El futuro de Escocia en las manos de Escocia

El Partido Nacional Escocés (SNP) confirma su victoria clara y formará gobierno por cuarto mandato consecutivo. Junto al ascenso de los Verdes, se dibuja un Parlamento mayoritariamente independentista. "Un segundo referéndum es la voluntad del país. La cuestión no es si habrá una nueva consulta, sino cuándo", ha respondido la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, al primer ministro británico, Boris Johnson.

Una de las movilizaciones a favor de la independencia de Escocia de la campaña All Under One Banner. Foto: @AUOBNOW

Tras un largo fin de semana de laborioso recuento, el Partido Nacional Escocés (SNP), de la actual ministra principal Nicola Sturgeon, revalida su victoria en las elecciones escocesas con 64 escaños, a solo uno de obtener la mayoría absoluta, y uno más que en 2016. El ascenso de los Verdes en los comicios celebrados el pasado jueves -ocho escaños- garantiza la formación de gobierno y el apoyo a un nuevo referéndum de independencia tras el celebrado en 2014.

"Un segundo referéndum de independencia es la voluntad del país", afirmó Sturgeon después de que el SNP ganara las elecciones con rotundidad por lo que mantendrá gobierno, por cuarto mandato consecutivo, en un Parlamento escocés (Holyrood) mayoritariamente independentista. El SNP y los Verdes de Escocia obtienen un total de 72 escaños de los 129 -el número más alto hasta la fecha-, un 63% de los votos -un 10% más que en 2016-, y con una participación récord en las elecciones. Por su parte, el unionismo suma unos insuficientes 57 escaños: 31 del Partido Conservador, 22 del Partido Laborista -que sigue en declive- y 4 del Liberal-Demócrata.

"Seamos claros sobre lo que votó Escocia el jueves. El pueblo de Escocia ha votado para otorgar a los partidos independentistas una mayoría en el Parlamento escocés; una mayoría independentista mayor en este parlamento que en el anterior. Así que de ninguna manera un referéndum es solo una demanda mía o del SNP. Es un compromiso hecho con la gente por la mayoría de los diputados y diputadas que ocuparán sus escaños en nuestro Parlamento nacional la próxima semana. Es la voluntad del país", subrayó Sturgeon, en declaraciones recogidas por The National. El compromiso es convocar esta nueva consulta antes de que termine 2023, y "una vez superada la crisis provocada por la pandemia de COVID-19".

Así, la ministra principal de Escocia, que siempre ha abogado por un proceso acordado con Londres, lanzó un mensaje nítido el primer ministro británico, Boris Johnson: "Dado el resultado de esta elección, simplemente no hay justificación democrática alguna para bloquear el derecho del pueblo de Escocia a elegir nuestro futuro. Si hay tal intento, demostrará de manera concluyente que el Reino Unido no es una asociación de iguales y que Westminster ya no ve al Reino Unido como una unión voluntaria de naciones". "Eso, en sí mismo, sería un argumento muy poderoso a favor de la independencia", añadió Sturgeon.

Las palabras de Sturgeon venían a responder a las declaraciones de Johnson que ya el sábado, cuando la victoria del SNP era indudable, cerró la puerta a cualquier posibilidad de celebrar una nueva consulta. "Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario", dijo. La negativa británica estaba más que prevista. Y es que, tal y como anticipaba el periodista de Naiz, Aitor Agirrezabal: "Londres parece haber aprendido de Madrid que es mejor no jugar partidos en los que no se tiene nada que ganar. Por mucho que eso enfríe el concepto de democracia".

Así las cosas, Johnson reaccionó el domingo invitando a Sturgeon, y a los máximos responsables en Gales, Mark Drakeford (Partido Laborista), y norte de Irlanda, Arlene Foster (DUP, Partido Unionista) y Michelle O'Neill (Sinn Féin), a una "cumbre de naciones" para, según afirma el mandatario británico, "demostrar espíritu de unidad y cooperación", para "reconstruir el país tras la pandemia". Ningún gesto hacia las reivindicaciones de la mayoría de Escocia. Por ello, tras la invitación, Sturgeon habló por teléfono con Johnson para decirle que "la cuestión no es si habrá un nuevo referéndum de independencia, sino cuándo".

En esta nueva consulta la pregunta que el Gobierno de Sturgeon propondrá será la misma que se formuló en 2014: "¿Debería Escocia convertirse en un país independiente?". Entonces, con la amenaza de la salida de Escocia de la UE, el ‘No’ venció al ‘Sí’ con un 55%. Siete años después, y con un brexit de por medio que el pueblo escocés rechazó mayoritariamente, el sentimiento independentista ha crecido hasta máximos históricos. Y estas elecciones han reafirmado que el futuro de Escocia está en las manos de Escocia.

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