadores estigmatizados (oso y lobo), y la energía, “con la honda preocupación por una falsa transición energética de carácter especulativo y extractivista, que nos trae de nuevo la amenaza de la Autopista Eléctrica y macrocentrales de pseudorrenovables (SINRER)”, recuerdan.
Las organizaciones ambientales que suscriben este programa lo presentan ante la sociedad civil y las fuerzas políticas ribagorzanas con los objetivos de sensibilizar a la sociedad y habitantes de Ribagorza de una realidad que ya les afecta y que exige trabajar con firmeza y valentía en el presente para evitar afectaciones mucho más severas en un futuro próximo.
También quieren reunir a las organizaciones sociales y habitantes de Ribagorza a través de un programa ambiental y social unificado que permita alcanzar los objetivos de desarrollo marcados por la ONU de manera real y efectiva.
Por último buscan ofrecer a las fuerzas políticas ribagorzanas una serie de compromisos ineludibles, con la esperanza de que sean adoptados en sus programas electorales para las ya cercanas elecciones autonómicas y municipales. En este sentido, las organizaciones ambientales que suscriben esta nota desean facilitar un inaplazable debate sobre las materias y propuestas recogidas en el programa medioambiental que han elaborado y se comprometen a hacer un seguimiento de los programas electorales durante la próxima campaña electoral.
Resumen de las propuestas principales
Lógicamente, no todas las propuestas tienen el mismo peso ni son igualmente acuciantes en esta comarca. Por este motivo se remarcan a continuación aquellas propuestas que consideran que son de especial importancia en el territorio y que deben tener un lugar preponderante en los programas electorales.
Por un lado, fomentar y facilitar con adecuada financiación pública las instalaciones de autoconsumo renovables y la creación de comunidades energéticas; modificar el PGOU para prohibir la instalación de macrocentrales, inasumible en un territorio como el nuestro, y avanzar así hacia un modelo distribuido, prohibiendo en todo caso nuevas líneas de transporte eléctrico y estudiando la eliminación paulatina de las existentes.
Rechazan la construcción de nuevas líneas de transporte eléctrico de tensión nominal igual o superior a 220 kV (líneas de categoría especial según el RD 223/2008) por las pérdidas de energía en el transporte a grandes distancias, inaceptables en el marco de una crisis energética, por los enormes impactos medioambientales, sociales y paisajísticos que generan y por ser innecesarias en un modelo energético distribuido, por el que se debería apostar para aumentar la resiliencia y democratizar el sistema eléctrico.
También rechazan la construcción del túnel Benás–Luchon por su elevado impacto ambiental, prohibitivo coste económico y reducido beneficio.
Exigen la clausura, sellado y restauración ambiental de todos los vertederos incontrolados y espacios diseminados donde se acumulan residuos, adoptar medidas para evitar su nueva generación.
Piden ejercer un control regular con la suficiente exhaustividad, diligencia y periodicidad sobre los manantiales y acuíferos para controlar su potabilidad respecto a la contaminación por nitratos y otros contaminantes previsibles, tales como los producidos por las explotaciones de ganadería intensiva y agricultura extensiva. Informar con diligencia y de manera precisa a la población sobre los resultados obtenidos en dichos controles.
Quieren elaborar Planes Especiales de recuperación de territorios y acuíferos contaminados por nitratos derivados de una intensa actividad agrícola y ganadera. Este plan deberá incidir en el origen de dicha contaminación y proponer medidas y plazos para revertir la situación. Debe ser especialmente sensible con la afección a espacios naturales protegidos y/o de alto valor ecológico así como con los acuíferos y fuentes de abastecimiento de agua potable a la población. Establecer una moratoria a la implantación o ampliación de explotaciones de ganadería intensiva en la comarca, supeditada a la recuperación de dichos territorios y acuíferos.
De la misma forma exigen denegar nuevos permisos para la creación o ampliación de cotos de caza. Regular de manera más estricta los tiempos de veda teniendo en cuenta la existencia de especies protegidas y vulnerables, el uso recreativo de los espacios y las necesidades de regeneración del entorno natural.
Se oponen a la ampliación de las pistas de esquí de Cerler y a la apertura de nuevas pistas, con todos sus infraestructuras y programas urbanísticos asociados; por tratarse de un proyecto de turismo ambientalmente insostenible e incompatible con la nueva realidad que dicta el cambio climático.
Por último, piden ligar las indemnizaciones recibidas por los ataques del lobo o el oso al cumplimiento íntegro de las medidas preventivas establecidas para evitar su ataque, con el fin de proteger la biodiversidad y la ganadería extensiva entendiendo que los depredadores son necesarios para la salud y control de los ecosistemas imprescindibles para afrontar el cambio climático.
