El equipo de gobierno de Zaragoza, PP,Cs y Vox, aprobará este viernes otra modificación ad-hoc del Plan General de Ordenación Urbana -PGOU- para recalificar las parcelas del antiguo edificio de Pontoneros y permitir la construcción de una Residencia Universitaria Privada, ampliando también la edificabilidad para que la ‘afortunada’ empresa que resulte adjudicataria obtenga mayor rentabilidad económica en la explotación de este suelo público, municipal en este caso.
Se trata de cuatro parcelas situadas entre la calle Rafols y la plaza Forqué, junto al Edificio Pignatelli -sede del Gobierno de Aragón-, y según la agenda neoliberal de Azcón, la nueva Residencia Universitaria Privada contará con el privilegio de aumentar su edificabilidad, y por tanto sus beneficios económicos. Asimismo, desde el PP, Cs y Vox aseguran que el centro privado compartirá ubicación con alguna nueva dependencia municipal.
Este nueva privatización del espacio público zaragozano, de un edificio catalogado como de interés monumental, es parte de la agenda neoliberal de Azcón, que este pasado jueves anunciaba un recorte de 18 millones en los presupuestos de Zaragoza para subvencionar a la multinacional Avanza, un Hospital privado y las luces de Navidad. Cabe recordar que el proyecto de Hospital Privado ha provocado numerosas críticas y rechazo de la sociedad civil aragonesa.
El antiguo cuartel militar de Ingenieros-Pontoneros de Zaragoza acumula diferentes proyectos fallidos. Aunque ni la alcaldesa Rudi, ni el alcalde Atarés, ambos del PP como el actual alcalde Azcón, que gobernaron desde el 95 hasta el 2003, mostraron interés alguno por rehabilitar esta céntrica zona de la ciudad, ya por 2012 el Consejo de Administración de Zaragoza Vivienda aprobó “impulsar la reconversión del antiguo cuartel de Pontoneros en un espacio de uso universitario” a propuesta que CHA, que señalaba que “a la vez que se recuperan edificios abandonados conseguimos que el Casco se dinamice económica y socialmente", y añadían “éste debe ser el primer paso hacia un proyecto más ambicioso que logre que los edificios municipales vacíos del Casco Histórico sirvan para resolver la falta de espacio y de infraestructuras de la Universidad de Zaragoza", es decir, ni se privatizaba el espacio público, ni se aumentaba la edificabilidad para favorecer a una empresa privada, y se contaba con la universidad pública, pero a pesar de esta aprobación en el Consejo de Administración de Zaragoza Vivienda, el por entonces alcalde, Juan Alberto Belloch -PSOE-, guardó el proyecto en un cajón hasta dejarlo morir.
El siguiente intento serio de adecentar el espacio y dotarlo de un uso de interés público y para toda la ciudadanía fue en la pasada legislatura, con Pedro Santisteve -ZeC- como alcalde. El proyecto pretendía la rehabilitación del espacio y convertirlo “en un edificio de pequeñas viviendas con espacios compartidos, alojamientos de carácter social para colectivos como familias monomarentales o monoparentales, mayores o jóvenes”, pero ZeC no tenía una mayoría suficiente, y con la falta de apoyo del PSOE, el proyecto tampoco llegó a concluirse.