El refugio no tiene precio

Desamparo, desolación. Luces de incendios, sirenas de bomberos y de ambulancias, edificios con los ojos bien abiertos, vacíos de balcones, amasijos de hierro. Caravanas de coches, banderas en protestas, gentes sin casa, luces de túneles. Despachos inmaculados, rostros serios y satisfechos. Se repite la liturgia, la orgía televisiva, el desgarro de la carne. La guerra llama a nuestra pantalla, sangre, ruina y miseria. Jarkov, Kiev, Alepo, Bagdad, Darfur, Donbass, Gaza, Hodeida, Kobane, Sana… Aceptamos su entrada, abrimos ya nuestras puertas a todas las personas huidas de esta guerra, incluidas las integrantes de la policía ucraniana que hasta hace un segundo …

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies