¡Qué se disuelvan y entreguen las cámaras!: estrategias mediáticas funcionales al genocidio israelí

La guerra permanente que lleva décadas padeciendo el pueblo palestino y que, en la actualidad, se ha intensificado de una forma bestial, se parece mucho a la Nakba de 1948, en donde de forma orquestada se expulsó forzosamente a cientos de miles de palestinos de sus territorios; produciéndose una limpieza étnica durante la creación del Estado de Israel. Así argumentaba la periodista experta en conflictos y en el mundo árabe Teresa Aranguren, quien considera que al igual que en la estrategia de 1948, estamos ante “el preludio de una limpieza étnica en la que Israel se anexiona territorio sin sus habitantes”.

El humorista egipcio Bassem Yoyssef en el programa “Piers Morgan Uncensored”.

Crímenes de guerra que tienen su contestación a través de diferentes manifestaciones por todo el mundo en donde se exige el cese del fuego y la libertad para Palestina. Manifestaciones que se producen incluso a pesar de que, como en Alemania, hayan sido prohibidas.

Pero, a pesar de las manifestaciones y de que cada vez más gente sea consciente de la violencia sistémica de Israel contra Palestina, este exterminio sería imposible de legitimar para gran parte de la opinión pública si no fuera por el afable trato mediático que el Estado de Israel está teniendo en los principales medios de comunicación a nivel internacional. Veamos algunos ejemplos.

Deshumanización

Hace unos días se hacía viral una entrevista al humorista egipcio Bassem Yoyssef en el programa “Piers Morgan Uncensored” a raíz de que el humorista fuera desmintiendo cada uno de los bulos y falacias repetidas por los voceros mediáticos favorables a Israel. Éste utilizó el sarcasmo y la ironía para denunciar la terrible situación que se está viviendo en Palestina: “Israel advierte a los civiles antes de bombardearlos, ¡qué monada!”. Y comparaba la situación que vive el pueblo palestino con la que en su día sufrieron los judíos con los nazis: “Antes que los judíos fueran arrojados a las cámaras de gas, la propaganda nazi los llamó ratas”.

La comparación entre la deshumanización que vivió el pueblo judío con los nazis y lo que está viviendo el pueblo palestino con el proyecto sionista de Israel puede parecer exagerada, pero no lo es. El propio ministro de defensa de Israel Yav Gallant llamó a los palestinos “animales humanos” y, de igual manera, el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios Ghasán Alian sentenció: “Los animales humanos deben ser tratados como tales. Israel ha impuesto un bloqueo total a Gaza. No habrá electricidad ni agua, sólo destrucción. Queríais un infierno y tendréis un infierno”. En este sentido, la historia nos recuerda que antes de la cámara de gas vino la muerte y la deshumanización a través del lenguaje: la palabra mata antes que la bala.

“Guerra entre Israel-Hamás”

Otra estrategia de para difuminar la realidad consiste en establecer un marco mediático en el que se analiza el conflicto como una “guerra entre Israel y Hamás” y no como una guerra entre Israel y Palestina o, mejor dicho, un genocidio y una limpieza étnica llevada a cabo por el Estado de Israel en Palestina. ¿Por qué la mayoría de los medios que se opusieron a la invasión de Ucrania no lo hacen con Palestina? ¿Por qué la misma prensa que con ímpetu defendían el derecho a defenderse en Ucrania no lo hacen con Palestina? ¿Tendrá que ver en todo esto la OTAN y Estados Unidos?

Es difícil, por no decir prácticamente imposible, encontrar un gran medio occidental o estadounidense, tanto de izquierdas como de derechas, que no haya usado el marco “guerra entre Israel y Hamás” para analizar el conflicto. En el Estado español, salvo algunos medios de los denominados “alternativos” como Carne Cruda, Canal Red, La Directa, Kaos en la Red, ElDiario.es o Público, todos venían analizando de forma sistemática el conflicto a través de dicha representación; una determinada manera de ver el conflicto que invisibiliza a Palestina y contribuye a justificar los bombardeos indiscriminados, ya que no es lo mismo justificar asesinatos contra Hamás que contra población civil. El comodín de Hamás es funcional a los intereses imperialistas de Israel. Las palabras nunca son inocentes.

