El 29 de junio pasado se concluyó la Semana Cibernética de Israel (Israel Cyber Week ICW). Se trata de un periodo de sesiones anual organizado desde 2013 por la dirección estatal israelí de la seguridad cibernética “Israel Cyber” y la Universidad de Tel Aviv para promover una estrategia israelí a escala global. En el periodo de sesiones de este año participaron 400 ponentes de 80 países -entre ellos representantes de más de 10 entidades públicas de ciberseguridad, el gobierno de Israel, la industria militar y los servicios de seguridad israelíes, los polos de industria electrónica y de software en EEUU, Taiwán y Corea del Sur - en 50 eventos que tuvieron lugar en las instalaciones de la Universidad de Tel Aviv construidas sobre el pueblo Palestino Sheij Mwanes, limpiado étnicamente en 1948.
En Israel las relaciones entre las empresas del sector cibernético y de Inteligencia Artificial con la institución militar y los servicios de seguridad son relaciones orgánicas, por lo tanto, dichas empresas son herramientas capitalistas del régimen sionista que tienen al mismo tiempo un papel militar y político. Los fundadores de dichas empresas aplican en el mundo de negocios lo que aprendieron dentro del ejército israelí, precisamente en la unidad de Inteligencia de señales 8200 (Ocho doscientos) y la unidad tecnológica de operaciones “Matzov”. En la empresa colonialista sionista, el Estado, el ejército, los servicios de espionaje y el llamado “sector privado israelí” se articulan y eso se refleja en este tipo de foros donde Israel intenta formar un polo mundial y promover sus políticas y sus intereses.
En el marco del ICW, Benyamin Netanyahu se reunió con diez delegaciones de entidades estatales de ciberseguridad en la sede del servicio de seguridad general israelí (Shabak), donde habló de la perspectiva israelí en el ámbito cibernético y de Inteligencia Artificial diciendo: “La ausencia de regulación en el mercado civil es un gran problema, por eso la cooperación es una gran ventaja. Podemos hacerlo, diría, entre todos los países que tienen la misma mentalidad y que quieren la paz, la estabilidad, la prosperidad y la seguridad. Eso es el marco de trabajo emergente".
Todos sabemos que los activistas palestinos y pro palestinos han sido siempre blanco de los ataques cibernéticos israelíes. El régimen del apartheid sionista es un ejemplo mundial del uso indebido de programas espías producidos por el sector privado israelí. Cinco años antes del escándalo del programa “Pegasus”, producido por la empresa israelí NSO contra activistas y figuras públicas en varios países incluso el presidente del Gobierno del Estado español, Pedro Sánchez, Netanyahu hizo un llamamiento en su gira en África en junio 2017 desde Monrovia la capital de Liberia a los países africanos a contar con la tecnología cibernética israelí y seguir “el modelo democrático israelí para promover la paz y la prosperidad en el continente”. El caso de Pegasus es el caso conocido a nivel mundial, pero es seguro que hay otros. La semana pasada la Audiencia Nacional archivó la causa contra NSO debido a “la falta absoluta de cooperación jurídica de Israel”. Eso deja claro, una vez más, que la “cooperación” y la “regulación” en jerga israelí tienen otros significados de los que pensamos.
¿Regular el espionaje y las violaciones de privacidad?
La Oficina Europea de Policía (EUROPOL) fue representada en el ICW por Gonçalo Ribeiro, jefe de la Unidad de Ciberinteligencia en el Centro Europeo de Ciberdelincuencia (EC3), quien compartió una mesa redonda con el comisario de la unidad cibernética de la policía israelí. Ribeiro hizo hincapié en su tendencia “positiva, pragmática y realística”, así como en “la necesidad de cooperación” entre las partes participantes en el ICW ya que son, según él, “más fuertes y más inteligentes que los criminales”.
Entre las partes participantes en el ICW destaca entre otros el General de Brigada reservista Nadav Zafrir, actual jefe y cofundador de la empresa “Team8” y ex comandante de la Unidad 8200, Ido Naor excomando y jefe de la empresa “Security Joes” proveedora de servicios a la unidad 901 de misiones exteriores del ejército del aire israelí, Gil Shwed exmiembro de la 8200, fundador y jefe de la multinacional israelí-estadounidense “Check Point” proveedora de servicios a diferentes entes estatales israelíes, o Rafael Franco exjefe adjunto de “Israel Cyber” y fundador de la empresa “Code Blue” de servicios cibernéticos militares.
Huelga decir que los diferentes órganos del régimen sionista de Israel están involucrados en la violación diaria de los derechos básicos del pueblo palestino utilizando las últimas tecnologías digitales, o vulnerando el derecho a la privacidad digital y la protección de los datos personales, a parte de los ataques cibernéticos contra medios de comunicación y organizaciones de Derechos Humanos palestinos.
Palestinians, like anyone else, have the right to live in a world that upholds equality and dignity.
