¿Por qué ha estallado la asediada Franja de Gaza?

Como la gran mayoría de los medios de comunicación no pueden y/o no quieren decirles porqué pasa lo que está ocurriendo entre “Gaza e Israel”, desde AraInfo nos vemos en la obligación de aportar la información, y el contexto, que merecen los lectores y las lectoras. Aquí, de forma breve, vamos a responder a las preguntas esenciales que seguramente se harán: ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién?

Una niña mira la torre Hanadi destruida tras una serie de ataques aéreos israelíes contra Gaza el 12 de mayo de 2021. Foto: UNRWA

Qué, dónde y cómo

En la madrugada del 7 de octubre, el brazo militar de Hamás, y las facciones de la resistencia armada palestina, empiezan un bombardeo masivo a los territorios donde el régimen sionista de Israel lleva a cabo una limpieza étnica desde hace décadas. Durante más de dos horas Hamás lanzó más de 5.000 cohetes de fabricación local. Los cohetes cayeron a las bases aéreas y terrestres del ejército israelí. El bombardeo fue acompañado con un ataque cibernético, medidas de guerra electrónica y ataques de drones. Bajo esta cubertura de fuego, los milicianos palestinos pusieron explosivos en ocho puntos de la valla divisoria que cierra la Franja de Gaza, y luego entraron con motos, buggies, vehículos 4x4, a pie, con parapentes por el aire y con botes de goma por el mar.

Este ataque combinado, que contó con herramientas de combate fabricadas localmente con material de baja calidad basado en gran medida sobre tecnología iraní, resultó eficaz. Todas las estaciones de alarma anticipada, los sistemas de comunicación militar, y las bases de guerra electrónica y cibernética en los centros de comando y control del ejército israelí en el sur de la Palestina ocupada se quedaron fuera del servicio durante siete horas al menos.

El famoso sistema contra cohetes y proyectiles ‘Cúpula de hierro’ -que es un proyecto entre la empresa israelí ‘Rafael’ y la estadounidense ‘Raytheon’- no pudo funcionar más de una hora, debido al efecto “dumping” causado por la densidad de las ráfagas de cohetes que le inundaron.

Se estima que 4.000 combatientes palestinos participaron en el ataque llamado por Hamás ‘Tormenta de Al Aqsa’, la gran mayoría se retiró a la franja, mientras quedaron unos cientos en localidades en el lado israelí llevando combates contra tropas sionistas. Se advierte, por los videos hechos por los mismos combatientes, o por civiles palestinos que entraron al lado israelí de la línea divisoria, o por civiles israelíes, que la actitud de los combatientes es heterogénea e incluso contradictoria. Por un lado, vemos disparos y captura de militares israelíes, por otro, ataques indiscriminados. También vemos muchos videos de buen trato de cautivos israelíes. Una cosa que Pedro Sánchez, José Manuel Albares y otros muchos señores y señoras tendrían que contrastar antes de repetir los términos sionistas, que tachan a Gaza como fuente de “ataques terroristas indiscriminados”.

Los palestinos y las palestinas llevan denunciando desde 1967 que la Franja de Gaza este bloqueada, y dicen que están bajo un cierre casi hermético desde 2006. Pero la clase dominante en Occidente, que apoya incondicionalmente a Israel, no quiere dar voz al pueblo palestino. Muchos intelectuales judíos antisionistas, la ONU y muchas ONGs internacionales lo dijeron, y tampoco se hizo caso. Es un estallido muy previsible, inevitable, y definitivamente no será el último. En la franja viven casi dos millones de personas, más del 70% de ellas son refugiadas dentro de su país, refugiadas de los territorios ocupados y limpiadas étnicamente por el movimiento sionista para crear el Estado de Israel en 1948. Casi el 80% de dicha población palestina vive inseguridad alimentaria, y no se le deja buscar opciones fuera de dicha franja de 365 kilómetros cuadrados. Gaza está también bajo un gobierno represivo y corrupto que lo controla Hamás. Ni el bloqueo ni Hamás, hubieran existido si no se hubiera producido la ocupación israelí. El terrorismo tiene nombre con sinónimos y causa: el Proyecto sionista, o Israel.

¿Quién?

¿Quiénes son los combatientes palestinos que degollaron a soldados israelíes? ¿Quiénes son aquellos “árabes crueles y salvajes” como los llama Israel y sus voceros en los medios? Son jóvenes, la mayoría no llega a tener 25 años de edad. Son gente que nació en la franja, son gente que pasó 17 años bajo bloqueo, bajo 9 operaciones militares, y cientos de olas de bombardeos indiscriminados israelíes. En el año 2006 varias ONGs internacionales estimaron que el 90% de los niños y de las niñas de la franja tienen problema de “incontinencia nocturna”. Esos niños y niñas son ahora hombres y mujeres jóvenes, sin trabajo -la tasa de desempleo juvenil es de más del 65%- y sin esperanza en un futuro. Son jóvenes que nunca salieron de la franja de Gaza -que tiene la misma superficie que la localidad de Exeya en Aragón, o Malagón en Castilla La Mancha o Cieza en Murcia. Son jóvenes que sienten mucha injusticia y rabia, y para la mayoría de estos jóvenes combatientes la operación ‘Tormenta de Al Aqsa’ ha sido su primera ocasión de salir de este territorio cercado.

¿Quién tiene la culpa? Evidentemente el régimen sionista de Israel y las clases dominantes en Europa. Quiénes ostentan el poder no quisieron resolver su racismo y su antijudaísmo. Su única “solución” fue fomentar la creación del ente colonial israelí en detrimento del pueblo palestino.

