Hace bien pocos años tan sólo una letra podría diferenciar una forma de entender la sociedad, bastaba decir “casTa” y entendíamos que quien lo decía se refería a otra parte de la sociedad que supondría ser la élite económica, financiera, social y política por otra parte, bastaba decir “casPa” y hablaríamos en sentido contrario. Quiero pensar, mejor dicho; necesito pensar que ambas expresiones han pasado a mejor vida y me quedo con lo que la España Vaciada dice ahora, bien alto y claro: BASTA, de maniatados discursos de palabras manidas e inanes, repletos de amenazas y provocaciones mutuas. Se dijo …