No obstante, parece que cada vez hay más medios que están optando por hablar de guerra entre “Israel-Gaza” o “Israel-Palestina”, algo que sigue siendo insuficiente para plasmar la realidad, ya que como claman en numerosas manifestaciones a favor de Palestina: “¡No es una guerra, es un genocidio!”.

“La guerra comenzó tras el ataque de Hamás”

Otro de los relatos tramposos que se ha propagado es aquel que hace creer que la guerra comenzó tras el terrible ataque de Hamás el 7 de octubre. Un relato que, en la mayoría de los casos, parcializa la realidad y desecha el contexto de que el Estado de Israel lleva 75 años colonizando territorio palestino y asesinando civiles indiscriminadamente.

Medios de ultraderecha caracterizados por difundir bulos de forma constante como OK Diario, Libertad Digital o The Objective llevan defendiendo este tratamiento mediático y obviando la colonización israelí de forma constante. Pero no. No se puede analizar un bosque mostrando solo un único árbol. Y quien lo hace está manipulando de forma deliberada.

Los “40 bebés decapitados por Hamás”

¿Recordáis aquello de que “el propósito del periodismo es dar información veraz”? Pues bien. Quizás algunos medios han preferido dejar a un lado la veracidad de los hechos y abrazar abiertamente la propaganda israelí. Basta con observar que ya ha pasado más de medio mes desde que se desmintió el bulo de los “40 bebés decapitados” por Hamás, y medios como El Heraldo, El Periódico de Aragón, Libertad Digital, 20 minutos, La Vanguardia, Espiral 21, La Bandera, Andalucía Información, el Publimetro o El Correo siguen manteniendo intactas noticias que dan veracidad a ese bulo. El cual fue fabricado por el medio ultraderechista israelí i24 News.

Por su parte, Ok Diario, el panfleto ultraderechista del “hermano” de Ferreras, Eduardo Inda, para aumentar el sensacionalismo mantiene publicada una noticia que afirma que los bebés fueron asesinados “en sus cunas”. ¿Hay pruebas? No. Pero… ¿Quién necesita pruebas cuando puedes inventarte la información a tu antojo?

“Un bombardeo sobre el hospital Bautista Al-Ahli de Gaza”

Otro de los bulos mediáticos vino a raíz del bombardeo israelí en el Hospital Al Ahli en el que murieron al menos 500 personas. Una vez que el ataque se había producido, cuentas afines al Estado de Israel empezaron a propagar fakes con el fin de generar un panorama de absoluta desinformación y confusión en la opinión pública.

Vayamos por partes. Minutos después de conocerse el ataque al hospital, el primer ministro de extrema derecha israelí acusado de corrupción, Netanyahu, borró el siguiente tuit: “Esta es una lucha entre los niños de la luz y los niños de las tinieblas, entre la humanidad y la ley de la selva”. Asimismo, a la media hora del ataque, un portavoz del ejército de Israel confirmó su autoría, llegando a afirmar que habían advertido de que se evacuara ese hospital y cinco más. También Hanaya Naftali, figura implicada en las comunicaciones del gobierno israelí, escribió en la red social X: “La fuerza aérea israelí golpea una base terrorista de Hamás en un hospital en Gaza, numerosos terroristas han muerto”.  Posteriormente borro el tuit y se excusó diciendo que compartió “por error un informe de Reuters que afirmaba falsamente que Israel atacó el hospital” en la Franja de Gaza. Ya…

Conforme se mediatizaba el atentado, el Ejercito israelí daba una segunda versión negando ser el responsable del ataque y poniendo el foco en Hamás: “Según un análisis de los sistemas operativos, una andanada de cohetes fue lanzada por terroristas en Gaza, pasando muy cerca del hospital Al-Ahli de Gaza en el momento en que fue alcanzado”.

