Calendario de memoria de Torrero: un barrio que resiste al olvido

El Cantero, AV Venecia, ARMHA y Acción Libertaria dinamizan esta agenda anual de actividades por la memoria histórica en el distrito zaragozano. Un barrio cargado de épica, de solidaridad, resistencias y revoluciones que mantiene su lucha contra los discursos reaccionarios y revisionistas.

El calendario de memoria de Torrero | Foto: Iker G. Izagirre / AraInfo

Torrero sigue volcado en la lucha contra el olvido. Asociaciones y colectivos del barrio zaragozano —El Cantero, AV Venecia, ARMHA y Acción Libertaria—presentaron el pasado miércoles el calendario de actividades por la memoria histórica. Un acto de recuerdo y reivindicación por cada mes del año, salvo julio y agosto. Muchos de ellos ya consolidados. A los que se suman las exposiciones permanentes de ARMHA en la Casa de la Memoria.

“Es importante transmitir valores de memoria democrática, más con la que está cayendo ahora. Esta oleada de fascismo, de trumpismo. Por eso, justicia, verdad, reparación y memoria son necesarias”. Así lo advirtieron en el acto celebrado en el Centro Cívico de Torrero.

La idea del calendario viene de largo. Pero fue en 2021 cuando comenzó a cristalizarse. Ese año presentaron el informe 'Torrero, Espacio de Memoria'. Un minucioso escrito de 14 páginas donde se identifican lugares y hechos de memoria directamente relacionados con el barrio zaragozano. Algunos poco conocidos por la ciudadanía. Entonces ya remarcaron que este trabajo iba a ser una carrera de fondo contra el olvido y la ignorancia. El reconocimiento institucional, porque el ciudadano ya lo tenía, llegó 18 meses después.

Con esta tarea hecha, el objetivo ahora de las asociaciones impulsoras de Torrero como espacio de memoria es, precisamente, mantener viva y activa esta labor memorialista potenciando los actos mensuales. Todo, bajo la amenaza de un Gobierno de Aragón al mando del PP, con el ultraderechista Vox como fiel cancerbero. El Ejecutivo de Jorge Azcón ha venido amplificando su discurso reaccionario y revisionista tras derogar hace más de un año la Ley de Memoria aragonesa. Una ley reemplazada por las derechas por el mal llamado ‘Plan de Concordia’ —que omite al dictador Francisco Franco— y que sigue a la espera de la decisión de los tribunales. Pero Torrero sabe bien lo que es resistir, su pasado y su presente así lo demuestran.

Las actividades del calendario de memoria

Representantes de las entidades de Torrero en la presentación del calendario de memoria | Foto: Iker G. Izagirre (AraInfo)

Enero. El primer mes del año es el mes de La Imagen de la Memoria, las jornadas que organiza anualmente ARMHA y que, entre sus muchos actos, incluyen la Ruta de memoria en Torrero. Esta actividad, que volvió a realizarse el pasado sábado, lleva unos años en marcha con gran acogida. Dando un paseo a pie por las calles del barrio zaragozano se pueden conocer los diferentes puntos que esconden una historia cargada de significado. A través de estos lugares, “conocemos las vivencias de quienes fueron represaliados, encarcelados o ejecutados, y así, rindiendo un homenaje, contribuimos a mantener viva su memoria”.

Febrero. “Trabajo sí, policía no”. Este fue el último grito de Vicente Basanta antes de ser asesinado a tiros por el policía armada Francisco Tovar mientras realizaba una pintada en la tapia de la antigua Fundición Alumalsa, entre los barrios de San José y Torrero. Ocurrió el 5 de febrero de 1977. La justicia ordenó carpetazo. El crimen quedó impune. El asesinato de Vicente Basanta es uno de los hechos que recoge el informe 'Torrero, espacio de memoria' que, como el motín del 19 de julio de 1977 protagonizado por los presos de la COPEL en la cárcel, no fue reconocido por la ley de memoria aragonesa. Sin embargo, el recuerdo a Basanta permanece intacto gracias a los distintos homenajes que vienen realizando los colectivos de Torrero junto a la Asociación Vecinal de San José.

Marzo. En el interior de la antigua cárcel de Torrero —entre la enfermería de la prisión, un módulo y la tapia norte del recinto— crecía el Laurel, uno de los símbolos de memoria más queridos en el barrio de Torrero. Un árbol monumental que vecinas y vecinos veían desde el otro lado de los muros. El Laurel murió, y el lugar donde creció es ahora una pequeña plaza abandonada por las instituciones. Este espacio está condenado a desaparecer para convertirse en un bloque de pisos con viviendas privadas después de que PP, Vox y PSOE dieran luz verde, en el pleno del Ayuntamiento zaragozano, a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). A pesar de ello, las entidades de Torrero seguirán reivindicando, con un homenaje anual al Laurel, que este espacio se conserve como lugar de memoria, y de paso, demandar vivienda pública.

