"La cultura no se vende, la cultura se defiende"

Por segunda vez en una semana el tejido cultural de Zaragoza, agrupado en el Bloque Cultural, ha salido a la calle contra los recortes, censuras y cierres impuestos por el Gobierno de Natalia Chueca (PP) y su consejera Sara Fernández, bajo las directrices del ultraderechista Vox. Anuncian que continuarán defendiendo el acceso a la cultura frente a políticas del macro evento e insisten en su condición profesional y participativa. A la calle, porque "el arte y la lucha no se callan, se escuchan".

Música en vivo, poesía, performances y la lectura de un manifiesto, protagonistas de la segunda convocatoria de Bloque Cultural | Foto: Iker G. Izagirre (AraInfo)

En su segunda convocatoria, el Bloque Cultural —plataforma en constante crecimiento que aglutina hasta el momento a cerca de 300 personas, entre artistas del tejido local, plataformas artísticas, culturales y ciudadanía interesada en la cultura y el arte— ha protagonizado algunas intervenciones artísticas con las que han pedido el apoyo del público y la ciudadanía para "mantener las políticas culturales pioneras que el gobierno municipal PP-Vox está cercenando". Ha sido este miércoles por la tarde en una plaza España abarrotada de solidaridad, y tras el éxito cosechado el pasado lunes en una sonora cacerolada a las puertas de Zaragoza Cultura.

"La cultura de cercanía está en peligro y la defenderemos con todas las herramientas a nuestro alcance", han remarcado en el manifiesto leído en el acto. "La creación local nos acerca, crea una ciudad viva, una ciudad humana. Pedimos tu apoyo porque artistas y ciudadanía construimos un tejido que cuida, sostiene y promueve la salud mental, física y emocional, y está siendo atacado", advirtieron desde el Bloque Cultural para anunciar que continuarán con sus demandas al gobierno de Chueca al que exigen "dignidad para la participación" y el "derecho de acceso a la cultura, frente a unas políticas centradas en el macro evento".

Entre lemas de "La cultura no se vende, la cultura de defiende", "Es salud de la ciudad el tejido cultural", "Cultura de cercanía que mejora el día a día" o "Dignidad laboral para el sector cultural", coreados por la ciudadanía de Zaragoza que ha vuelto a dar respaldo a las demandas de esta unión de proyectos culturales, se han sucedido durante una hora las actuaciones en plaza España. Pato Badian y Cristina Verbena, las poesías de Luis Bitria, Noelia y Gonzalo de la mano del Laboratorio de Danza, una improvisación colectiva con Pares Sueltos y Gustavo Giménez, la acrodanza de Iván, la danza del vientre de Verónica León y el guiso gráfico —una intervención plástica abierta a la ciudadanía que se ha desarrollado durante todo el acto— han puesto color y mensaje a este encuentro que lo han cerrado Gaiters d'o Conzello al son del "Somos" de Labordeta.

Ataques a la cultura de cercanía: "Es momento de levantarse y defenderla"

De este modo, y como mejor sabe hacer, la plataforma Bloque Cultural responde a las últimas decisiones del consistorio zaragozano. "El Ayuntamiento de Zaragoza (PP-Vox) está atacando la cultura de cercanía con decisiones políticas. Está atacando frontalmente la participación en cultura de la ciudad, el derecho de acceso a la cultura y la cultura de cercanía, desmantelando proyectos y espacios sin justificación ni diálogo previo", han denunciado. Decisiones que "traerán como consecuencia que muchos proyectos dejarán de celebrarse. Un golpe que, lógicamente, deja a la ciudadanía sin acceso a ellos y además impacta en las personas que se dedican profesionalmente a la cultura en Zaragoza".

Así, han recordado que "en los últimos meses hemos asistido al recorte del 40% de las ayudas públicas para proyectos culturales, la cancelación de programaciones culturales de referencia internacional como Etopia Centro de Arte y Tecnología, el desmantelamiento de la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento, la desaparición de proyectos históricos como el Encuentro Internacional de Folklore (EiFolk) tras 32 ediciones o del Festival Malabar, la cancelación del Consejo de Cultura —único órgano de participación del tejido cultural— y la liquidación del modelo de co-gestión público-ciudadano de Harinera y sus actividades de cultura comunitaria dejando fuera al tejido vecinal y al Colectivo Llámalo H, además del desalojo de espacios autogestionados como el CSC Luis Buñuel y el CSO Loira".