Según esta segunda versión iba permeando en la opinión pública y para atribuir el bombardeo a Hamás y a la Yihad islámica, se difundía un video en el que se ve un misil nocturno lanzado al cielo que se desvía e impacta cerca de donde se había lanzado. Video que fue catalogado de bulo ya que circulaba en Facebook desde agosto del 2022 tal y como explicaban en Newtral. No hay que ser un hábil experto en geopolítica para ver que la versión de Israel es insostenible.

Cabe tener en cuenta además que, tal y como señalaron diversos expertos, ni la Yihad islámica ni Hamás han usado nunca misiles y siempre han usado cohetes, los cuales no tienen la capacidad destructiva para volar por los aires el hospital de Gaza.

Sin embargo, a raíz de las diferentes versiones que el Estado genocida de Israel y sus tentáculos mediáticos iban difundiendo, los medios de comunicación también iban variando sus publicaciones. Es el caso por ejemplo de El País, que su titular inicial fue ‘Un bombardeo israelí a las puertas de un hospital en Gaza causa cientos de muertos y heridos’ y posteriormente dejó de señalar a Israel como el culpable del bombardeo: ‘Un bombardeo en un hospital de Gaza causa cientos de heridos’. Algo que reprodujeron la mayoría de los medios generalistas.

De este modo, muchos de los medios que no tuvieron reparos en señalar y propagar masivamente el bulo de “los bebes decapitados” y aun a día de hoy, mantenerlo, tienen dificultades para poner el foco en Israel como autor del bombardeo del hospital de Gaza, tal y como apuntan todas las evidencias.

Por su parte, Antena 3 Noticias, subía el nivel de manipulación y rotulaba una noticia de esta forma: ‘Las imágenes que apuntan a que la explosión del hospital se produjo por un cohete fallido de la Yihad islámica”. Posteriormente añadían que “la autoría no tiene confirmación oficial”. Es decir, por un lado, Antena 3 te está afirmando que fue la Yihad islámica quien produjo la explosión en el hospital y posteriormente te dice que no saben quién ha podido ser. De risa. Luego Antena 3 recibe premios de periodismo y así todo…

La equidistancia de las dos versiones

Pero no solo mediante la propagación masiva de información sin contrastar, bulos, versiones adulteradas o relativizar al agresor se blanquea el aparheid israelí. Hay otras tácticas más sutiles y que tienen una enorme eficacia al pasar más desapercibidas en la opinión pública. Simplemente basta con mostrar planteamientos equidistantes entre la víctima, Palestina, y el colonizador, Israel, en una suerte ficticia de igualdad de condiciones. De este modo, ni las víctimas son presentadas como víctimas, ni los agresores como agresores. Algo que, necesariamente, es funcional a los intereses del agresor.

Esto lo contemplamos de forma muy clara cuando, tras el bombardeo al hospital Bautista en Gaza, se protagonizaron eternas tertulias televisivas que debatían y ponían encima de la mesa la versión de Israel y la de Palestina. Lo vimos en el programa de Al Rojo Vivo: ‘Israel y Hamás se acusan mutuamente de la matanza en Gaza’ y en Telecinco: ‘500 muertos tras un ataque contra un hospital de Gaza: Palestina acusa a Israel, este a Hamás y sus aliados’. Análisis que, a simple vista, pueden parecer inocentes, pero que no lo son si tenemos en cuenta la trayectoria de manipulación y desinformación vertida de forma constante por Israel cuando comete crímenes de guerra.

