Este pasado lunes “toda la representación sindical del Ayuntamiento de Zaragoza” alcanzó “un acuerdo para contraatacar este intento de privatización” de la línea 900, de lo cual CGT -que ya llevaba unos meses denunciándolo- “se alegra enormemente. La verdad es que no entendíamos porque ha costado tanto tiempo llegar a un consenso, pero lo celebramos”.
Desde CGT eran conscientes “de que solo la lucha puede parar este desaguisado y por eso emprendimos ese camino hace ya unos meses. Este pasado lunes teníamos pedida otra concentración a las puertas el ayuntamiento para reclamar su supresión, y nos congratula que ha dicha concentración se sumaran también una representación del resto de sindicatos. La premura en el acuerdo impedirá que se visibilice bien el acuerdo al que hemos llegado, pero nos hemos comprometido a seguir en enero con las movilizaciones”.
“Este servicio ahora inventado por la corporación lo desempeñaba personal municipal con una eficacia comprobada y ratificada en encuestas de satisfacción por la ciudad de Zaragoza, y es por ello que no entendemos ni consentimos que esta atención telefónica caiga en manos privadas. No tiene sentido, salvo que haya intereses en favorecer cierta empresa, en perjuicio del personal municipal. Por cierto una empresa que esta viendo aumentada sus funciones sin haber participado en ningún concurso de adjudicación”, recuerda el sindicato.
“Somos defensores de los servicios públicos, de su gestión directa y más si así lo exige la ley en el caso de los servicios sociales. Queremos dar el servicio que la ciudadanía se merece. Y estos principios se ven alterados e incumplidos tras la implantación de la línea 900 y su cesión a manos empresariales privadas”, concluyen desde la CGT.