El cierre del Buñuel: graves daños colaterales (sociales)

En los últimos seis años del Centro Social Comunitario Luis Buñuel, que empezó a funcionar en 2013, la cantidad y diversidad de actividades que ha alojado es impresionante. Entre 100 actividades distintas en 2018 hasta casi las 200 en 2019, y oscilando en torno a las 140 el resto. De ellas muchas son permanentes y tienen periodicidad mensual (las menos), quincenal, semanal (entre 35 a 70) e incluso varios días a la semana (de 13 a 20 según años). Además hay otras muchas puntuales como conferencias, acogida para refugiadas y migrantes, charlas, asambleas de diversas organizaciones, fiestas de colectivos de …

José Antonio Fatás Cabeza

En los últimos seis años del Centro Social Comunitario Luis Buñuel, que empezó a funcionar en 2013, la cantidad y diversidad de actividades que ha alojado es impresionante. Entre 100 actividades distintas en 2018 hasta casi las 200 en 2019, y oscilando en torno a las 140 el resto. De ellas muchas son permanentes y tienen periodicidad mensual (las menos), quincenal, semanal (entre 35 a 70) e incluso varios días a la semana (de 13 a 20 según años). Además hay otras muchas puntuales como conferencias, acogida para refugiadas y migrantes, charlas, asambleas de diversas organizaciones, fiestas de colectivos de diversas nacionalidades, presentaciones de libros, clases de cocina, talleres artesanales, jornadas de colectivos profesionales, recitales de poesía, cinefórums, charlas sobre temas de salud, etc.

Entre las permanentes quiero destacar algunas (que me perdonen el resto pero son demasiadas para enumerarlas todas) que me parecen relevantes. Ensayan una orquesta (banda de unión musical Almozara) y un coro, nueve grupos de teatro, es sede de una asesoría jurídico-social, ocho grupos de gimnasia (alguno específico para personas mayores) y yoga, siete grupos de reflexión y meditación, seis grupos de baile y danza (incluida para personas con diversidad funcional), clases de idiomas (español, italiano, árabe), clases de guitarra, encuadernación, electricidad, circo, ganchillo, costura, software cívico, serigrafía, fotografía, construcción de tambores, cuatro grupos de artes marciales y defensa personal, entre otras.

También es sede de la asociación garbanzo negro y además es la sede de las reuniones de la Asamblea de Mujeres 8M, hay una biblioteca de uso libre. Una vez al mes se organiza un rastro de objetos de segunda mano con más de 60 puestos que reporta unos pequeños ingresos a gente que apenas tienen nada; todos los fines de semana la Olla Solidaria entrega entre 200 a 250 raciones de comida (alimentos cocinados y frescos fruto de donaciones de Solidaria Online, de diversos comercios del barrio, y de vecindad anónima) y reparte ropa.

Todas las actividades se registran con sus correspondientes personas responsables y las actividades las autoriza y vigila la asamblea de los colectivos. A nadie se le pide ninguna certificación que es un escollo fundamental para impedir muchas de las actividades en nuestros barrios; simplemente un grupo de gente, habitualmente vecinas del barrio, quiere juntarse para desarrollar una actividad y el Buñuel se lo facilita (muchas veces no solo el espacio sino instalación de sonido, audiovisual…).

El Ayuntamiento solo paga la electricidad, el agua y la calefacción (por pellets) amén de las tasas e impuestos correspondientes. Ni un empleado, ni teléfono, ni mantenimiento… Todo el resto de gastos y todo el mantenimiento lo hace la gente voluntaria de los grupos. Todo funciona por personas voluntarias y nadie cobra ni un euro.

¿Alguien da más? ¿Acaso un centro cívico ofrecerá ni la centésima parte de lo que allí se hace? ¿Y a coste cero?

Todo esto ha sido posible por el esfuerzo solidario y maravilloso de decenas de personas (la mayoría jóvenes) y el apoyo recibido por el grupo municipal de Zaragoza en Común (ZeC) cuando estaba gobernando la ciudad. El barrio de El Gancho ha disfrutado de unas actividades que ningún barrio de casi ninguna ciudad de nuestro país ha dispuesto (hay pocas experiencias similares) y miles de personas han podido desarrollar aficiones, mejorarse como personas, aprender, divertirse, socializar…

Toda esa enorme riqueza social y cultural, civilizatoria, solidaria va a ser destruida por la tríada que gobierna nuestro ayuntamiento: PP, Vox y Ciudadanos. Van a perjudicar severamente a miles de personas y a clausurar uno de los mejores amortiguadores sociales de nuestra ciudad. ¿Por qué les molesta el Buñuel?

Por favor, que no vuelvan a salir elegidos para gobernar nuestra ciudad.


Más información en el especial #ElBuñuelNoSeRinde.

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