La aritmética cuando se mezcla con la política se vuelve imprecisa, sorprendente, e incluso tortuosa. El Parlamento andaluz lo componen 109 escaños, lo que implica sumar 55 votos para alcanzar la mayoría absoluta. Cómo es habitual, la presidencia de la Junta se elige en primera instancia por mayoría absoluta, y de no producirse, por mayoría simple. Ninguno de los partidos dispone de mayoría absoluta y los pactos no parecen sencillos de alcanzar, por tanto la opción de nuevas elecciones no es descartable.
Un pacto de 'izquierdas’ entre el PSOE andaluz y Adelante Andalucía está descartado puesto que no suman suficientes escaños.
El PSOE, como ganador de las elecciones, propone un pacto entre constitucionalistas, esto es, que tanto PP, Cs, y Adelante Andalucía apoyen la candidatura de Díaz para “establecer un cordón sanitario democrático” ante la entrada de Vox en su Parlamento. Sin embargo tanto PP como Cs ya han descartado está opción.
Incumpliendo su posición hasta ahora, “que gobierne la lista más votada”, el PP andaluz ya ha postulado a Moreno como candidato a presidir la Junta. Según su propio criterio se trataría de “un gobierno de perdedores” en el que gobernaría Moreno, segundo por número de escaños, con los apoyos del tercero y quinto partidos por su número de votos. Un “gobierno Frankenstein” según el criterio del PP, que cedería a las propuestas de la extrema derecha de Vox.
Por su parte Cs repite el mismo esquema que el PP, y pretende que su candidato, Juan Marín, sea investido presidente con los votos de PP y Vox.
Entre las derechas europeas sería impensable contar con el apoyo de la extrema derecha para conformar gobiernos democráticos, pero las derechas españolas son muy diferentes. Con todo no será fácil puesto que Vox propone “eliminar las autonomías”, y por tanto en coherencia deberían renunciar a sus actas de diputados.
Mientras PP y Cs siguen intentando normalizar y blanquear a la ultraderecha de Vox, en Europa ya han surgido las primeras voces de alarma entre conservadores, liberales y derechistas. Son voces autorizadas, porque comparten partido en la UE con PP y Cs, y porque conocen de primera mano la política de tierra quemada de la ultraderecha.
El nuevo Parlamento andaluz abrirá su undécima legislatura en una sesión constitutiva que se celebrará el 27 de diciembre.