Los centros escolares de Zaragoza Sur, “entre el abandono y el colapso”

Durante estos últimos días, CGT ha estado reuniéndose con los equipos directivos de la llamada zona sur de Zaragoza para conocer su situación. “La realidad cotidiana que nos han descrito no puede ser más catastrófica: ratios 27 alumnos en Primaria, especialistas sin incorporarse, falta de espacios, problemas con la limpieza y desinfección...todo ello agravado por la sensación de abandono ante la falta de respuesta por parte de la Administración”.

centros María
Foto: AMPA Parque Venecia

Los barrios de Valdespartera, Arco Sur, Montecanal, Rosales del Canal, es decir, la denominada zona sur de escolarización, es una zona especialmente sensible por su importante población escolar y la consiguiente presión demográfica sobre los centros. Desde CGT señalan cómo "el caótico inicio de curso ha sido especialmente dramático en la zona sur, con hacinamiento en las aulas, centros sin concluir y la incertidumbre entre equipos directivos, profesorado y familias".

Desde el sindicato aluden a que "pese a que el Departamento anunció a principios de septiembre un acuerdo específico para esta zona y Parque Venecia, la situación no ha mejorado en absoluto: ni se han reducido ratios ni incrementado el profesorado". "La realidad en los centros es descorazonadora", afirman desde CGT. Tal y como denuncia el sindicato "nos hemos encontrado en todos los centros que hemos visitados con ratios de 25, 26 y en algún caso hasta de 27 alumnos, muy por encima de las ratios acordadas".

Desde la formación sindical reconocen que "en Infantil se han desdoblado grupos, y que en muchos casos las ratios se han bajado a 18 o 19, pero no se han dotado de nuevo personal. Es decir, donde antes había tres grupos de Infantil, ahora hay cuatro pero con el mismo equipo docente, sin aumento de horas".

Del mismo modo, señalan "la persistente falta de profesorado, en algunos casos esencial, como en las aulas TEA (Trastorno de Espectro Autista), a las que no se han incorporado docentes de Pedagogía Terapéutica (PT)", y añaden que "en otros colegios falta de incorporar especialistas de Audición y Lenguaje (AL), PT y auxiliares de Educación Especial por lo que no pueden atender al alumnado ACNEE y ACNEAE." Para el sindicato, "no se puede jugar con la salud de los más vulnerables y vulnerar su derecho a la educación".

La situación en los centros llega a ser dramática: "Se llega a dar el caso en un colegio de un niño ACNEE –con necesidades educativas especiales-, que no se puede incorporar porque ni tienen auxiliar de educación especial ni sanitario", apuntan desde el sindicato.

Y la falta de espacios viene a aumentar las dificultades. CGT denuncia "la dejadez del Departamento a la hora de proporcionar las infraestructuras escolares necesarias, generando una masificación inasumible, como cuando centros ya saturados tienen que acoger hasta cuatro grupos de colegios aún sin concluir, como está sucediendo en Arco Sur".

La situación llega a rozar el caos, como en el Colegio Integrado San Jorge de Valdespartera donde, según informan desde dicho sindicato, "el alumnado –dos grupos de ESO- tiene que permanecer en la zona de Primaria porque los barracones destinados a acogerlos no están preparados, tienen goteras, no tienen personal de limpieza y no se han dotado de la red wifi necesaria para desarrollar su programa educativo". Explican que la saturación en toda la zona escolar es "inasumible", porque la falta de infraestructuras básicas ha obligado a "que los colegios hayan tenido que ocupar todos los espacios disponibles y aulas comunes para acoger los desdobles".

Otra queja unánime entre las familias y equipos directivos de Valdespartera es la falta de personal de limpieza. Desde CGT indican que "no se ha dotado de nuevo personal como sería lo preceptivo y necesario en la situación actual, y lo único que se ha hecho ha sido cambiar turnos, trasladando el personal de tarde a las mañanas, una solución claramente insuficiente y que no soluciona la ingente carga de trabajo derivada de la situación COVID".

La saturación y la falta de personal están también afectando al funcionamiento de los comedores, adjudicados a empresas externalizadas. El sindicato denuncia que "los equipos directivos se ven obligados a trabajar en el comedor ayudando a las monitoras, tanto en la entrada, como durante los servicios, poniendo su horario a disposición de empresas privadas, y retrayendo tiempo laboral de sus funciones propias (organización, cobro, gestión de matrículas), incidiendo negativamente en el funcionamiento de los centros". Del mismo modo, para CGT "las abusivas ratios de comedor –con una monitora para niños y niñas de hasta siete grupos distintos-, pone en riesgo la supuesta estanqueidad de los Grupos Estables de Convivencia (GEC), uno de los tótems preventivos del Departamento".

Lo cierto es que, como aluden desde el sindicato, "la falta de medidas por parte del Departamento está generando una gran incertidumbre y malestar entre las familias que recae en primera instancia sobre unos equipos directivos desbordados, infradotados y abandonados por la Administración". Subrayan que en muchas ocasiones "las familias no son conscientes, y así nos los han trasladados desde los centros, que los y las maestras son personal esencial, que están trabajando en muchos casos con 25 niñas y niños en espacios muy reducidos y que, además de su labor educativa, tienen que esforzarse al máximo por vigilar la salud de su alumnado y evitar cualquier posibilidad de contagio, funciones que exceden a su capacitación y responsabilidad".

A esta situación se suma la "falta de protocolos claros" respecto a los posibles contagios y la "preocupante descoordinación" entre Salud Pública y el Departamento de Educación. Según los testimonios recogidos por este sindicato, "se están incrementando los conflictos entre las familias y los equipos directivos ante sospechas de contagio, por la organización de los desdobles o por las entradas y salidas, creando situaciones de estrés". Para CGT, "la inacción y falta de reacción del Departamento no hace sino incrementar la presión en los centros, que viven su día a día como una continua carrera de improvisación".

"El colectivo docente y el conjunto de la comunidad educativa, necesita urgentemente un compromiso real con la educación", aseveran, e inciden en la "necesidad de que el Departamento cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, reduzca ratios, incremente el profesorado, y dote al alumnado de unas instalaciones dignas. Todo lo demás es una política irresponsable y peligrosa".

Concluyen que "la masificación en unos centros de ratios muy elevadas, la falta de espacios, las plantillas insuficientes y la descoordinación entre Salud Pública y el Departamento a la hora de gestionar los casos sospechosos y positivos de COVID, constituyen una temeridad y contribuye a un escenario perfecto para la expansión de la pandemia".

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