El sindicato STEA-I ha querido apoyar públicamente la iniciativa de un grupo de 30 equipos directivos de centros de las comarcas del norte de Aragón de denunciar la situación que vive la escuela rural. El escrito que plantean detalla de manera pormenorizada los aspectos en los que se ha de mejorar para que la escuela rural pueda seguir ofreciendo una enseñanza de calidad y ajustada a las necesidades del alumnado.
La formación sindical ha querido hacer referencia a los diferentes Gobiernos, “en repetidas ocasiones vemos a nuestros políticos llenarse la boca al hablar del apoyo a la escuela rural, o de lo importante que es para una localidad mantener abierta la escuela, pero luego la realidad nos dice algo muy distinto”.
Así, recogiendo el testigo de este grupo de docentes, advierte de los “equipos directivos en precario, pérdida constante de poder adquisitivo, imposición de trámites burocráticos que para nada tienen en cuenta las peculiaridades de la escuela rural… Y así un largo etcétera que está llevando al límite a un profesorado firmemente implicado en este tipo de escuela, pero que se encuentra en una situación insostenible”.
Además de todo eso, aseguran que la Administración está recortando en auxiliares de Educación Especial y técnicos de Educación Infantil, “provocando que el profesorado adquiera responsabilidades que no le corresponden. Se escudan en que no hay partida presupuestaria, pero nos consta que para otras cosas sí que hay dinero”.
Desde STEA-i, apoyan y secundan estas reivindicaciones y apuestan por una escuela rural dotada de los medios, tanto materiales como personales, que le permitan llevar a cabo su labor de la mejor manera.
“No basta con el reconocimiento y con la palmadita en la espalda, exigimos que se tenga en cuenta la escuela rural a la hora de implementar leyes y aplicaciones de gestión. Basta ya de centralización”, concluyen desde el sindicato.