La ocupación por la fuerza de tierras efectuada por las máquinas de Aramón “supone el uso de la fuerza por parte de la empresa, lo que marca el inicio de una nueva fase en todo este irregular proceso”, señalan desde la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón.
En enero de 2021 el Gobierno de Aragón dictaba la expropiación de las tierras de los habitantes de Castanesa para entregárselas a la empresa privada Aramón para la ampliación de la estación de esquí de Cerler. “Ante este hecho plagado de irregularidades los vecinos y vecinas expropiadas se oponían y presentaban un contencioso-administrativo por la vía judicial”, recuerdan.
Los tribunales admitían el contencioso iniciando así un proceso judicial que presumiblemente -ya ha ocurrido en otras ocasiones- concluirá dando la razón a los propietarios. Cabe recordar que este proyecto ya ha recibido varapalos judiciales por su irregularidad como la anulación del plan urbanístico de Montanuy que lo sustentaba.
“Ante ello, la empresa Aramón presentaba una solicitud al Gobierno de Aragón para que la expropiación fuera urgente, lo que le permitiría ocupar las tierras en breve tiempo antes de que se hubiera dictado sentencia pudiendo así saltársela”, denuncian.
Tras todo ello, desde la PDMA explican que “los servicios técnicos y jurídicos competentes en la materia del Gobierno de Aragón informan de que aprobar dicha solicitud sería algo ilegal. Pese a ello, Javier Lambán, Marta Gastón y Maite Pérez -como indica el BOA 17 mayo- construyen un artilugio legal para otorgar dicha solicitud pese a los informes en contra. Con ello, la ocupación de las tierras de los vecinos de Castanesa por parte de Aramón podrá realizarse en el plazo de poco más de un mes desde el 17 de mayo, en cuanto reciban las actas de ocupación urgente, salvo que el juez lo evite”.
“No sabemos si ese último extremo, la posible intervención del juez evitando esta ocupación urgente, ha motivado los sorprendentes hechos: la ocupación por la fuerza de las máquinas de Aramón”, destacan.
“La madrugada del 25 de mayo las máquinas de Aramón entraban en las tierras propiedad de los vecinos de Castanesa. Al conocerlo, los propietarios acudían a sus tierras, la mayoría son pastos en zonas de alta montaña de difícil acceso, y constataban la invasión de sus tierras por parte de Aramón y que las máquinas estaban procediendo a la destrucción de las mismas, mediante excavadoras con percutores que destrozaban la roca existente”, relatan.
Inmediatamente, instaron a los operarios a detenerse, los cuales, tras consultarlo vía telefónica con los responsables de Aramón, les informaron de que tenían órdenes expresas de no detenerse bajo ningún concepto.
Ante esto, los vecinos y vecinas avisaron a la Guardia Civil, que se personó en la Val de Castanesa el 26 de mayo para conocer los hechos, conseguir pruebas documentales y tomar declaración a los técnicos de Aramón como parte del atestado.
Con todo ello, el 27 de mayo se oficializó por parte de los propietarios la denuncia en la Guardia Civil de Benás que será enviada ahora al juez para que dictamine la paralización de las obras y la salida de las máquinas así como la posible sanción a la empresa Aramón.
“De este modo la empresa Aramón ha sobrepasado otra línea roja: la intimidación con el uso de la fuerza contra los habitantes de la Val de Castanesa”, concluyen desde la PDMA.