Abril es republicano. En este mes, ARMHA organiza todos los años, desde que se constituyó como asociación, el homenaje en el Cementerio de Torrero a las personas asesinadas y represaliadas por el franquismo. Un acto en torno al 14 de abril que recuerda a “todas aquellas personas que la guerra y la dictadura hicieron desaparecer”, y al que se suman las entidades del barrio. El Cementerio alberga el memorial y también conserva la tapia en la se fusilaba a hombres y mujeres militantes, o simpatizantes, de los sindicatos CNT y UGT o de partidos de izquierda. Un espacio reconocido en 2021 como Lugar de Memoria Democrática donde los golpistas asesinaron al 32% de todas las víctimas de Aragón.

Mayo. Los actos de este mes se celebran en el Centro Social Okupado Kike Mur, ubicado en los restos de lo que en su día fue la prisión de Torrero. Este espacio liberado lleva más de 14 años transformando en luz las viejas sombras del pasado. Inaugurada en octubre de 1928, en los últimos años de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la cárcel de Torrero ha sido lugar de triste recuerdo. Por sus celdas pasaron, hasta su cierre en verano de 2001, centenares de anarquistas, comunistas, republicanos, antifascistas, sindicalistas, antifranquistas y también decenas de insumisos.

Junio y la memoria del Consejo Regional de Defensa de Aragón. A la altura del Centro Cívico, en la calle Monzón, se encuentra el monolito dedicado a Joaquín Ascaso. Albañil de profesión, anarcosindicalista y presidente del Consejo de Aragón, Ascaso también era vecino de Torrero donde nació el 5 de junio de 1906. De hecho, una calle lleva su nombre. El monolito fue inaugurado en octubre de 2008 gracias al impulso del tejido vecinal de Torrero y La Paz. Desde hace unos años, las asociaciones del barrio zaragozano organizan un acto que recuerda al militante revolucionario y a este “ente anarquista de efectivo y democrático gobierno” que, a pesar de su corta vida —apenas diez meses, desde octubre de 1936 hasta agosto de 1937—, demostró al mundo que “la utopía era posible”. Antes de que fuera disuelto de manera violenta por las autoridades republicanas, el Consejo de Aragón puso en marcha importantes medidas económicas y sociales, apoyó y potenció a las colectividades al mismo tiempo que luchaba por vencer al enemigo fascista. Con este acto, las asociaciones y colectivos buscan también un reconocimiento institucional que llevan varias décadas demandando.

Septiembre. Tras el parón veraniego, las actividades de memoria vuelven con fuerza a Torrero. En este caso con Evasiones. Esta iniciativa se puso en marca en 2019 para recuperar la extraordinaria, y poco conocida, historia de 'Los hijos de la noche', y esa red de rutas de evasión que han nombrado como 'Senderos de Libertad'. Sin duda, una de las mayores gestas de solidaridad y compromiso vividas en el Torrerico Libertario tras el alzamiento fascista de julio de 1936. Así, cada año un nutrido grupo de andarines y andarinas recorren los 41 kilómetros que separan el municipio de Fuendetodos, entonces zona leal a la República, con el barrio de Torrero. Por este camino, al abrigo de la noche y en una marcha de ida y vuelta, milicianos y milicianas llegaron a salvar a cientos de militantes de la izquierda zaragozana, evitando su detención, encarcelamiento e incluso la muerte. La mayor referencia a 'Los hijos de la noche' está documentada por Diego Abad de Santillán, seudónimo de Sinesio Baudilio García Delgado, escritor y militante anarquista, en su libro '¿Por qué perdimos la guerra?'. Aún hoy se desconoce el número de personas que participaron en esta red, aunque las asociaciones de Torrero confirmaron en el acto del pasado miércoles que próximamente podrán ampliar el informe con más datos sobre las Evasiones.

Octubre, noviembre y diciembre es tiempo de escucha, debate y reflexión en Torrero. Primero, con las Jornadas de Otoño organizadas por la Asociación Vecinal de La Paz, y que en 2025 cumplirán 27 años. En noviembre ARMHA propone el ciclo ‘Mujer y Memoria en Torrero, una serie de actos con los que pretenden traer al barrio testimonios de mujeres que “se esfuerzan por rescatar la memoria colectiva”, especialmente “si trata sobre las propias mujeres, un colectivo duramente golpeado durante la guerra y el franquismo”. El año se cierre con las Jornadas ‘De las otras historias, organizadas desde hace veinte años por la Asociación Vecinal Venecia. Y el colofón, la celebración de la proclamación de la República Independiente de Torrero.

“¿Y para qué esto ahora?”. Las asociaciones y colectivos que impulsan el calendario de memoria de Torrero tienen clara la respuesta a esta habitual pregunta que de vez en cuando lanza una parte de la sociedad aragonesa. Una pregunta que, según afirman, “demuestra un desconocimiento total y absoluto de la historia” y una actitud “reaccionaria y revisionista”. Porque hay que mantener viva la memoria, desobedeciendo a quienes quieren imponer el olvido.

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