El CEIP María Moliner de Zaragoza coge el relevo en las movilizaciones “Por unos Comedores Nobles”

La Plataforma Come Pública, que aglutina a más de 60 AMPAs en Aragón, se pregunta “¿cómo avanzamos?” tras conocer las últimas propuestas de la DGA. Este miércoles, 10 de abril, hay convocada una concentración ante el Servicio de Educación en Zaragoza reclamando “el derecho del alumnado a una comida sana”

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(Archivo) Comedor escolar autogestionado. Foto: Daniel Marcos (AZ)

La consejera de Educación del gobierno de coalición PP-Vox-PAR, Claudia Pérez Fornies, asegura “que se contará con 5 millones más para mejorar la Calidad de los Comedores Escolares este año”, y en consecuencia, desde las plataformas “Por unos Comedores Nobles” entienden que “conviene avanzar en cómo vamos a destinar ese dinero para que se traslade lo más eficientemente posible en calidad recibida por los usuarios del servicio, o sea los menores que asisten al comedor (y sus familias)”.

El precio de licitación por los 19 lotes de las comarcas centrales “es de unos 50 millones, y el valor estimado del contrato son 80 millones. La mayoría del importe total es dinero que pagamos las familias por un servicio del que tenemos mucho que decir y pocos espacios en el que se nos escuche. Con estos cinco millones más, se podría acabar con el problema de los colegios sin cocina en una legislatura y esto subsanaría el problema de salud y desigualdad de un plumazo”, aseguran.

La Plataforma Come Pública aglutina a más de 60 AMPAs en Aragón, y esta conformada “no sólo por familias preocupadas, sino por entidades y profesionales que a lo largo de más de diez años hemos identificado y adelantado muchas de las mejoras necesarias para poder aspirar a un servicio de calidad a la altura de lo necesario”, recalcan, y añaden que “hemos aportado y se han adoptado mejoras en la licitación, como la eliminación de bandejas de plástico, ofertas de opción vegana y la creación de comisiones de seguimiento desde los consejos es colares (CoSCE). También se ha avanzado en la construcción de cocinas in situ. Con esto, la vida de miles de menores ha mejorado y algunas cosas se han ido mejorando en los comedores en general, pero en ocasiones de forma tímida y con falta de calado, por lo que todavía quedan muchas por hacer. Además, seguimos arrastrando problemáticas recurrentes debido a que el origen es sistémico y reformar un sistema no sólo lleva tiempo, requiere esfuerzo”, enfatizan.

“Si hay un ‘Equipo de Trabajo’, queremos formar parte y poder contestar ciertas preguntas: ¿cómo avanzamos el cambio de modelo de licitación hacia un Acuerdo Marco? ¿cómo mejoramos los mecanismos de control en la propia licitación o los mecanismos de control en la calidad del servicio, incluido el aspecto nutricional? ¿cómo mejoramos la participación de las Comisiones de Comedor o cómo hacemos efectivos los mecanismos de penalización para promover el mejor estándar de calidad posible de forma homogénea en todo el sistema educativo?”, se cuestionan.

Y como respuesta, aseguran que necesitan “especialmente, adaptar la legislación y requisitos apropiados para garantizar la calidad de todos los servicios de comedor, independientemente de si están situados en la ciudad o en poblaciones rurales”, además estiman que “por último, aunque probablemente lo más importante como factor para garantizar una calidad adecuada desde la que empezar a trabajar es la necesidad de decidir cómo nos organizamos para priorizar la construcción de cocinas”.

A juicio de la Plataforma “es importante resaltar que un colegio sin cocina es impensable para inculcar qué es una alimentación saludable. Necesitamos un Plan director para construcción de cocinas que sea ambicioso y pragmático, donde se identifiquen las necesidades, se priorice el orden y se sienten las bases de una agenda de país para llevar a cabo entre todas las personas. Esta mejora que es tan importante y costosa, como necesaria y eficiente”.

“Tenemos consenso sobre el deseo y la necesidad de hacerlo, como ejemplifica el acuerdo del María Moliner y las diferentes PNL y mociones de las Cortes de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. Ahora, además, según la consejería, tenemos los fondos. Sólo nos falta ‘remangarnos’ y plasmarlo en una agenda a medio plazo”, recalcan.

Desde la Plataforma “vemos la necesidad de ir avanzando la agenda hacia unos comedores nobles, por lo cual el próximo miércoles 10 de abril el CEIP María Moliner se concentra en el Servicio de Educación” de Zaragoza, recuerdan.

El CEIP María Moliner de Zaragoza coge el relevo en las movilizaciones “Por unos Comedores Nobles”

El centro escolar reclama “una vez más” tener cocina propia para garantizar el derecho fundamental como es el acceso a una alimentación sana y de calidad. Y relata y explica sus motivos a continuación:

En el curso 2017/2018 desde la unidad técnica de construcción del servicio provincial de educación, se realizó una visita a nuestro centro, tras la cual se certificó que era apto para realizar una cocina propia. Se realizó un proyecto de construcción de la cocina, el cual fue aprobado y a fecha de abril de 2024 seguimos sin que ese proyecto se haya materializado.

Uno de nuestros principales pilares es la promoción de la salud de las personas, enseñar e implantar hábitos saludables entre el alumnado, potenciar la vida activa desde diferentes ámbitos, como son la actividad física, la nutrición, la higiene, el sueño, etc. Y es por ello que vemos que nuestra mesa se queda coja de una pata y que no depende del centro escolar. Esa pata es la nutrición. Desde el centro escolar se ha implantado el sistema de almuerzos saludables, el cual es un éxito, pero mientras no seamos uno de los colegios seleccionados para la partida presupuestaria que nos proporcionaría una cocina propia, no conseguiremos mejorar en ese aspecto. No conseguiremos que el alumnado disfrute a diario de una comida saludable y de calidad, con alimentos de proximidad, evitando así la actual línea fría que carece de equilibrio nutricional.

Siguiendo en la línea de nuestro proyecto de vida saludable, desde el curso 2013/2014 formamos parte de la Red Aragonesa de Escuelas Promotoras de Salud y participamos en el “plan de consumo de fruta y verdura en las escuelas”.

Tener cocina propia es un apasionante proyecto para el centro y un atractivo sin duda para las nuevas matriculaciones de las familias del barrio.

Para el CEIP María Moliner, el comedor es parte de la función educativa del centro. Por ello, es importantísimo adquirir unos hábitos alimenticios saludables, lo cual beneficiará a todos nuestros alumnos y alumnas en el futuro, ya que como muchos estudios han demostrado, la base del desarrollo de una persona se basa en la infancia y especialmente en la alimentación. Cabe también destacar que para muchos de nuestros alumnos la única comida saludable que reciben al día es en el colegio, un gran porcentaje de nuestro alumnado es becado ¿Por qué entonces negarles el derecho a recibir dicha comida?

Además de ello, toda la comunidad educativa lleva años demandando esta necesidad y así lo hemos demostrado con recogidas de firmas, concentraciones, caceroladas, participación en el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza. Lo hemos puesto siempre fácil, sólo hace falta un último empujón que está en sus manos y es la partida presupuestaria para nuestro centro. ¡No vamos a desistir en nuestra lucha hasta que tengamos nuestra propia cocina! Por la dignidad de nuestros comedores, por la salud y la educación de nuestros niños y niñas.

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