Estamos trabajando en ello

El Plan Especial de Zamoray-Pignatelli sigue navegando, parece que en aguas más tranquilas. Desde aquel primer estudio, en el que se afirmaba que el mero arreglo de calles y plazas produciría un “efecto goteo” revitalizador (experiencia ya fracasada en los años 90), hemos transitado hacia un modelo de intervención integral de acuerdo con el diagnóstico del Plan. En él se tienen en cuenta multitud de factores: estado de las viviendas, valoración patrimonial, edades y situación social de la población ya residente, estudios previos a determinadas actuaciones. Las Asociaciones han trabajado denodadamente para cambiar el rumbo dirigido al acantilado de la …

El Plan Especial de Zamoray-Pignatelli sigue navegando, parece que en aguas más tranquilas. Desde aquel primer estudio, en el que se afirmaba que el mero arreglo de calles y plazas produciría un “efecto goteo” revitalizador (experiencia ya fracasada en los años 90), hemos transitado hacia un modelo de intervención integral de acuerdo con el diagnóstico del Plan. En él se tienen en cuenta multitud de factores: estado de las viviendas, valoración patrimonial, edades y situación social de la población ya residente, estudios previos a determinadas actuaciones. Las Asociaciones han trabajado denodadamente para cambiar el rumbo dirigido al acantilado de la gentrificación o del olvido y llevarlo al buen puerto de la actuación planificada e integral.

La vivienda está, por fin y once meses después, en el centro, necesidad básica con tanta influencia en la salud física y mental de las personas. No en vano, diversos informes sanitarios revelan que nuestras condiciones materiales de vida influyen de tal manera que solo el 10% de nuestra buena (o mala salud) depende de tratamientos médicos. Un hogar querido, limpio, agradable y seguro es media vida, nunca mejor dicho.

El consejero declara que ya está hablando con propietarios de solares y de inmuebles. Su destino no será, reza el Plan, edificar para vender. De esta idea ya tenemos hechos mutados en fosos y murallas. Segregaron población en un palmo de terreno.

Incrementaremos el parque municipal destinado a equipamientos y/o nuevas viviendas de propiedad pública. En los primeros caben varios mundos: pisos tutelados para mayores, mixtura de apartamentos y servicios comunes y abiertos al barrio, espacio para familias, diversas, con descendencia. Con las segundas sueñan quienes habitan en inmuebles en mal estado o con insalvables barreras arquitectónicas. Un realojo, provisional o definitivo, a cambio de la actual morada. ¿Por qué no? Mejora indudable para la población residente y para quienes vengan a este céntrico lugar.

Algunos dueños son particulares, otros entidades financieras o fondos de inversión que recibieron inmuebles de préstamos no devueltos. Un nombre resuena, la SAREB. Ahora es una Sociedad pública 100 %, incluida su voluminosa deuda.

A finales de febrero se ven las caras “para tratar este [en referencia a uno de los inmuebles en Pignatelli] y otros asuntos relacionados con el suelo y la vivienda en Zaragoza” ¡Menudo misterio! ¿Qué será? Mantenemos la esperanza. Una sencilla búsqueda en el página de la Sociedad habla de 301 “unidades” (viviendas) en la ciudad de Zaragoza. Sociedad opaca, solo ofrece números, no disponemos de las ubicaciones. Parece constar que en Zamoray-Pignatelli se levantan uno o dos edificios.

Tal vez sea con el fin de incorporar todos estos inmuebles, una vez revisado su estado y residentes, al parque municipal. Los incluidos en el Plan son insuficientes. No en vano, Zaragoza Vivienda tiene una lista de espera de miles de personas. Seguimos soñando con los pies en la tierra, 300 familias más con posibilidad de un alojamiento digno. Nuestra salud, la individual y la social, merece la pena. Disponemos de recursos propios y ajenos para abordarlo. Que nos recuerden por el hecho consumado y no por una propaganda fatua y vacía, por favor.

Animamos al resto de administraciones, autonómica, provinciales, locales (alguna ya está empeñada en ello, nos consta) a recuperar nuestro patrimonio pues lo que es de una sociedad pública es de todos y todas. Hay más en otras localidades, solo tienen que preguntar a la SAREB. Manos a la obra.

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