Como desarrolló la periodista experta en Derechos Humanos y Oriente Medio Olga Rodríguez en un magnífico artículo en ElDiario.es, Israel ha negado otros ataques contra civiles o los ha justificado como autodefensa. Como el asesinato de la periodista de la cadena Al Jazeera, Shireen Abu Aklehm, quien murió tras un disparo de un francotirador israelí e Israel acuso de su muerte a “palestinos armados”.

Del mismo modo, tras una terrible ofensiva israelí en el 2014 que dejó 1.462 víctimas palestina, Israel también negó su autoría y la imputó a Hamás. Igualmente, ese mismo año el ejército de Israel justificó el asesinato de cuatro niños que jugaban en la playa afirmando que los había confundido con miembros de Hamás. Los niños tenían 9, 10 y 11 años. Y algo similar ocurrió cuando bombardeo en el año 2006 varias ambulancias, cuya autoría negó inicialmente.

Estos hechos en donde Israel manipula la realidad dando diferentes versiones, negando su autoría, atribuyéndola a Hamás o disfrazándolos de guerra contra ésta no son hechos aislados; es un modus operandi que lleva practicando de forma sistemática durante décadas. Y por eso, quienes ponen encima de la mesa la versión de Israel como si fuera una versión más, están siendo cómplices de su genocidio. Como bien dicen: “Si una persona dice que llueve y otra dice que no, tu trabajo como periodista no es darles voz a ambas: es abrir la ventana y ver si está lloviendo”.

Hacer pasar por antisemitismo el antisionismo

En esta guerra la mentira es un arma poco ética pero muy eficaz para conseguir los objetivos; especialmente si estos son difíciles de asumir por la opinión pública. Y siguiendo esta premisa, la embajada de Israel jugó sus cartas y afirmó que en el gobierno español hay “ciertos elementos” a los cuales acusaba de “alinearse con el terrorismo tipo ISIS”. Dicho de otra forma: si eres un ministro o ministra y criticas los bombardeos sobre población civil del Gobierno del corrupto Benjamín Netanyahu, automáticamente pasas a estar relacionada con el terrorismo tipo ISIS. Declaraciones falaces pero que tenían un claro objetivo de cara a seguir marcando la agenda en sus intereses geopolíticos.

Dicho y hecho. A los pocos días el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, pidió el cese de la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, con las siguientes palabras: “En el Gobierno de España el antisemitismo no debería tener cabida. Pedro Sánchez, que se tilda de demócrata, debería arrancar el antisemitismo para que no arraigue en el Gobierno”. Declaraciones falaces pero que eran un guiño indiscutible al Estado de Israel.

Aunque, siguiendo la lógica de todas estas cínicas declaraciones… ¿Los que critican a los atentados de Hamás o de la Yihan islámica son islamófobos? ¿Los que criticaban a los nazis alemanes eran germanófobos? Es más que evidente la manipulación de quienes sostienen las tesis de que criticar a Israel es ser un antisemita.

Esta comparación interesada entre criticar el apartheid de Israel y ser un antisemita, también la sufrió la banda SKA-P a raíz de su canción a favor de la libertad en Palestina, ‘Intifada’. Canción que incluso llegó a ser prohibida por la fiscalía de Munich por ser “delictiva” y que la banda no pudo tocar este 15 de julio. “Es la primera vez en 29 años que nos ocurre algo así”, explicaban en la banda.

Por su parte, el ABC también se subió al carro de la desinformación y sacó una noticia titulada: ‘El antisemitismo de los dirigentes palestinos y la extrema izquierda abre una crisis en las izquierdas francesas.’ Argumentando que lideres como Mélenchon estaría apoyando “declaraciones racistas y antisemitas”. De nuevo, el ABC, demonizando a quienes se atreven a cuestionar la violencia sistemática de Israel y haciendo pasar por antisemitismo lo que es una crítica a la invasión israelí.

