El rechazo social al proyecto del Gobierno de Aragón de unión de las estaciones de esquí de Astún y Formigal destruyendo el tesoro natural de la Canal Roya es ya abrumador. La campaña de recogida de firmas “Canal Roya se protege, no se destruye #SalvemosCanalRoya” ya ha superado las 32.700 firmas. Para dimensionar este volumen de rechazo social es interesante recordar que en nuestro país para presentar una Iniciativa Legislativa Popular -ILP- ante las Cortz d’Aragón para “su toma en consideración” son necesarias quince mil firmas, la mitad de las ya recogidas en esta campaña.
En la justificación para la recogida de firmas, organizada por la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón -PDMA-, se recuerda que el día 4 de abril del 2014 el Gobierno de Aragón, presidido entonces por el PP, presentó el proyecto para la unión de las estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú en el pirineo aragonés a través del valle de la Canal Roya. “Se buscaba entonces una financiación privada que no ha tenido ningún interés en un proyecto que sólo les generaría pérdidas. Actualmente el Gobierno cuatripartito de Aragón presidido por el PSOE ha retomado este proyecto y busca fondos europeos para financiarlo. Si este proyecto se llevara a cabo destruiría irreversiblemente un valle de gran valor medioambiental, geológico y etnográfico que cuenta con una rica variedad de fauna y de flora y que sirve de corredor ecológico entre los valles del Aragón y de Tena, teniendo además una geología singular por su pasado glaciar y volcánico y que cuenta con un yacimiento megalítico poco estudiado”.
Este proyecto supondría un durísimo golpe para el futuro sostenible de la zona y para los intentos de desestacionalizar la actividad turística. A juicio de las más de 30.000 personas que refrendan el criterio de la PDMA “sería además un despilfarro de dinero público, se ha anunciado una inversión de 60 millones de euros, para construir unas instalaciones en un valle que no reúne las características necesarias para la práctica del esquí dada su baja innivación invernal y que aún será menor en los próximos años debido al cambio climático, como así apuntan todos los estudios científicos, lo que encarecería el mantenimiento de las instalaciones y haría imposible su rentabilidad”.
“Debido a todos estos factores que desaconsejan la ampliación de las estaciones de esquí por la Canal Roya, y que el Gobierno de Aragón desoye, es más que probable que estemos ante otro caso de intento de recalificación de terrenos y de especulación urbanística, un modelo de negocio que como todas sabemos solo beneficia a unos pocos y que nos ha llevado a la crisis actual que padecemos”, explican desde la PDMA.
“El turismo del esquí puede y debe ser compatible con otro turismo activo y respetuoso con el medio ambiente y no una amenaza constante para la conservación del patrimonio natural y cultural”, recalcan.
Y finalmente, enfatizan que “para conseguir que esta amenaza desaparezca para siempre sería necesario retomar los trabajos paralizados desde hace años para la declaración de la Canal Roya como parque natural, incluyendo también el macizo del Anayet, la Canal d’Izas y la sierra de la Partacua, bajo la denominación conjunta de Parque Natural del Anayet”.
El PSOE confirma que destruirá la Canal Roya para beneficio de Ibercaja y empresas constructoras
Mientras la sociedad civil aragonesa mantiene su pulso, en otra más de esas luchas de denominadas como “David contra Goliat”, si bien cabe recordar las palabras de Jesús Samperiz: “seguro que todos saben cual fue la cabeza que rodó por el suelo en la frontera del país de los filisteos”, el PSOE en Aragón mantiene su estrategia suicida “que no quede ni un centímetro de tierra aragonesa sin hormigonar”, y la DGA, Aramón, la DPU e Invernal Valle de Astún firmaron la pasada semana el “Convenio para la unión de estaciones” enmarcado en el proyecto conocido con el cosmopaleto y rimbombante nombre de Aragón Ski Circus.
En un nuevo pelotazo de colaboración público-privada (transferencia de dinero público a manos particulares) el PSOE, desde la DGA y la DPU, acuerda con el entramado de empresas Grupo Aramón, que reparte su accionariado al 50% entre el propio Gobierno de Aragón e Ibercaja, y con la empresa Estación Invernal Valle de Astún, con sede fiscal en el Paseo Independencia de Zaragoza, despilfarrar 26 millones de euros para destrozar la Canal Roya, a quienes se unirá posteriormente Ibernieve, propietaria de Candanchú, y en cuyo accionariado figuran con diferente porcentaje de propiedad César Alierta, la familia Yarza -Heraldo de Aragón, Grupo Henneo- y el empresario e íntimo amigo de Jorge Azcón, Juan Forcén, con sede fiscal en la calle Alfonso I también de Zaragoza, agraciados con otros 8 millones para enlazar Candanchú con Astún.
Manifiesto por la protección de la Canal Roya
Cuando toda la sociedad aragonesa pensaba que el proyecto del PP para urbanizar algunos de los valles más emblemáticos del Pirineo aragonés estaba descartado por su desvarío económico, olvidado por la fuerza de la razón, y enterrado por su impacto ambiental, el PSOE aragonés lo ha resucitado para despilfarrar fondos europeos en beneficio de unos pocos empresarios del ladrillo.
Por eso, ya este pasado verano, desde las asociaciones ecologistas y conservacionistas de ámbito aragonés y estatal se lanzó un manifiesto para ser firmado y apoyado por organizaciones sociales pidiendo la protección de la Canal Roya bajo la figura del Parque Natural del Anayet-Partacua.
El manifiesto da respuesta al proyecto de obra para unir las estaciones de Candanchú, Astún y Formigal, a través de la Canal Roya, una conexión que degradaría por completo el paisaje, la fauna y la flora de este excepcional paraje pirenaico.
El texto también hace hincapié en un cambio climático que según el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático -OPCC-, hará que la nieve que cubre los Pirineos desaparecerá a medida que avanzamos hacia 2050.