Durante 30 años la Gallliguera, este pequeño valle de Aragón ha vivido en el corredor de la muerte. Trabajar, crear pequeñas empresas, formar familias, arreglar casas, invertir ahorros, abrir senderos es lo que sus habitantes han hecho mientras luchaban contra el proyecto del pantano de Biscarrués con huelgas de hambre, manifestaciones y también con nabatas, jornadas, ferias, marchas, plantaciones... Vivir y también morir, mayores y jóvenes que no han podido ver amanecer en una tierra libre. Gracias Mariano, Miguel, Jesúses, Pepe, por vuestra resistencia desde el primer momento. Crecerán por fin sin miedo a la ruina, todos los chavales y chavalas …