Recordemos que el ABC dedicó portadas a Franco o que incluso llegó a poner en portada un retrato del mayor antisemita de todos los tiempos, Adolf Hitler, para celebrar su 50 cumpleaños. “Hoy, 20 de abril, cumple el Canciller del Reich cincuenta años, y con este motivo Alemania celebra grandes fiestas, a las que asiste una Comisión española, presidida por el glorioso general Moscardó, el héroe del Alcázar de Toledo. ABC se honra en esta fecha publicando en su primera página el retrato del jefe del Estado alemán”, aparecía junto al retrato del dictador nazi. En la actualidad esta portada se puede consultar en la propia hemeroteca del ABC.

Pero esto no acaba aquí. Carlos Martinez Gorriaran, el que fuera militante de ETA VI y miembro de UPyD, escribió un infame artículo en Vozpópuli titulado ‘¿Tenemos ministros terroristas?’, en donde aparecía una foto de Ione Belarra e Isa Serra, de Podemos. En el impublicable artículo, Gorriaran afirmaba que “los ministros comunistas del Gobierno de España están defendiendo el terrorismo” y afirmaba que Ione Belarra y Yolanda Díaz estaban humillando a España “con sus obscenas exhibiciones proterroristas y antisemitas”.

Pero en este caso como en tantos otros, el problema no es tanto que tipos como Gorriaran piensen así, como que sus opiniones tengan cabida en los medios de comunicación y puedan influir en la opinión pública. ¿Os imagináis que en el supermercado vendiesen carne con listeria a propósito? Pues eso está haciendo Vozpopuli, el ABC y todos esos panfletos de ultraderecha con la información.

Recientemente la Doctora en Información y Comunicación y experta en Oriente Medio, y colaboradora de AraInfo, Isabel Pérez, denunciaba en el Canal 24 horas de RTVE la instrumentalización y manipulación que están haciendo los medios de derecha y ultraderecha.

Y es que, el panorama de desinformación es tal que los antisemitas y la ultraderecha de toda la vida, con el apoyo mediático, están normalizando denominar “antisemitas” a quienes defienden los Derechos Humanos, quieren libertad para Palestina y piden que se cumplan las diferentes resoluciones de la ONU, donde se considera que Palestina es un territorio ocupado ilegalmente por Israel y se exige a las fuerzas de ocupación israelíes abandonar el territorio y regresar a los límites establecidos en la resolución 181.

Tal y como relataba el bueno de Eric Cantona:

Defender los derechos humanos de los palestinos no significa ser pro-Hamas.

Decir “Palestina libre” no significa que seamos antisemitas o que queramos la desaparición de todos los judíos.

“Palestina libre” significa liberar a los palestinos de la ocupación israelí que los ha privado de sus derechos humanos básicos durante 75 años.

“Palestina libre” significa dejar de encerrar a 2,3 millones de palestinos en la prisión al aire libre más grande del mundo, la mitad de los cuales son niños.

“Palestina libre” significa poner fin al apartheid impuesto por el gobierno israelí.

“Palestina libre” significa dar a los palestinos el control de las principales infraestructuras de su país.

¿Hasta cuándo?

Mientras tanto, el Estado de Israel sigue aplicando castigos colectivos, bombardeando población civil, hospitales, templos y corredores humanitarios, así como aplicando todo tipo de violencia con el fin de consumar un genocidio que después de 16 días ya supera las 5.087 personas asesinadas, incluidos 2.055 niños, 119 mujeres y 15.273 heridos. Y todo esto con el beneplácito de Estados Unidos, la Unión Europea y la pasividad de la comunidad internacional, así como con la colaboración de cierta prensa sin escrúpulos que ha vendido su carné de periodismo al servicio de la propaganda israelí y estadounidense, y que, día tras día, sigue asumiendo un papel político en el blanqueamiento del genocidio en Palestina.

Si a toda esa prensa le quedara algo de dignidad, escrúpulos y respeto por su profesión, deberían disolverse y entregar las cámaras.


Más información en este especial.

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