¿Cuándo?

¡En el gran octubre! Así un gran amigo, y camarada de cárcel, llama a este mes. Estábamos juntos, celebrando mi liberación de la cárcel, en la playa cerca del campo de refugiados de Yabalia —que tiene la densidad demográfica más alta del planeta—. Es un beduino refugiado nacido en un campo de refugiados, en la miseria. Sus padres llegaron a la Franja desde la localidad Alyammama, donde los sionistas construyeron el kibutz Rohma. Unos de los kibutz atacados por Hamás.

“El gran octubre” está marcado en la memoria colectiva árabe con la victoria de la guerra del 6 de octubre 1973, cuando los ejércitos egipcio y sirio sorprendieron a Israel con un ataque que resultó después, de procesos políticos de negociación, a liberar la península del Sinaí y una parte pequeña de la meseta del Golán. La historia se repite pero de otra forma el 7 de octubre de este año. Aunque no se trata de una victoria, si podemos hablar de un efecto de shock semejante. En aquel momento del 1973, Israel subestimó la capacidad de los árabes, y eso se ve claramente en los cientos de miles de paginas de su archivo que publicaron el mes pasado.

Aunque Israel fue derrotado tras haber ocupado territorios árabes y maltratado a su población, el régimen sionista sigue haciendo películas que muestran a los y las israelíes como representantes de la “civilización blanca” frente a la “barbarie árabe”. También siguen negando haber sido engañados por los árabes a través del agente egipcio Ashraf Marwan, e intentan mostrar lo contrario.

Es la disonancia cognitiva colonialista, que Benyamin Netanyahu encarna cuando, después de haber declarado la guerra, pidió con tono agresivo a la población de la Franja de Gaza: “Que se marche de allí” porque van a “actuar contra Hamás”. Igual Netanyahu no quiere reconocer que la causa palestina no se limita en Hamás, y que marcharse de Gaza llevará a un genocidio o a un regreso a los territorios ocupados en 1948 y por ende el final del régimen colonialista de Israel.

Es seguro que el final del régimen sionista de Israel no se producirá a manos de una facción islamista, porque representa a una parte de la clase explotadora, y porque su acción militar no se guía con una estrategia política madura. La liberación de Palestina es un proceso que únicamente puede lograr un movimiento de masas con un objetivo claro: El Estado de Palestina entre el rio Jordán y el Mediterráneo con estructura socio-económica pluralista, socialista, laica y democrática.

Mientras tanto, el pueblo palestino tendrá que encontrar y realizar su revolución interna contra la clase dominante. Deberá también regenerar su organismo representativo, que tendrá que encontrar la combinación adecuada de métodos de lucha, incluida la lucha armada politizada. Desgraciadamente, por el momento vamos a ser testigos de una ronda de agresión sionista criminal que sería la más dura desde la invasión israelí de 1967.

¿Por qué?

Por que la tercera ley de Newton dice que toda acción genera una reacción de igual intensidad, es una ley objetiva de la naturaleza que bien se puede aplicar a las dinámicas sociales. El estallido fue inevitable debido al colonialismo sionista que practica el régimen de Israel. Es también una necesidad para Hamás, que necesita restaurar su imagen tras años de gobernar la franja con mano de hierro y mucha corrupción. Al mismo tiempo lo necesitan para que sus combatientes movilizados y adoctrinados no se vayan, tras la inacción de Hamás frente a la represión y agresiones israelíes del día a día contra el pueblo palestino en Jerusalén y Cisjordania.

Los medios israelíes mainstream como la cadena oficial ‘Kan’ o las cadenas privadas laicas ‘Canal 12’ y ‘Canal 13’ llevan dos días con tertulias, animadas por exmilitares, militares reservistas, analistas, políticos y (desgraciadamente) periodistas, que no dejan de repetir un campo semántico apocalíptico. Así son las frases más repetidas: “Hay que aniquilar la base del terrorismo en Gaza. Hay que recoger apoyo internacional. Estamos frente a un enemigo que nos quiere matar a todos. Hay que aniquilar a Hamás. Tenemos que garantizar la libertad de acción contra la Franja de Gaza y contra Cisjordania”. Es inevitable sabiendo, que por ley, ninguna cadena de televisión puede tener permiso sin comprometerse a fomentar el sionismo, es decir fomentar la ideología sionista bélica llena de antropofobia.

Las cuentas oficiales de políticos y políticas, y entes estatales israelíes en español o inglés, publican contenido diferente al contenido en hebreo. Para saber lo cruel, ideologizado, colonialista y racista que es el régimen sionista hay que entrar a esas cuentas en hebreo y pinchar a la opción de traducción. Así se percibe mucho más claro.

EEUU envió al portaviones ‘Gerald Ford’ para dar apoyo operacional con guerra electrónica y cibernética, e incluso con fuego si es preciso, para compensar la derrota tecnológica israelí-estadounidense frente a la tecnología iraní durante la operación ‘Tormenta de Al Aqsa’. Están dispuestos a participar de otro crimen contra el pueblo palestino. El régimen sionista, el único con armamento nuclear en la región, no desaparecerá por el estallido de una guerra, y la milicia islamista de Hamás no liberará Palestina. Tampoco las armas nucleares israelíes y los portaviones de EEUU impedirán que la lucha por la liberación de Palestina continúe.

Mientras tanto, Israel tiene que ser castigado. Y esto lo podemos hacer boicoteando todo lo que le representa en política, arte, economía, y deporte.


Más información en este especial.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies