La mesa de la Responsabilidad Social de Aragón decidió el pasado 9 de noviembre otorgar al Salón de Juegos El Dorado, entre otras empresas, el sello RSA 2019, tras haber completado el proceso del plan de Responsabilidad social de Aragón.
El Gobierno de Aragón, conjuntamente con CEOE Aragón, Cepyme Aragón, UGT Aragón y CC.OO Aragón pusieron en marcha el Plan de Responsabilidad Social de Aragón, con el objetivo de promover la Responsabilidad Social Empresarial en personas autónomas, empresas y todo tipo de organizaciones públicas y privadas aragonesas, para que implanten y apliquen prácticas socialmente responsables, algo de lo que es evidente carece el juego.
Este no ha sido el único reconocimiento recibido por la empresa de juego y apuestas, pues se une al diploma de reconocimiento del Gobierno de Aragón por medio de la dirección general de deportes como empresa patrocinadora del deporte aragonés.
Por responsabilidad los poderes políticos deberían ser extremadamente cautos con el juego y las apuestas que suponen ya una lacra entre la población más joven y que se refleja en enormes endeudamientos que han llevado, en casos extremos, al suicido. El Gobierno de Aragón, no ha parecido entenderlo, y mientras en octubre hacía una llamada a la comunicación entre las empresas y asociaciones que trabajan en la prevención, un mes después se ha destapado premiando, o al menos contribuyendo a su lavado de imagen, a una casa de apuestas con un sello de Responsabilidad Social.
En las Cortes de Aragón los grupos parlamentarios aprobaron a finales de octubre por unanimidad una proposición no de ley por la que se instaba al Gobierno de Aragón a “limitar, en la medida de sus competencias”, la publicidad y patrocinio de las casas de apuestas deportivas. Una adaptación que suavizaba la ley defendida inicialmente por Podemos, que abogaba por prohibirla.
De hecho el debate sobre la prohibición de la publicidad de casas de apuestas continúa abierto pues los datos son preocupantes cuando menos. En Aragón, el 70% de los casos que ha tratado la asociación Azajer en los últimos cuatro años afectan a jóvenes de entre 18 y 26 años, aunque también han recibido visitas de menores de edad.
El número de personas que se han inscrito en el Registro de Jugadores Prohibidos en Aragón asciende a 2.762 personas, el 6,5 % del total estatal, un porcentaje muy superior al peso de la población aragonesa sobre la del conjunto del Estado español.