Lula da Silva se entrega a la policía e ingresa en prisión acompañado de miles de manifestantes

El exmandatario salió del sindicato de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo hasta en dos ocasiones debido a que la primera vez un grupo de simpatizantes rodeó el coche de Lula y le impidió avanzar. Los movimientos sociales brasileños ya han convocado diversos actos de apoyo hasta el 1 de mayo.

Dilma Rousseff y Lula da Silva

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva se ha presentado finalmente a la Policía Federal en Sao Paulo y lo ha hecho acompañado de miles de manifestantes que trataron de impedir la detención. El exmandatario salió del sindicato de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo hasta en dos ocasiones debido a que la primera vez un grupo de simpatizantes rodeó el coche de Lula y le impidió avanzar. Después el convoy policial se dirigió al aeropuerto de Sao Paulo para conducirle a Curitiba donde ha ingresado en prisión.

Ya en la sede policial, la policía cargó con gas pimienta, balas de goma y bombas de estruendo a los y las simpatizantes que acudieron para apoyar al presidente.

Antes de entregarse Lula da Silva defendió su inocencia y reiteró su intención de ser candidato en las próximas elecciones presidenciales.

Los movimientos sociales brasileños rechazan la condena de 9 años de prisión (tras la ratificación del Tribunal Regional Federal se ha elevado a 12 años y un mes) por el supuesto delito de corrupción pasiva y lavado de dinero.

Por su parte, Lula da Silva ha denunciado el proceso como una persecución judicial en su contra para evitar su candidatura a las elecciones presidenciales de las cuales es precandidato y figura como el favorito según las encuestas.

La decisión de condena contra Lula fue dictada por un apartamento ubicado en una playa de Sao Paulo que supuestamente recibió el líder político de una empresa que tenía negocios con su Gobierno (2003-2010), pero dicha propiedad nunca ha estado a su nombre.

Asimismo, representantes del Partido de los Trabajadores (PT), agrupación que postuló la candidatura de Lula, ha denunciado en varias ocasiones que en Brasil existe una persecución política y judicial contra el exmandatario.

Mientras, los movimientos sociales brasileños ya han convocado diversos actos de apoyo hasta el 1 de mayo. Los frentes Brasil Popular y Pueblo sin Miedo (Povo Sem Medo) han divulgado una carta en la que denuncian que esta detención no es más que otro paso hacia el golpe de Estado: “La detención de Lula es parte esencial del golpe que está en curso contra el pueblo brasileño”.

“La ofensiva conservadora que lideró el impeachment contra la presidenta Dilma, provocó el asesinato de Marielle Franco, se manifiesta también en la prisión del presidente Lula. Lula es un preso político, su encarcelamiento inaugura un nuevo ciclo de golpe y nos desafía a ampliar nuestra capacidad de lucha y resistencia”, aseguran.

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