Cuando las instituciones abren sus puertas a la ciudadanía, se convierten en impulsoras de la cultura comunitaria, favoreciendo la participación colectiva directa y promoviendo iniciativas. La participación ciudadana enriquece personal y colectivamente a la vez que teje redes comunitarias y de convivencia; los vecinos y vecinas, la ciudadanía en general, tienen derecho a opinar, promover, proponer y desarrollar propuestas que mejoren y enriquezcan su vida, su entorno… Uno de los muchos modelos de esta necesaria y exigible apertura de las instituciones a la construcción y desarrollo de la cultura, es la propuesta que promueve la Junta Municipal de Torrero, los …
