Aunque no estemos para bailar hakas de alegría, ni a ritmo de Gerard Romero, ni a ritmo de Ojete Calor, estas semanas han pasado cosas. Por lo pronto, haberse espolsao la bajona del 28M y salir con algo de rasmia a disputar la partida. Esa ilusión recobrada tiene nombre y apellidos. Empieza por J y acaba por altozano, atalaya, loma, montículo, montón, en aragonés. No es el proceso político al que aspiramos, pero no está demás darles una oportunidad.
