Ha pasado más de un mes desde que, el pasado de 23 de marzo, la Audiencia Nacional volviera a decidir que se anulaba la Resolución de 12 de agosto de 2015 por la que se aprobó el proyecto del embalse de Mularroya.
Ante este hecho y transcurrido un tiempo prudencial, para poder constatar las reacciones que dicha sentencia ha provocado, desde la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa quieren felicitar a las organizaciones Jalón Vivo y SEO/BirdLife que, por tercera vez y con poderosos argumentos, han conseguido detener el deterioro de las masas de agua de los ríos Grío y Jalón, así como de los acuíferos de las Sierras de la Virgen y Vicort.
Se ratifica así lo ya sentenciado en Biscarrués que para Río Aragón no es sino “consecuencia lógica” de la Directiva Marco del Agua europea que, “desgraciadamente”, los Gobiernos del Estado español y de Aragón “pretenden soslayar una y otra vez”.
“Han tenido que pasar más de 20 años para que su trasposición a la legislación española vaya tomando cuerpo de forma efectiva. No tenemos ninguna duda de que si el juicio sobre el recrecimiento de Yesa, que se sustanció en 2005, se hubiera celebrado años más tarde, la degradación medioambiental del río Aragón que conlleva se hubiera considerado igual de ilegal y dicha obra hubiera sido anulada”, advierten.
Por otra parte, lamentan la reacción del Gobierno de Aragón que, “lejos de acatar la legalidad y tener visión europea sostenible y de futuro, se empecina en negar lo evidente, se aferra a un Pacto del Agua fracasado estrepitosamente y aboga por seguir la obras para que, con el argumento de lo mucho gastado, el embalse resulte irreversible”.
Esta estrategia ya fue usada en su momento en Itoiz que “pervierte el verdadero sentido de la Justicia, deja indefensos a ciudadanos que se pelean con su dinero en un terreno que les viene impuesto con muchas adversidades y hace prevalecer el capricho y beneficios de unos pocos interesados e influyentes”, y añaden, “algo muy poco democrático y que atenta contra el verdadero interés general”.
Finalmente, desde Río Aragón quieren hacer público que pasados más de 20 años desde la adjudicación del recrecimiento de Yesa las obras siguen en marcha, con un presupuesto multiplicado por cuatro, con mayores problemas de inseguridad que nunca y con una destrucción medioambiental en ciernes tan impactante o más que en Biscarrués o Mularroya.
“Es por ello, que nuestra asociación ha puesto en marcha los mecanismos necesarios para, más pronto que tarde, volver a llevar el recrecimiento de Yesa a los tribunales y paralizar su dañino y muy peligroso llenado”, denuncian.
Además desde esta asociación recuerdan a “los impulsores de esta obra” que aún están a tiempo de parar el derroche de millones de fondos públicos tan necesarios en otros muchos ámbitos.
“Que luego no nos vengan con el argumento de lo mucho gastado”, critican para apuntar que, ya en 2017, el Tribunal de Cuentas cifró en al menos 253,5 millones de euros.
Un informe en el que explícitamente escribió "la existencia de defectos o carencias en los proyectos iniciales, la falta de previsión, la descoordinación entre Administraciones, la ausencia de informes o actuaciones preceptivas o la imprevisión acerca del resultado de dichas actuaciones, han ocasionado su alteración sustantiva en cuanto a su ritmo de ejecución, a su coste final o a su rentabilidad social en términos de satisfacción del interés público al que deben responder".