La conquista del derecho de voto de las mujeres en la II República

Hoy, 19 de Noviembre, aunque una parte de nuestra sociedad machista y patriarcal no lo celebrará, es el 86º aniversario de la primera vez que la mujer pudo votar en este país. Un acontecimiento que marcó un antes y un después en el avance de la democracia y que, para otra parte de la sociedad española, supone un hito fundamental en la Historia. Era un primer paso en el largo camino hacia la igualdad. Un camino del que aún nos queda un largo recorrido porque la igualdad real no existe en España. No hay más que ver la brecha salarial …

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Álvaro Sanz, coordinador general de IU Aragón. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Hoy, 19 de Noviembre, aunque una parte de nuestra sociedad machista y patriarcal no lo celebrará, es el 86º aniversario de la primera vez que la mujer pudo votar en este país. Un acontecimiento que marcó un antes y un después en el avance de la democracia y que, para otra parte de la sociedad española, supone un hito fundamental en la Historia.

Era un primer paso en el largo camino hacia la igualdad. Un camino del que aún nos queda un largo recorrido porque la igualdad real no existe en España. No hay más que ver la brecha salarial y social, seguimos teniendo una sociedad patriarcal contaminada del machismo secular que ha considerado a la mujer en un plano inferior al hombre.

España fue pionera en el voto femenino, mucho antes de que las Naciones Unidas lo acordara en 1948, en su declaración Universal de los Derechos Humanos y antes de que la Convención sobre los derechos políticos de la mujer, en 1952 lo proclamara afirmando que “las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna” (Artº 1) la II República Española, adelantándose a su tiempo, ya lo había reconocido. Se hizo el 1 de octubre de 1931. Ese día, en sesión plenaria, las Cortes republicanas, reconocieron el derecho de las mujeres a votar. España era una República, esa forma de estado que hoy no nos dejan elegir. Fue, con un gobierno republicano, cuando la mujer empezó a ganar derechos y, a la vez, la sociedad, dignidad.

No fue nada fácil reconocer y dar ese derecho a la mujer. Una parte importante de la sociedad civil y política de aquel entonces consideraba a la mujer muy poco formada, sin espíritu crítico, y totalmente dominada por el hombre que le impedía tener su criterio propio. En los debates parlamentarios que protagonizaron Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken, las únicas mujeres diputadas, se vieron posturas claramente enfrentadas y contrapuestas.

Mientras Clara Campoamor defendía, en contra de la posición de su partido (Republicano Radical), el derecho al voto de la mujer, Victoria Kent, representante del Partido Republicano Radical Socialista se oponía argumentando que no era el momento y también se oponía Margarita Nelken, que representaba al PSOE, argumentando que la mujer estaba sometida a la voluntad e influencia clerical, y que no tenía preparación política.

Destaco, por su fuerza y convicción, la frase con la que Clara Campoamor interpelaba a sus compañeros diputados: “Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer" (extracto del diario de sesiones del Congreso).

Ciertamente, solamente el hombre, y las sociedades patriarcales, se ha arrogado un derecho que no tiene. La mujer ha sido secularmente relegada por leyes y normas impuestas por el hombre.

Finalmente, se produjo la votación. Era nominal y el resultado fue de 161 votos a favor, 121 en contra y hubo 188 diputados, el 40%, que no votaron, bien porque optaron por la abstención o bien porque no estaban presentes en el hemiciclo. Por muy poquito margen pero la mujer adquiría el derecho ciudadano de ser electora.

Hasta ese momento la mujer podía ser elegida, tenía derecho al sufragio pasivo y por eso, con el voto de los hombres que eran los únicos que votaban, había tres mujeres diputadas. Desde entonces las mujeres, además tuvieron el derecho del sufragio activo y pudieron expresar su opinión a través del voto.

Hoy, cuando se abren paso opciones políticas que quieren devolvernos a ese pasado tenebroso que fue el Franquismo, queremos recordar y celebrar la conquista de este derecho al sufragio que consiguió la mujer. Queremos, también, hoy que nos recortan derechos y libertades, recordar el régimen de libertades y derechos que fue la República.

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