El Barranco de la Muerte: ¿Qué hacemos ahora?

¿Esperamos a la siguiente barrancada significativa? ¿Se va a reconstruir el colegio en el mismo sitio? ¿Quién se responsabilizará en el caso de que la próxima vez ocurra lo inevitable? ¿Por qué ningún responsable político habla de que no se puede urbanizar un barranco? A ver qué decisiones se toman, qué se va a hacer a partir de ahora que todo el mundo hemos visto y comprobado lo que sucede cuando baja el Barranco de la Muerte

A finales de los años 80, comenzó en el barrio zaragozano de Torrero una lucha que duró más de 20 años contra el trazado del Tercer Cinturón. Protestábamos por su afección al Pinar, por constituirse en barrera para las y los vecinos que subían al monte a pasear (zona natural de esparcimiento y recreo), por afectar al acueducto construido por Pignatelli (conocido por el Ojo del Canal) para salvar el ancho cauce del Barranco de la Muerte, por el ruido y la contaminación. En fin, por un montón de aspectos que el movimiento vecinal del barrio, y también los colectivos ecologistas, considerábamos negativos.

Uno de las cosas que puntualizamos entonces era el peligro potencial que había al construir un cinturón de ronda por el cauce de un barranco, de un monumental barranco, como bien saben vecinas y vecinos de Torrero y más aún, los que ya tienen una edad avanzada. Con el tiempo no solo construyeron el cinturón, también la nueva barriada, Parque Venecia que, tal día como este jueves, 6 de julio, hizo honor a su nombre, desgraciadamente.

Hay una frase que nos cansamos de escuchar: "¡Bah! En Zaragoza no llueve nada". Y, evidentemente, no es cierto. Llueve poco como media en comparación con otras zonas, el clima es semiárido y continentalizado. Quizá lo que más lo caracteriza es el aire (así hemos llamado al viento aquí de siempre) y la niebla (actualmente menos presente que años atrás). Pero, a lo que íbamos, a veces llueve y llueve mucho, solo esto explica la anchura del cauce del Barranco de la Muerte (antes de construir Calaverde aún era más ancho). Un barranco con un cono de deyección enorme que recoge el agua caída en los Montes de Torrero, o sea, que cuando cae con ganas, baja muchísima agua y con mucha fuerza.

Desde el jueves, cuando tuvo lugar la fuerte tormenta en Zaragoza, oímos que nunca se había visto una cosa igual. No es cierto, yo recuerdo por lo menos tres más, de tormentas gordas, aunque ha habido más episodios en los que el barranco ha bajado con agua, pero no tanta, claro. Por citar dos, uno ocurrió hace casi 50 años. Cayó una granizada espectacular, las ramas y hojas cubrían las calles y miles de gorriones muertos también. En los periódicos de la época salió el paseo Sagasta devastado, persianas agujeradas, coches abollados. Y el barranco bajó a tope. Hace unos 20 años, estaban construyendo el cuartel de la policía local en Parque Venecia y una tormenta de alrededor de 35 litros en dos horas, mucho menos fuerte que la del jueves, convirtió lo que hoy es Parque Venecia en un mar, hasta cascadas había. Esa barrancada afectó a las obras del cuartel y el cinturón bajó a tope de agua también. Por entonces también estaban iniciadas, o a punto de hacerlo, las obras de Parque Venecia. En ese año, el movimiento vecinal del barrio andaba embarcado en el proyecto "Imagina" que intentaba transformar una porción del Pinar en algo más que un monocultivo de pinos, enriquecerlo introduciendo el agua (no regar) y otras interesantes historias. En ese proceso de presentación del proyecto, expusimos el peligro potencial del Barranco de la Muerte y en el Distrito casi se nos rieron, infantilizaron nuestros argumentos. A los pocos días ocurrió lo de la tormenta y ésta nos dio la razón, ya parece que quedó claro que no decíamos tontadas.

Efectos de la tormenta en Parque Venecia de Zaragoza.

Lo que ocurrió este jueves en Zaragoza fue muy serio, pudo haber una auténtica tragedia. Casi parece milagroso que a ninguna de las personas que iban en sus coches no las engullera la corriente definitivamente. Ahora estaríamos hablando de otra forma. Ya no digo nada del colegio María Zambrano, entra escalofríos pensar que la barrancada se hubiera producido con las y los chavales dentro. Mejor soplamos, nos quitamos la tensión y pensamos en ubicar un nuevo colegio en otro lugar que no sea barranco, o ¿es demasiado alarmista plantearlo así? Desde luego las imágenes que nos ha dejado la barrancada han sido espectaculares y espeluznantes.

La batalla por cambiar el trazado del Tercer Cinturón la perdimos. La administración se empeñó en diseñarlo y construirlo por donde va. No se nos hizo caso, a pesar de la lucha y argumentos que dimo. Fue la lucha contra un gigante al cual no pudimos doblegar. Se nos llamó exagerados, alarmistas. No se nos dio la más mínima credibilidad. Pero la realidad es tozuda y el agua más, siempre se empeña en discurrir por donde la naturaleza ha ido guiándola, poco a poco, tras cientos de años y no por los conductos artificiales que muchas veces están modulados por la especulación y otras características urbanísticas.

¿Qué hacemos ahora? ¿Esperamos a la siguiente barrancada significativa? ¿Se va a reconstruir el colegio en el mismo sitio? ¿Quién se responsabilizará en el caso de que la próxima vez ocurra lo inevitable? ¿Por qué ningún responsable político habla de que no se puede urbanizar un barranco? A ver qué decisiones se toman, qué se va a hacer a partir de ahora que todo el mundo hemos visto y comprobado lo que sucede cuando baja el Barranco de la Muerte.


Más información sobre la tormenta registrada en Zaragoza este jueves en este enlace.

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