Una de las resoluciones aprobadas por Ecologistas en Acción con el apoyo unánime de todas las personas asistentes a su XV Asamblea Confederal celebrada el fin de semana pasado en Cuenca, ha sido la presentada por la federación aragonesa con la que se muestra el rechazo de esta organización confederal al proyecto de embalse sobre el río Bergantes en la localidad de Aguaviva y el apoyo al trabajo desarrollado por la plataforma vecinal 'El Bergantes no se toca'.
La resolución aprobada, valora el interés natural, paisajístico y social del Bergantes, uno de los ríos aragoneses menos alterados e indica que dichos valores se ven amenazados por el proyecto de construcción de una presa en Aguaviva. La Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Aragón justifican el proyecto para laminar avenidas, dando seguridad a poblaciones aguas abajo y al embalse de Calanda.
Sin embargo, para las organizaciones que vienen denunciando el proyecto, la falta de avenidas significativas, el tamaño de la presa y capacidad del embalse y, en todo caso, la falta de estudios de las alternativas existentes mucho más viables, sostenibles y de menor coste, para conseguir el objetivo reconocido, eran claros indicadores que los verdaderos intereses eran otros. Finalmente el PP en las Cortes aragonesas, ha reconocido que el objetivo del embalse, nada tiene que ver con la seguridad y sí con la captación de caudales para regadíos y uso de boca.
Ante esta realidad Ecologistas en Acción acordó ratificarse en su oposición a la construcción del embalse proyectado sobre el río Bergantes, como ya venían demostrando sus asambleas locales de Aragón, "convocar, articular, promover y apoyar acciones y movilizaciones que persigan la desestimación del proyecto", apoyar el trabajo realizado por la plataforma vecinal 'El Bergantes no se toca' y en general "al conjunto de la población afectada en su labor de sensibilización y denuncia de las repercusiones del embalse sobre el territorio", denunciar "la estrategia de mentiras y oscuros intereses de la Confederación Hidrográfica del Ebro y del Gobierno de Aragón como promotores y defensores del proyecto" y ratificarse, igualmente, "en su constante crítica a los grandes embalses contemplados en el llamado Pacto del Agua de Aragón", especialmente Mularroya, Biscarrués y Recrecimiento de Yesa y "en la defensa de un régimen de caudales ambientales en toda la cuenca del Ebro, necesario para conservar sus valores ambientales y los del Delta de Ebro".