Fue alrededor de las 21.00 horas de este miércoles, 22 de marzo, cuando la administración del servicio de las cárceles de Israel (Shabas en hebreo) se reunió con los seis integrantes del comité de la huelga de hambre, que representa al conjunto de prisioneros y prisioneras y que llevaban un día en ayuno, para informar de la decisión de la autoridad israelí.
Ante este giro del gobierno sionista, el Movimiento Nacional palestino en las prisiones israelíes declaró la suspensión de la huelga de hambre. En un comunicado, agradecen “al pueblo palestino” que “se movilizó para apoyarnos”, y “a todas las personas y pueblos libres en el mundo que no nos dejaron solos”.
Las y los presos palestinos se felicitan por “la victoria en esta batalla”, aunque con cautela. En el comunicado, lanzan un mensaje al régimen sionista de Israel al que exigen “no repetir un ataque semejante, porque no solo las y los presos están preparados para volver a la huelga de hambre, sino también el pueblo palestino entero está preparado para un enfrentamiento a gran escala”.
“Es evidente que es una victoria del colectivo de presos y presas palestinas”, explica Mussa'ab Bashir, colaborador de AraInfo y expreso político palestino, pero “también está claro que Israel se echó atrás porque notó que una tercera intifada podría estallar debido a la huelga de hambre”, y que la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abbas, “no podría contenerla”.
El martes, en las horas previas al inicio de la huelga, la milicia palestina Guarida de los Leones respondió en Naplusa, ciudad del norte de la Cisjordania ocupada, al testamento de las y los presos en el que pedían “no nos dejéis solos enfrentándonos a los invasores”, lanzando una amenaza a Israel y la Autoridad Palestina con iniciar acciones.
Según Bashir, “es cierto que esta milicia no es un partido con programa político que pueda cambiar el curso de la historia en la zona, pero es capaz de mezclar las cartas en este momento delicado”. Además, Guarida de los Leones “es muy popular en Palestina y su capacidad de convocatoria es considerable”.
Por otra parte, Bashir pone el acento en que la administración israelí “no puede actualmente movilizar al personal suficiente para reprimir la huelga de hambre en las cárceles, debido a la tensa situación interna que vive”. El gobierno de Israel “tiene como prioridad solucionar esta crisis interna, por lo tanto es posible que después de solucionarla, vuelva a repudiar el acuerdo con las y los presos palestinos, que lo saben bien”.
Mientras tanto, el prisionero palestino Jader Adnan sigue en huelga de hambre desde el 5 de febrero, exigiendo el fin inmediato de su detención administrativa arbitraria sin cargo ni juicio. Esta es la quinta huelga de hambre de Adnan.
Asimismo, en el primer día de Ramadán, las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron al amanecer una campaña masiva de arrestos y redadas en las ciudades de Cisjordania.