Hay una reflexión que dice que es mejor dar las redes de pesca que el pescado ya que al tener las redes tendrás la capacidad de pescar y no dependerás de una limosna en forma de pez.
Las redes de pesca en un territorio se componen de tractores, campos de cultivo, ovejas o viñas. Estas son las redes que garantizan la soberanía alimentaria de un territorio, si no tienes un desarrollo agrícola propio te expones a la dependencia. A día de hoy vemos problemas derivados de la dependencia energética a través del petróleo, también los vemos a través de la dependencia financiera mediante el Banco Central Europeo y el sistema bancario hace lo mismo mediante escollos a través del crédito. Todo esto afecta al bolsillo y hay que plantearse como sería si afectara al estómago. Una agricultura con ganaderas y agricultores propietarios de los medios de producción garantiza al territorio un acceso a la alimentación.
¿Qué daña al sector?
Cuestiones como la agenda 2030, el bienestar animal o las medidas ambientales son acusadas de arruinar la agricultura. Una pregunta, ¿Qué daña más la rentabilidad agrícola, el cambio del uso de herbicidas o un acuerdo de libre comercio con un país que derrumba el precio del producto un 20%? El sistema de costes aumenta en la producción agrícola, el problema es que el precio de venta no aumenta fruto de los acuerdos internacionales.
El libre mercado
El sistema de libre mercado es un juego con las cartas marcadas, la libre competencia no existe. Nos encontramos en un sistema de relaciones económicas agrícolas en las cuales el precio de compra al productor tiende a ser menor que el coste de producción del producto. Los acuerdos de libre mercado revientan los precios constantemente hacia abajo, como ejemplo tenemos el precio de los cereales, que subieron en consonancia con el coste de producción pero una apertura del mercado ucraniano desplomó su precio (no así el coste de producción). Este sistema de libre mercado trucado beneficia a largo plazo a los fondos de inversión, los únicos capaces de aguantar a largo plazo un pulso de precios. Un gran fondo de inversión puede apostar por el monocultivo en un territorio, desplazar a la población agrícola del mismo y a los años abandonar ese área dejando dañada la independencia alimentaria del territorio. Hagamos memoria de los problemas en los territorios con monocultivos, suelen ser regiones dañadas por la economía y con graves problemas sociales. Este daño a nivel agrario conduce a una sociedad dependiente de la entrada de alimentación desde el exterior, alimentación convertida en un negocio total, hagámonos una idea de un territorio con una alta dependencia alimentaria.
Incorporación de jóvenes y relevo
Una constante en los informes de agricultura en la UE es la necesidad de incorporar jóvenes. Esto a efectos prácticos no suele tener resultado, al final solo se incorporan jóvenes con afinidad familiar al sector ya que cuestiones como los derechos de cobro de la PAC o el acceso a las tierras son tareas harto difíciles de alcanzar. La incorporación de jóvenes al sector es un aspecto estratégico para desarrollar plenamente la soberanía alimentaria y es por eso que debe eser el principal punto de cualquier visión agrícola. A día de hoy no hay acciones reales para el relevo generacional, las actuales políticas que niegan el acceso a la tierra y a los derechos de la PAC degradan el futuro de la independencia alimentaria de la sociedad
Colectivo Malas Yerbas
Somos un colectivo de agricultores y ganaderas aragonesas que ven con preocupación como la extrema derecha asalta los movimientos agrarios y por ello queremos establecer una comunicación directa con la sociedad para revertir la batalla ideológica y dar soporte a la enorme cantidad de agricultoras y ganaderas de izquierda que trabajan por la soberanía alimentaria en Aragón.