El futuro presidente de Aragón en una coalición de extrema derecha PP-Vox-PAR, Jorge Azcón, ha realizado un discurso de investidura impropio de un profesional de la política como él. Ha comenzado muy nervioso, y ha terminado nervioso, frío y distante, sin rasmia, como si le produjera tristeza tener que gobernar nuestro país. Ha realizado un discurso deslabazado, con numerosas equivocaciones e incluso ‘errores’ en los datos económicos, saltando superficialmente de unos temas a otros y sin más eje transversal que garantizarse los apoyos necesarios de las formaciones del ultraderechista Vox y de la derecha extrema regionalista del PAR.
Y es que no todo es paz y amor entre las distintas facciones de su coalición de extrema derecha. Ha comenzado su discurso intentando marcar distancias con su socio ultraderechista y escisión del propio PP, Vox, al recordar a las últimas mujeres asesinadas por la violencia machista. Una violencia, la del terrorismo machista, negada por Vox, y más explícitamente por la ultraderechista que Azcón ha colocado como presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, que tutelaba con su mirada el discurso del candidato.
Tras esto, ha comenzado a divagar sobre conceptos como libertad, equidad, responsabilidad, etc, para acabar reconociendo que en líneas generales su gobierno será una profundización más neoliberal aún de los ocho años del lambanato, reconociendo que no derogará en su totalidad los ocho años de gestión legislativa y ejecutiva de Javier Lambán, si no que profundizará en el camino ya recorrido, por el anterior ejecutivo y tras los últimos 40 años de Estatuto. Ha destacado como sus dos grandes propuestas una bajada de impuestos generalizada, como excusa para que las rentas más altas disfruten de un paraíso fiscal en Aragón (algo ya iniciado por Lambán), y transferencia de dinero público a empresas privadas (otro de los ejes económicos del lambanato saliente, la colaboración público-privada), especialmente en las áreas de Educación y Sanidad.
Cabe destacar que el candidato Azcón ha conseguido transmitir su frialdad y tristeza discursiva a todo el hemiciclo, pues su discurso ha sido seguido por una cámara especialmente tranquila e incluso algo indiferente, solo alterada por las escasas interrupciones de la bancada del PP con tenues aplausos. Ni siquiera sus socios del ultraderechista Vox han acompañado ni una sola vez los aplausos del PP, mientras que el diputado del PAR, o lo que queda de el, se contentaba con celebrar los cargos y paguitas obtenidos en una negociación de la que el PP ha excluido a Vox.
En las negociaciones de reparto de cargos y paguitas entre la coalición de ultraderecha, obviamente es el PP quien se garantiza el mayor número de puestos en la DGA y sus organismos autónomos, y cede a Vox una de las dos vicepresidencias, (para recortar el gasto Azcón duplica su número) y dos consejerías (una de ellas una macroárea), mientras a última hora ha comprado los restos del PAR por unas pocas direcciones generales (cinco en concreto, y que aún están por decidir, aunque puede que una de ellas sea la nueva (también para recortar gasto, claro) Dirección General de Educación Privada-Concertada)).
De vuelta al debate, Azcón ha destacado que seguirá adelante con el Plan Extraordinario de Carreteras puesto en marcha por el ejecutivo de Lambán, también ha reivindicado el Pacto del Agua, como Lambán, un pacto firmado hace 25 años y absolutamente desfasado, ha anunciado un Plan Pirineos para el sector del turismo de nieve, en el que previsiblemente reaparecerá la unión de estaciones de esquí ya proyectada, y ahora en stand-by, por Lambán, ha anunciado una racionalización de la implantación de energías renovables, como Lambán, ha garantizado ‘alfombra roja’ para las multinacionales que quieran instalarse en Aragón, como Lambán, y, como Lambán ha defendido la sacrosanta unidad de España.
También ha anunciado ayudas directas por la sequía a la agricultura y la ganadería, exenciones fiscales si los hijos e hijas necesitan refuerzo escolar, mejoras salariales para el profesorado y los profesionales del sector sanitario, convertir a Zaragoza en el referente internacional para el aprendizaje del castellano, un Plan de salud mental, o reducir las listas de espera del Salud, y todo este incremento presupuestario reduciendo la recaudación de impuestos, el sorber y soplar fracasado del sectarismo neoliberal. Pero Jorge Azcón, consciente del desfase que sus propuestas de ingresos y gastos supondrá, ya se ha puesto la venda antes de la herida, y ha asegurado que si no puede cumplir sus vagas promesas será por la falta de financiación con que el Estado español castiga a Aragón, y ya ha responsabilizado de ello al futuro gobierno estatal. Sin embargo, de cumplir el Estatuto y crear un Hacienda Foral Aragonesa, de la Deuda Histórica del Estado con nuestro país, o de las comisiones bilaterales Aragón-España para financiación e infraestructuras no ha hecho mención alguna.
Finalmente, caben destacar las dos únicas propuestas novedosas planteadas por Azcón: un proyecto por el bicentenario del fallecimiento de Francho de Goya y Lucientes para el 2028, incluyendo el cambio de nombre de la estación ferroviaria de Delicias por estación Goya, y el proyecto “Aragón, el Reino de la Luz”, un recorrido por la milenaria historia de la nación aragonesa con el proyecto “Las Edades del Hombre” como referencia , pero que Azcón ha definido como “un proyecto cultural para reivindicar la riquísima historia de Aragón y su participación decisiva y central en la construcción de España”, como hubiera definido el mismísimo Lambán. Sobre ambos proyectos, Azcón, no ha dado detalles, ni mucho menos como piensa financiarlos.
Este próximo jueves será el turno de réplica de los grupos parlamentarios en las Cortes de Aragón, y quizá entonces será posible contrastar las difusas propuestas de Azcón con la realidad de los problemas cotidianos y estructurales de la sociedad aragonesa.
