Al igual que se ha propuesto en los presupuestos municipales de Zaragoza, de pasar las ayudas de urgencia a la figura de subvenciones, la DGA ha publicado la orden en la que se consideran, como todos los años, las becas de comedor subvenciones.
De modo muy sucinto y por la experiencia acumulada durante todos estos años la gestión de las becas de comedor como subvención implica para estas organizaciones que “las familias sólo pueden optar a su solicitud durante un periodo concreto de tiempo; el que establece la convocatoria” y que “el criterio de acceso es fundamentalmente económico (2 veces IPREM) tienen que buscar en hacienda la declaración de la renta en firme. Y eso sólo es posible si se retrotraen 2 años. Es evidente que la situación familiar puede haber variado”.
En consonancia con lo anterior, advierte de que no permite atender situaciones sobrevenidas fuera de ese “plazo tasado” a pesar de que se cumplan los requisitos económicos y a la par, tal y como se señalaba pueden estar recibiendo la beca familias que han mejorado su situación y superan los baremos económicos. “Algo absolutamente incoherente y desapegado de la realidad y necesidad de las familias”, denuncian.
El carácter de subvención también obliga a las familias a hacer la declaración de la renta, aunque estén exentos, porque tienen que declarar la “subvención” a Hacienda. Si no la presentan se convierten en “deudores” quedando excluidos en la siguiente convocatoria.
Asimismo, y como ocurre con otras prestaciones como se denunció en el caso de las ayudas de urgencias, exige estar exento de deudas. Hay que tener en cuenta que para dar la “subvención” se valora no tener deudas con la Seguridad Social, con Hacienda Estatal y con la Hacienda aragonesa. “Estamos hablando de deudas que no tiene porque se económicas y que directamente implicarían quedar fuera del acceso a la subvención”, apuntan.
También se quedan fuera las y los menores hijos de o con tutores en situación administrativa irregular. Estas personas no tienen el domicilio fiscal que se pide en “la subvención”. “Se genera de facto una exclusión en el acceso a estas becas”, señalan.
Ahora, el proyecto de esta Orden por el que se establecen las bases reguladoras de la becas se encuentra en información pública y recogida de alegaciones, por ello, el Colegio de Trabajadores osciles, la FAPAR y el Espacio en Defensa de los Derechos Sociales han lanzado un campaña de recogida de alegaciones individuales que pidan el cambio de subvención a ayuda.
De esta forma, se facilitaría la utilización del servicio de comedor escolar y el tiempo en el que se desarrolla el servicio por parte del alumnado de centros sostenidos con fondos públicos y las becas de comedor que complementan las becas de comedor escolar durante el periodo estival no lectivo.
“La decisión de optar por la gestión de estas ayudas mediante subvención en lugar de por vía prestación (no subvención) tiene consecuencias negativas para las familias (y sobre todo para los niños y niñas que son los receptores directos)”, señalan desde las entidades que recuerdan que “basta comparar las casuísticas y cobertura de las ayudas de integración familiar y las de las becas de comedor para constatar las diferencias entre una y otra modalidad”.
“Estos argumentos son suficientemente sólidos como para solicitar que la becas de comedor escolar en Aragón dejen de ser gestionadas como subvenciones mediante procedimiento de concurrencia competitiva”, advierten desde las entidades organizadoras de esta campaña de recogida de alegaciones.
Este es el documento que se debe rellenar para presentar la alegación, asímismo, el Espacio en Defensa de los Derechos Sociales estará el miércoles, 22, a las 17.30 en San Pablo, 23, para recoger alegaciones.
