El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha sido el encargado de defender la propuesta del Gobierno español y solicitar a los grupos parlamentarios la prórroga del estado de alarma, decretado el pasado domingo, hasta el 9 de mayo. Una situación excepcional que, tras aprobarse este jueves, tendrá una duración de seis meses, aunque se revisará al cabo de cuatro meses, el 9 de marzo, cuando la Conferencia de Presidentes territoriales pueda pedir que se levante la medida, previo acuerdo favorable del Consejo Interterritorial de Salud.
"El plazo no es inamovible", ha aclarado el ministro, para añadir: "Si la emergencia se supera antes de mayo el estado de alarma se dejará de aplicar de inmediato". No obstante, ha avisado que en este momento el Ejecutivo cree necesario un "horizonte temporal amplio" para tener "un marco estable" que "permita tomar medidas contra los contagios y dar tiempo a que se consoliden". El objetivo del Gobierno era evitar a toda costa el calvario que vivió durante las negociaciones de las sucesivas prórrogas cada dos semanas en el pasado estado de alarma durante la primera ola de la pandemia.
"No es el momento de relajar medidas, van a ser meses muy duros. Llega un invierno largo, y las fiestas este año serán distintas", ha advertido Illa para señalar que el Gobierno español es consciente del "cansancio" acumulado por la ciudadanía en estos casi ocho meses de pandemia. El ministro ha mandado un mensaje a la ciudadanía para que continúe sin "relajar las medidas" contra el virus, a pesar de "estar cansados" de "no poder abrazar" a sus familiares y del resto de alteraciones que ha provocado el COVID-19 en la sociedad.
A Illa le ha escuchado desde el banco azul del Gobierno el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, que inicialmente se justificó que no defendiese él mismo la prórroga por motivos de agenda. Sánchez ha abandonado el Congreso tras los 45 minutos que ha durado la exposición de su ministro de Sanidad. Esta ha sido la principal bronca que ha recibido en el hemiciclo el presidente español.
Illa ha subrayado que el estado de alarma es la "herramienta constitucional para situaciones de emergencia y ésta lo es", y ha defendido que el Gobierno español está haciendo lo mismo que la mayoría de sus colegas europeos que, además, tienen el apoyo de "las oposiciones con sentido de Estado". Aunque la prórroga se alarga seis meses, Illa ha asegurado que Sánchez está dispuesto a comparecer cada dos meses ante el Pleno del Congreso para rendir cuentas y él mismo ante la Comisión de Sanidad todos los meses. La primera comparecencia de Sánchez sería a principios de enero.
Se trata, ha dicho Illa, de poner a disposición de los gobiernos territoriales "los medios legales para que aprueben las medidas necesarias" en función de su situación epidemiológica. "Lo que ha hecho el Gobierno es responder con lealtad y compromiso a la segunda ola que azota a toda Europa" y a la petición de once territorios, ha defendido para detallar que el estado de alarma decretado ahora es distinto al de la primavera, puesto que las autoridades delegadas serán, desde el 9 de noviembre - cuando entre en vigor la prórroga del estado de alarma- las y los presidentes territoriales y éstos podrán modular las distintas medidas, como el toque de queda nocturno o los confinamientos perimetrales.
Para poder sacar adelante la prórroga de seis meses que ha puesto sobre la mesa, el Gobierno español sólo necesitaba mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra, algo que ya tenía asegurado antes de comenzar el debate. La votación final ha concluido con 194 votos favorables ―los 155 que suman la coalición del PSOE y Unidas Podemos, los 13 de ERC, 10 de Ciudadanos, seis del PNV, tres de Más País y Compromís, cuatro del PDeCat y los de PRC (1), BNG (1) y Teruel Existe (1)―. Ha habido 53 noes, y 99 abstenciones.
"Imposible" contar con PP, Vox y Cs en la lucha contra la pandemia
El PP se ha abstenido. La petición de Illa a Pablo Casado a sumarse ha sido rechazada. Casado, que ha criticado duramente la ausencia de Sánchez, ha puesto como objetivo "salvar la Navidad", algo que "es muy importante para el comercio y las familias", y ha asegurado que el nuevo estado de alarma "es la crónica de un fracaso anunciado". La intervención de Casado ha coincidido en el tiempo con el anuncio de Isabel Díaz Ayuso, que ha decidido cerrar perimetralmente la Comunidad de Madrid únicamente durante el puente de Todos los Santos, una medida que no cuenta con el aval del Gobierno español ni se ampara en el estado de alarma.
El líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, ha intervenido en su tono beligerante habitual para confirmar el voto en contra de su formación. Por su parte, el otro partido del trifachito, Ciudadanos ha apoyado la aprobación de la prórroga del estado de alarma pero ha sido muy crítica con el Gobierno: "Vamos a apoyar este estado de alarma, porque los presidentes autonómicos van a necesitar seguridad jurídica", ha afirmado Inés Arrimadas para defender que Sánchez debería estar sometido a un mayor control del Congreso.
"Nosotros no queremos el estado de alarma pero necesitamos el estado de alarma", ha resumido la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra que ha añadido: "En Europa y en España luchamos contra la peor pandemia que ha conocido el continente en el último siglo. Los españoles derrotamos la primera ola del virus y derrotaremos la segunda, unidos". Lastra ha incidido en que el estado de alarma no es "una medida de partido, sino de una iniciativa de país", subrayando que "salva vidas".
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, también ha defendido la prórroga del estado de alarma: "En estos momentos hay que ser responsables y serios para doblegar al virus y proteger la economía de las familias y de los negocios". Asimismo, ha criticado a PP y Ciudadanos por estar "encerrados por la ultraderecha en la Plaza de Colón". "Llevan muchos años haciendo y diciendo muchas de las cosas que ahora hace y dice Vox, sólo que con maneras más suaves y táctica más sibilina", ha continuado. Por ello, ha considerado "imposible" contar con PP, Vox y Ciudadanos en la lucha contra la pandemia.
