Continúan los vertidos lácteos sobre el río y el embalse de El Val

Para la Plataforma rio Queiles la CHE tiene que aplicar con contundencia la norma y obligar a las empresas a devolver potable el agua que utilizan o cesar su actividad

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Vertidos sobre el río del 22 de febrero. Foto: Plataforma río Queiles.

El comunicado de la Plataforma del río Queiles arranca tajante: “La Plataforma del río Queiles lo tenemos muy claro. Y la CHE, con la información que tiene desde hace 20 años, no sabemos a qué narices espera”. La CHE tiene informes elaborados para conocer el estado trófico y el potencial ecológico del embalse de El Val. En su web, en el apartado Embalses, están disponibles informes de los años 2002, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015. En todos ellos se concluye un estado eutrófico preocupante y que aumenta progresivamente con el tiempo.

Hasta que se pone en marcha la EDAR de Ágreda en 2010, los vertidos llegan a cauce público y por lo tanto el embalse de El Val es receptor de todas las sustancias contaminantes. Pese a la insistencia de la Plataforma del río Queiles nunca se ha informado de si existen sustancias prioritarias en el cauce y en el pantano. La empresa Distiller S.A., en Olvega (Soria) ha admitido su delito ambiental por sus daños del suelo y de las aguas; ha quedado acreditada la concentración de sustancias tóxicas: hidrocarburos, algunos clorados, y de metales pesados.

En 2017, la CHE publicaba el informe Estado trófico del embalse de El Val y programa de medidas. En la exposición de motivos se dice: “Las estimaciones realizadas reflejan un exceso en la carga de fósforo, que procede de vertidos de aguas residuales de las poblaciones de Ólvega y Ágreda, tratados en la EDAR de Ágreda, así como de las actividades ganaderas y en menor medida de la piscifactoría de Vozmediano. En el periodo de estratificación térmica y en años secos, la ganadería pierde importancia como fuente de fósforo y la piscifactoría puede llegar a ser relevante como la mencionada EDAR”.

El documento continúa asegurando que “El Val no alcanza el buen potencial ecológico debido a un proceso de eutrofización. Esta situación no solamente conlleva la degradación de las cararterísticas organolépticas del agua y la consecuente limitación en los usos recreativos, sino también el riesgo de aparición de otros problemas ambientales, como mortandades masivas de peces y la proliferación de cianobacterias potencialmente tóxicas”.

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Vertidos sobre el río El Val. Foto: Plataforma río Queiles.

En este último caso, apunta que “las repercusiones podrían ser de carácter sanitario si las especies de cianobacterias y las condiciones del embalse favorecieran la producción de alguna de las diferentes toxinas identificadas en este grupo de microalgas”. Desarrollado el estudio enfatiza en sus conclusiones que “el vertido de la EDAR de Ágreda supone aproximadamente el 40% de la aportación de fósforo y la piscifactoría de Vozmediano el 21%”.

Seguido a este informe la CHE elaboró un informe sobre el embalse de El Val en el aseguraba que “la conclusión que se deduce es que el responsable de la eutrofización del embalse son las aportaciones del río Val, cuyas concentraciones de N y P son suficientemente altas para explicar el estado trófico del embalse”.

También está disponible un informe del año 2018, siendo un estudio más minucioso que los anteriores, en la exposición se refleja una pérdida de capacidad del embalse por aterramiento estimada en el entorno del 10% provocado por la sedimentación de limos con alto contenido orgánico y se fija en la importancia del vertido de la industria láctea de Ólvega en el vertido de la EDAR de Ágreda.

En febrero de 2018 la CHE instala una sonda Acuadam en el embalse de El Val, una herramienta que permite incrementar los datos de seguimiento de calidad de sus aguas. Desde el día 1 de febrero se inicia la publicación de los datos en la página web de la CHE.

Por otro lado, el día 20 de febrero de 2019 se publica en el BOE una Resolución de 6 de febrero de 2019, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, por la que se declaran zonas sensibles en las cuencas intercomunitarias. Se declara el pantano Zona Sensible.

El suelo y los alimentos contaminados

Hay ausencia de nuevos informes desde 2018 y si los hay no se han publicado. Además, parte de la información que aparecía de la sonda Acuadam, la CHE la ha retirado de su web. Aún así, podemos aportar algunos datos que la sonda Acuadam registra. Dos premisas importantes para entender la gravedad de los siguientes datos son necesarias saber: que la vida acuática corre riesgo con valores por debajo de 3 mg/L de O2 y que, para dar servicio a la población en general, el agua sólo se suministra desde el fondo del embalse.

El día 22 de mayo de 2021 a 41 metros de profundidad se empiezan a registrar valores de < 3 mg/L de O2 y se mantienen valores similares en el fondo hasta el día 7 de noviembre. El día 9 de agosto llega a tener de 36 metros de columna de agua 27 metros sin oxígeno (0 mg/L de O2) y una turbidez de más de 700 NTU en toda la columna. La sonda se avería temporalmente entre noviembre y diciembre.

A finales de 2021 el desagüe de la EDAR vuelve a verter con lo que aparentan ser productos lácteos, dejando totalmente blanco el río como ya publicó AraInfo. La aportación, cuando menos, de materia orgánica al río Val llega al embalse y desde ese momento la sonda Acuadam pronto registra un aumento del valor de turbidez llegando en unos días a ser escandaloso y hoy día 22 de febrero de 2022 todavía continúa muy alto.

¿Qué ha pasado con El Val desde diciembre?

Cuando salta la alarma es gracias a la labor de vigilancia de personas sensibles con el ecologismo, se suceden denuncias, declaraciones de “yo no he sido”, la CHE lo confirma, los ayuntamientos se movilizan para salvar responsabilidades. El Ayuntamiento de Tarazona aprueba por unanimidad iniciar acciones legales contra los vertidos al embalse de El Val y, según la Plataforma del río Queiles, “todos los grupos políticos, escandalizados, ven los graves perjuicios ambientales; el sector primario en cabeza, viendo contaminar el suelo y quizás los alimentos también”.

Sin embargo, el grupo ecologista denuncia que “así seguimos” y anuncian que el lecho del río Val continúa blanco, el olor es pestilente, el fondo es una capa de vertido que impide la vida de cualquier especie vegetal y animal. El arrastre sigue hasta el embalse.

“Está muy bien denunciar y decir que se buscará al responsable y que se le denunciará, vamos que se hará justicia. Pero ninguna administración ni ningún grupo político pide o propone soluciones, esto es terrible. El río Val muerto, el embalse un depósito de vertidos, la fauna silvestre beberá y algunos animales domésticos también y a regar como si no pasara nada con un líquido sin oxígeno”, critican desde la Plataforma del río Queiles.

“Ya le pueden dar vueltas al asunto pero la solución es que el que ha ensuciado el agua que la limpie y, mientras tanto, que nadie use el agua del embalse, podemos utilizar la del río Queiles que de momento está en mejores condiciones”, concluyen desde el grupo ecologista.

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