El terror de la Dirección General de Seguridad

DIAGONAL | Tomás Muñoz y Julián Vadillo | Los malos tratos y torturas hacia las personas detenidas fueron la tónica habitual durante el Franquismo. El edificio es ahora la sede del gobierno de Madrid. Sosteniendo el reloj que marca el fin de año en las televisiones de todo el Estado se encuentra un edificio con historia siniestra. Aunque actualmente es la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid, fue durante décadas un centro de detención y tortura. Muchos militantes políticos y presos comunes conocieron el horror entre sus muros. Uno de esos torturados, Luis de las Barreras, fue capturado …

Protesta en la Puerta del Sol contra la impunidad del Franquismo. Foto: Diagonal
Protesta en la Puerta del Sol contra la impunidad del Franquismo. Foto: Diagonal

DIAGONAL | Tomás Muñoz y Julián Vadillo | Los malos tratos y torturas hacia las personas detenidas fueron la tónica habitual durante el Franquismo. El edificio es ahora la sede del gobierno de Madrid.

Sosteniendo el reloj que marca el fin de año en las televisiones de todo el Estado se encuentra un edificio con historia siniestra. Aunque actualmente es la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid, fue durante décadas un centro de detención y tortura. Muchos militantes políticos y presos comunes conocieron el horror entre sus muros. Uno de esos torturados, Luis de las Barreras, fue capturado por la policía cuando iba a salir del país desde Barcelona en mayo de 1975. Al llegar al edificio se cruzaron con el temible comisario Conesa, que le dijo a los agentes que le custodiaban que le fueran “tocando” mientras él se iba a ver un partido de la Copa de Europa.

“Me pegaron bofetadas y patadas durante dos o tres horas, tras enseñarme fotografías de compañeros y no delatar a ninguno me dijeron que me quitara las gafas y empezaron a sacudirme”. Luis cuenta que le hicieron “todo el muestrario de torturas, empezaron por una ronda de golpes, luego hicieron conmigo la botella borracha pero a tortazos, fueron calentándose hasta que uno más técnico decidió que me iban a hacer el pato, que era esposarte las manos por debajo de las rodillas y obligarte a andar a patadas y golpes; luego me hicieron el quirófano, sentarte sobre una mesa esposado y te empezaban a pegar para tirarte para atrás”.

Luis Pérez también pasó por la Dirección General de Seguridad (DGS). Fue detenido en abril del 67 y fue torturado por José Anto­nio González Pacheco, alias ‘Billy el niño’. Pérez cuenta que le colgaron de los tobillos desde la misma ventana donde lanzaron a Julián Grimau.

Fundada en octubre de 1886, la DGS vivió su periodo más oscuro durante la dictadura franquista. Nada más acabar la guerra fue nombrado director el militar José Ungría Jiménez, que duró muy poco en el cargo. Le sustituyó José Finat y Escrivá Romaní, Conde de Mayalde. Este integrante de Fa­lange no ocultó sus simpatías por la Alemania nazi. El historiador Josep Fontana cuenta sobre él que “era el conde de Mayalde un hombre con las manos manchadas de sangre que, como director general de Seguridad, había invitado en 1940 a Heinrich Himmler para que visitara Madrid, con el fin de establecer formas de colaboración con la Gestapo”.

Finat elaboró al frente de la DGS un censo de judíos para deportar a los campos de exterminio nazis. Hasta 6.000 fueron censados en el llamado Archivo Judaico. El fanatismo de Finat le llevó a ser nombrado embajador en Alemania una vez que cesó como director general de Seguridad. Fue posteriormente alcalde de Madrid entre 1952 y 1965.

Pero quizá el director de la DGS más trascendental fue Carlos Arias Navarro. Sus actuaciones durante la Guerra Civil ya marcaban su impronta. Conocido como “el carnicero de Málaga”, Arias Navarro estuvo al frente de la DGS entre junio de 1957 y febrero de 1965, cuando fue nombrado alcalde de Madrid. Fueron momento duros para la oposición antifranquista. Bajo la dirección de Arias Navarro se produjeron dos de los hechos más destacables de la DGS. La muerte del comunista Julián Grimau y de los anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado. En este momento tiene mucha importancia también el ministerio de Camilo Alonso Vega, que actuó con Arias Navarro para ejercer la represión, tortura, cárcel y ejecución de numerosos militantes antifranquistas.

Arias Navarro alcanzó la presidencia del gobierno tras la muerte de Carrero Blanco. Con Franco muerto, Arias fue ratificado como presidente por Juan Carlos I y en las primeras elecciones de 1977 se presentó en las listas de Alianza Popular junto a Manuel Fraga. La DGS actuó como aparato represor durante la Transición. Tras la muerte de Franco siguió dirigida por militares y falangistas. En 1986 fue disuelta y se integró en la actual Secretaría de Estado de Seguridad.

Centeno, Grimau y Granados y Delgado

En 1953 Tomas Centeno Sierra, militante del PSOE, fue detenido por la Brigada Político-Social. Fue torturado hasta la muerte en los sótanos de la DGS. Posteriormente las autoridades franquistas dijeron que Centeno se había suicidado en su calabozo.

Julián Grimau, integrante del PCE, fue delatado y detenido en 1962. Juzgado por supuestos delitos nunca probados, fue condenado a muerte. Previamente había sido arrojado desde el segundo piso de la DGS.

El caso de Granados y Delgado pasa a la historia por ser un juicio exprés. Integrantes de las Juventudes Libertarias, se desplazaron a España con la intención de asesinar a Franco. Fueron detenidos y torturados en los sótanos de la DGS y ejecutados a garrote vil diez días después del juicio.

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