"Toca decir la verdad y proteger a la gente"
ERC registró este miércoles en el Congreso una propuesta de resolución, aceptada primero por el PSOE y Unidas Podemos y hoy por el Congreso, para que el presidente Pedro Sánchez rinda cuentas cada dos meses. En tribuna, Gabriel Rufián, que ha comenzado denunciando los encarcelamientos de empresarios catalanes "por el simple hecho de ser independentistas", ha avanzado también el apoyo a un estado de alarma que considera muy diferente al anterior, "como un huevo a una castaña". "Hoy la demora o la incompetencia en la toma de decisiones no hace perder votos, hace perder vidas. Ya vale de guerra judicial, fachas en la calle y mentiras de la tele. Ya vale de un Gobierno que calla frente a esto y juega cada semana al 'soy lo que hay", ha criticado. En este sentido, ha avisado que "tenemos un día a día terrorífico que debe gestionarse. Frente a los datos de contagio, ERC pide un estado de alarma para tomar las medidas necesarias para proteger a la gente. Toca decir la verdad. Vienen tiempos durísimos y entre todas y todos, independientemente de la bandera que tengamos en el balcón, toca sacarlo adelante".
Precisamente, ha sido Rufián quien, ante los constantes insultos de la bancada de la ultraderecha y derecha extrema, ha defendido a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dejando en ridículo al líder de Vox: "Señor Abascal, hombre... al señor Simón se le llama doctor porque es médico. A usted a veces le llaman soldado y no ha hecho la mili. O sea que tampoco se ponga tan estupendo". A continuación, el portavoz de ERC, se ha dirigido al PP por sus ataques a Illa: "Se siguen metiendo con él con cierto clasismo y le llaman 'ministro filósofo'. Y ustedes tienen una presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Ayuso, que era community manager del perro de Aguirre. Si ustedes llaman a Illa 'ministro filósofo' es como si nosotros llamáramos a la señora Ayuso 'presidenta community manager'. Dejen de faltar al respeto a la gente con tanto clasismo".
Necesidad de más soberanía
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha confirmado la abstención de sus cinco diputados: "Hoy vamos a permitir la aprobación de este nuevo estado de alarma". Sin embargo, ha criticado que "no hemos aprendido todo lo que cabía esperar de la primera oleada de la pandemia. Otra vez nos encontramos con graves problemas en el ámbito sanitario. No se ha estado a la altura. La pandemia tampoco nos ha hecho mejores".
Aizpurua ha advertido que "a diferencia de lo que ocurría esta primavera, este nuevo estado de alarma llega en un momento en el que la sociedad muestra desconfianza. Se ha instalado un descontento general", para añadir: "Estas limitaciones exigen una correspondencia democrática, que se actúe con total transparencia. No es suficiente con recortar libertades en el ámbito privado si no se toman medidas en el ámbito público. Se necesitan medidas sociales y económicas para los sectores más golpeados. Volvemos a poner sobre la mesa nuestra responsabilidad, pero también nuestra exigencia. Al virus lo pararemos entre todos, pero con medidas políticas coherentes. La necesidad de más personal sanitario es ahora, es ya. Lamentablemente mañana será tarde. Espero que aprendamos de esta segunda ola para evitar que tengamos que enfrentarnos a una tercera".
Además, la portavoz de EH Bildu ha reivindicado la necesidad de más soberanía: "No lo hacemos por una bandera o una frontera, sino para contar con los instrumentos para salvaguardar la salud y los derechos de las personas".
Con su habitual dominio de la dialéctica, la argumentación del portavoz del PNV, Aitor Esteban, para defender el 'sí' de su partido a la prórroga ha sido clara: "La gente ha estado perpleja ante medidas que se tomaban y luego eran tumbadas por los tribunales. Necesitamos un marco estable para poner y quitar medidas. Esto hace el estado de alarma. Se pone agilidad para poner o quitarlas, sí tendremos el instrumento jurídico para actuar rápidamente. Significa dar rapidez".
La portavoz de la CUP, Mireia Vehí, ha recordado que "en junio, a final de la primera ola, la sanidad privada nos pasó una factura de 246 millones de euros. Esto se llama negocio del miedo. Están contribuyendo al autoritarismo de mercado, que revienta a las comunidades. ¿Quiere esto, señor ministro? La gestión de la pandemia solo ofrece una certeza: el miedo". La CUP, al igual que JxCat, se ha abstenido, y su portavoz ha reivindicado que "ante la pandemia, derechos y medidas sociales para vivir sin miedo".
Más País-Equo, Compromís y BNG también han apoyado la prórroga de seis meses del estado de alarma, pero han criticado al Gobierno español sus reticencias para rendir cuentas en el Parlamento. "Si el Gobierno pide una confianza excepcional tiene que venir a solicitarlo el presidente y quedarse como forma de respeto, y tiene que rendir cuentas periódicamente", ha afeado Íñigo Errejón, portavoz de Más País.
Por último, el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, ha lamentado: "Otra vez llegamos más que apurados en el tiempo". "Para combatir la pandemia con eficacia es necesario profundizar en la cooperación entre comunidades y Gobierno. Tenemos que mejorar la transparencia del procedimiento. Fortalecer el trabajo del comité de expertos. Valoramos que el decreto otorgue seguridad jurídica a las decisiones de las comunidades. Apoyaremos el real decreto y las enmiendas para recortar los plazos de rendición de cuentas", ha dicho.