La iniciativa de la Asociación Aragonesa para la Conservación de la Biodiversiad desde el Valle del río Jalón, Acobija, se ha centrado “en la provisión estratégica de lana, un recurso natural que desempeña un papel crítico en la nidificación de estas aves rupícolas, tal y como indican diversos estudios científicos”, señalan.
Un enfoque innovador frente a la escasez de recursos
La progresiva disminución de la disponibilidad de lana en el entorno, vinculada al declive de la ganadería extensiva, ha reducido las opciones de estas aves para construir nidos adecuados, lo que puede afectar a su éxito reproductivo. Estudios previos han demostrado que la lana mejora las condiciones térmicas y de humedad de los nidos, fundamentales durante la incubación. Basándose en esta evidencia, Acobija distribuyó puntos de depósito de lana en ubicaciones estratégicas cercanas a los nidos y colonias de las especies objetivo observadas en campañas de 2022 y 2023.
“Se instalaron seis puntos de recolección en el ámbito de actuación, monitorizados mediante cámaras de fototrampeo para evaluar las interacciones con el material. La actuación coincidió con el periodo reproductivo del alimoche y la chova piquirroja, desarrollándose entre marzo y mayo, justo antes y durante la puesta de huevos”, relatan.
Resultados significativos: biodiversidad beneficiada
El monitoreo continuo reveló interacciones con 31 especies diferentes, de las cuales al 45% se las observó recogiendo lana. Las aves, principales usuarias del recurso, mostraron un 56% de captación, frente al 12% observado en mamíferos. El alimoche común fue avistado en todos los puntos de depósito, aunque solo interactuó con la lana en cuatro de ellos. Por su parte, la chova piquirroja recolectó lana en cada una de sus visitas registradas “lo que sugiere una alta dependencia de este material para sus actividades de nidificación”, destacan desde Acobija.
“Además de las especies objetivo, otras aves emblemáticas como la grajilla occidental y el cuervo grande aprovecharon la lana, subrayando el impacto positivo del proyecto en la biodiversidad local. Estos resultados parecen confirmar la escasez de este recurso en el medio y refuerzan la importancia de su disponibilidad para la conservación de especies clave”, recalcan.
Propiedades de la lana: un recurso sostenible y valioso
La lana, un producto natural, renovable y biodegradable, ofrece múltiples beneficios para la avifauna: es termorreguladora, aislante, higroscópica, ignífuga y antibacteriana. Su uso en proyectos de conservación pone en valor su versatilidad y promueve su recuperación como recurso estratégico en el sector rural. “Sin embargo, hoy en día, la normativa considera la lana como un residuo, lo que ha contribuido a la pérdida de su valor económico y al abandono de prácticas tradicionales como el esquileo”, enfatizan desde Acobija.
“Aun así, cada vez es mayor el número de entidades, empresas y consumidores que dan valor a este producto y, poco a poco, se está trabajando en su recuperación. Una de las iniciativas para lograrlo, que se lleva haciendo desde hace unos años, es conmemorar el Día Internacional de la Lana, cuya fecha es el 9 de abril”, destacan.
Hacia el futuro: optimización y expansión del proyecto
Con esta iniciativa, Acobija ha logrado establecer “una base de datos detallada sobre la interacción de las especies con la lana en la zona, sentando las bases para futuras investigaciones y actuaciones. Estas acciones buscan consolidar un modelo de conservación eficiente, beneficiando tanto a las especies objetivo como al ecosistema en su conjunto”.
“El éxito de este proyecto refuerza la importancia de iniciativas integradoras que conecten biodiversidad, sostenibilidad y tradición rural”, concluyen.