Con estas acciones, el Bloque Cultural quiere incidir en que estas decisiones del gobierno de Natalia Chueca y Sara Fernández —la consejera de cultura que hizo llorar a la música— "son solo el comienzo" y "vislumbran un futuro gris para la ciudad, limitan el desarrollo de democracias plenas e inclusivas y retroceden en garantizar el derecho a una cultura asequible económica, participativa y social para todas, todos y todes". Y es que "se ha reducido programación de referencia internacional sin explicación ninguna, y se ha terminado con cualquier tipo de participación, a pesar de ser el modelo cultural pionero en Europa que decenas de ciudades han premiado y querido imitar. Se ha recibido financiación europea para proyectos que han sido desmantelados y se han desmontado modelos de referentes e imprescindibles para el desarrollo de actividades en barrios infradotados culturalmente".

En su manifiesto, Bloque Cultural advierte que "reducir las ayudas incide además sobre la vía de financiación que permite que cualquier profesional o entidad presente su proyecto para ser apoyado". Significa también "un ataque a la concurrencia pública y a la transparencia". La cancelación de agendas culturales, el cierre de espacios de cultura de cercanía y el creciente apoyo a iniciativas privadas de grandes promotoras "aniquila la participación y entra en incoherencia con el artículo 44 de la Constitución por el cual los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todas las personas tenemos derecho". "Cuando se priva a la ciudadanía del acceso a la cultura se les está privando de la posibilidad de ejercer un pensamiento crítico y un desarrollo creativo", han alertado.

Qué propone y defiende la cultura de cercanía 

La plataforma Bloque Cultural mantiene sus exigencias al Ayuntamiento de Zaragoza. Se trata de seis puntos claros. El primero, apoyo a la cultura local, del territorio y de cercanía, y para ello demandan al Ayuntamiento que "apoye iniciativas de base ciudadana y cese inmediatamente el ataque frontal al que nos está sometiendo". El segundo, exige "revertir el modelo solo basado en macro eventos", puesto que "está demostrado que el modelo basado en los eventos puntuales solo sirve para generar titulares sin dejar poso en el ecosistema cultural pese a los números grandilocuentes".

En tercer lugar, el Bloque Cultural pide que se fomente "la participación activa, en línea con la hoja de ruta europea", que "fortalece democracias sólidas y modernas". "Apostamos decididamente por desarrollar una política cultural basada en la participación activa de la ciudadanía que garantice la inclusión, la diversidad, la multiplicidad de miradas". Derechos laborales para el sector, es el cuarto punto. "No serán los grandes fastos los que hagan crecer la industria cultural local, o reducir la precariedad laboral que estrangula a la totalidad de profesionales del sector. Quienes se dedican profesionalmente al arte y la cultura son obreros, creadoras y creadores de una sociedad respetuosa de la dignidad humana y la justicia, que se conmueve frente a las desigualdades. Exigimos que se garanticen y protejan sus derechos laborales", subrayan.

Además, como quinto punto, reivindican una política cultural que "sitúe a la cultura de cercanía como motor", basada "en la creación y la generación de pensamiento crítico", en "el valor de la cultura, en su importancia y la de las y los creadores para construir una sociedad fuerte", en lugar de basarla "en políticas productivistas y comerciales desde la instrumentalización de la cultura, situarla en el centro de la vida municipal y la construcción de una sociedad democrática".

Por último, demandan garantizar el acceso y el derecho a decidir, no solo a consumir cultura. "Necesitamos espacios culturales donde se garanticen oportunidades para que la ciudadanía produzca cultura. No vale solo con apoyar la creación local, hay que poner los mimbres para garantizar que todas las personas puedan acceder a espacios para producir cultura. La política cultural necesaria es una política de lo pequeño, de proximidad: una gestión con menos fuegos artificiales y menos selfies, y más mirada a largo plazo, que priorice el futuro cultural local, el acceso de cualquier persona y la presencia de la cultura en la educación. En definitiva, el tratamiento de la cultura como lo que es: un derecho ciudadano y un bien de todas las personas", concluyen.

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