Help dismantle Israel’s apartheid and call for an end to the supply of facial recognition technologies used in the Occupied Palestinian Territories 👉 https://t.co/hIaqRKoLBj pic.twitter.com/SlzJZbYEkd
— Amnesty International (@amnesty) May 2, 2023
La presidencia española de la Unión Europea ha dado máxima importancia a la autonomía y la digitalización al servicio de la ciudadanía y declaró, el 19 de julio, que “los Estados miembros han acordado una posición común sobre los elementos de seguridad que deberán tener los productos digitales de acuerdo con la Ley de Ciberresiliencia europea”. La secretaria de Estado española de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas Brugal, dijo que el acuerdo logrado en el Consejo de la Unión “promueve el compromiso de la UE con un mercado único digital seguro”. Pero, ¿cómo se puede garantizar nuestra “seguridad digital” contando con un régimen que la infringe?
Preguntamos a Telefónica y Banco Santander
En el 24 de marzo pasado, el gobierno adjudicó a Telefónica un contrato de 4,6 millones de euros para que se encargue de los servicios de comunicaciones y ciberseguridad en los actos y reuniones a celebrar durante la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea en 2023. El grupo Telefónica, que fue un día una empresa pública exitosa, cuenta hoy con empresas israelíes donde invierte parte de su capital para llevar parte importante de las operaciones cibernéticas. Son empresas como “Clear” liderada por Gal Hochberg, exmiembro de la unidad 8200 y jefe de asuntos tecnológicos de Team8, o “Cyber Ark” creada y liderada por Ehud (Udi) Mokady, veterano de la unidad 8200, o “CybeReady” creada y liderada por Mike Polatsek y Omer Taran, los dos veteranos de la 8200, u otras que colaboran con el brazo de altas tecnologías de Telefónica “Telefónica Tech” creado en 2019.
El 29 de septiembre de 2016, la misión comercial-económica israelí en España y Telefónica patrocinaron en Madrid un evento especial para “aprender” del sector de alta tecnología israelí. En el evento participaron varias entidades públicas y privadas españolas como la empresa pública “Canal Isabel II” que gestiona el servicio de agua en la Comunidad de Madrid, el Banco de España, Iberdrola, Repsol, CaixaBank, Indra de tecnologías de Transporte y Defensa, El Corte Inglés, Vodafone, Orange… etc. En julio de 2019 Telefónica organizó, para una delegación de 15 mujeres emprendedoras españolas en la ciberseguridad, una visita a Israel, donde acudieron a la dirección estatal israelí de la seguridad cibernética y a empresas israelíes, y donde fueron recibidas por la embajada española en Tel Aviv. Fue una misión con una peculiar lavada de cara con “emprendimiento feminista cibernético de aroma sionista”.
Por su parte, el Banco Santander a través de “Forgepoint Capital International FPCI” creada en 2022 (una empresa conjunta con la empresa estadounidense la firma estadounidense “venture capital”) invierte cada vez más en las empresas de ciberseguridad y de Inteligencia Artificial israelíes como “Check Point” creada y liderada por Gil Shwed, veterano de la unidad 8200 e inventor de la medida de seguridad cibernética llamada Firewall “Cortafuegos”, o La empresa “Ermetic” fundada y liderada por Shai Morag exmiembro de la unidad 8200, o la empresa “Noname” creada y liderada por Oz Golan y Shai Levi, ambos exmiembros de la unidad 8200. Aunque Oz Golan tiene un perfil más interesante: fue el jefe de investigación en la empresa NSO que vendió el programa de espionaje “Pegasus”, hasta 2020 cuando la dejó poco antes del escándalo para crear “Noname” que significa “Sin nombre”.
En ningún momento las empresas españolas cuestionaron las actividades ilegales de las entidades israelíes, ni como Israel utiliza la alta tecnología para mantener el colonialismo y la explotación en Palestina y dentro de Israel misma, sobre todo contra las minorias etnicas. Eso es “comprensible” ya que el capital es inmoral y habla un solo idioma: el beneficio, y que la explotación y la vulneración de los derechos son mecanismos de trabajo o a lo mejor “daños colaterales inevitables”.
El Estado español debe cuestionar el asunto, examinarlo y boicotear las empresas israelíes y tomar medidas contra las empresas españolas que invierten en los productos la maquinaria bélica israelí. Las leyes españolas y europeas son muy claras en cuanto a respetar los derechos humanos y derechos de la ciudadanía. Por lo tanto, y en una perspectiva de Estado de derecho, el dinero público no tiene que ir a financiar entidades que orbitan un régimen que tiene una investigación abierta en la Corte Penal Internacional y que actúa en contradicción a los valores de la constitución.
El dinero público tiene que ser invertido en proyectos llevados por la juventud desempleada y cualificada para crear valor, bien común, empleo y sobre todo un modelo tecnológico ético, teniendo en consideración que en el Estado español no falta ni la gente preparada ni el conocimiento. El negocio sucio con empresas de militares reservistas en el ejército de ocupación israelí esta poniendo en peligro no solo el espacio intimo de la gente en Palestina, sino ahora también en España, Europa y probablemente en la mayor parte del planeta, ya que las empresas de alta tecnología israelí son proveedores de servicio a Google, Microsoft, Yandex, y muchas grandes multinacionales.
Además, el artículo 18 de la Constitución española dispone que:
- Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
- Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.
- La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.