¿Deporte concertado? Así es la dependencia del dinero público de los clubes de élite aragoneses

El elevado peso de las ayudas públicas en subvenciones y en disponibilidad de espacios cuestiona la sosteniblidad real de los grandes proyectos deportivos y de la parafernalia institucional y de infraestructuras que los rodea

clubes de elite aragoneses
La dependencia del deporte de elite en torno a los presupuestos públicos es intensa en Aragón.

Ante la pregunta ¿es realmente sostenible el deporte de elite en Aragón? los datos económicos sobre el funcionamiento de los principales clubes y SAD (Sociedad Anónima Deportiva) del país revelan una elevada dependencia del presupuesto público en la que a las inyecciones directas de dinero vía subvenciones se le añade en la mayoría de los casos el uso, gratis o por cantidades testimoniales, de infraestructuras construidas con cargo al erario.

El peso de las primeras procedentes del Gobierno de Aragón supera la cuarta parte del presupuesto en la mitad de lo que oficialmente se considera clubes de elite, que son los que compiten en las dos primeras categorías de las competiciones estatales de deportes de balón, algo que plantea la duda de si se trata solo de deporte de alta competición o, también, de deporte concertado por su dependencia del erario.

Eso, sin incluir las ayudas de ayuntamientos y diputaciones ni descontar la diferencia entre el coste que realmente asumen y el ‘de mercado’ por el uso de los pabellones y estadios públicos en los que compiten, componentes con los que en algunos casos la participación pública en el funcionamiento de esos equipos de elite se sitúa por encima del 50% y que en algunas ocasiones han sido considerados por la UE como ayudas encubiertas a entidades deportivas en varios países.

El Gobierno de Aragón destina anualmente algo más de cuatro millones de euros a financiar actividades deportivas, en una línea que se estructura en tres bloques: 2,46 millones de euros para los clubes y SAD de máxima categoría, 1,05 para el funcionamiento de las federaciones deportivas y 512.700 euros para sostener los Juegos Escolares, según los datos facilitados por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte cerrados a 2023.

La partida, en cuya escala la aportación a las federaciones casi duplica la del deporte escolar y que a su vez se ve duplicada con creces por la de las entidades de elite, ha crecido de manera notable en los últimos ocho años.

Concretamente la primera ha pasado de los dos millones de 2015 a los 2,46 actuales mientras el número de beneficiarios se duplicaba y crecía de 21 a 45 al incluir a todas las entidades que compiten en categoría nacional (estatal), mientras las otras dos aumentaban más de un 50%, desde los 328.010 euros en el caso de las federaciones y desde los 689.000 en el del deporte escolar.

Eso, unido a la creciente aportación de otras instituciones, que en el caso de la DPZ (Diputación de Zaragoza) ha pasado de 220.000 a 350.000 euros en tres años mientras en la del ayuntamiento de la capital se situaba por encima de los 800.000 euros, ha acabado traduciéndose en una elevada dependencia de esas entidades cuyos primeros equipos se gestionan de manera profesional o cercana a ese formato.

Este es el peso de las ayudas públicas en el presupuesto de los diez principales clubes y SAD de que conforman la elite deportiva en Aragón:

Los equipos de primera división

Basket Zaragoza 2002: la SAD que ocupó el espacio del histórico CAI Zaragoza, primero bajo la marca Tecnyconta y ahora como Casademont, presenta una elevada dependencia del dinero público. Su presupuesto, de 3,5 millones de euros, sostiene la actividad de los dos equipos capitalinos que compiten en la máxima categoría del baloncesto, el femenino con bastante holgura y el masculino con las apuros que tranquilidad, tal y como viene ocurriéndole en los últimos seis años, en los que ha acabado la liga en los puestos del 13 al 16.

En ese sexenio 2017-2022, el Basket Zaragoza 2002 ha recibido del Gobierno de Aragón entre 402.000 y 512.000 euros, a los que hay que añadir otros 157.816 para el equipo femenino, integrado en su estructura hace dos años tras el colapso del procedente de Stadium Casablanca en 2020.

Los entre 400.000 y 500.000 euros que llegan anualmente del Ayuntamiento de Zaragoza para financiar el funcionamiento de esos dos equipos, a los que se suman otros 150.000 de la DPZ sitúan la aportación pública claramente por encima del millón de euros y en el entorno de un tercio de los recursos que gestiona la entidad.

Club Voleibol Teruel: se trata, quizás y con permiso del Club Hielo Jaca en Hockey, del equipo aragonés que más títulos ha obtenido en los últimos años, con dos superligas, dos copas y cuatro supercopas en seis años, un balance deportivo que se apoya sobre tres puntales de dinero público.

Con un presupuesto de medio millón de euros, lleva cuatro años recibiendo entre 151.000 y 167.000 euros del Gobierno de Aragón, en torno a 100.000 del Ayuntamiento de Teruel y otros 50.000 de la Diputación Provincial, lo que sitúa su dependencia por encima del 50% de sus necesidades.

Club Balonmano Huesca: lleva una década asentado en la liga Asobal de balonmano, en la que compite con el patrocinio de Bada y desde la que hace dos años llegó a participar en una competición internacional.

Su presupuesto se sitúa en 825.000 euros que cubre con la ayuda del Gobierno de Aragón, del que ha recibido una media de 151.775 euros a lo largo de los seis últimos años, a las que en esta temporada se añaden 86.802 del consistorio oscense y otros 50.000 por año de la Diputación por llevar la leyenda “Huesca La Magia” en la camiseta, cifras que sitúan su nivel de dependencia económica de las instituciones en el 30%.

AD Sala 10: se trata del equipo de fútbol sala masculino de división de honor, que en los últimos seis años ha ido cerrando las temporadas entre los puestos siete y quince de la clasificación.

Tiene un presupuesto de 650.000 euros del que las instituciones cubren prácticamente la mitad: la DGA le ha aportado desde 2017 una media de 176.995 euros, con una ayuda de 153.608 en el último año que se suma a otros 108.030 del Ayuntamiento de Zaragoza y otros 23.010 de la DPZ. Suman 285.319, un 43% del total.

AD Sala: es el otro equipo de fútbol sala de elite de Aragón, en este caso femenino. Sus necesidades financieras rondan el medio millón de euros, del que las inyecciones de dinero público del último ejercicio cubren casi la mitad, el 45%: 151.503 del Gobierno, 53.245 del consistorio y 19.977 de la Diputación.

Los equipos de segunda división

Real Zaragoza SAD: el primer equipo acumula una década en segunda división en la que este año opta al título de decano, que conseguirá si se confirma el descenso del Lugo, hoy colista, y logra mantener la categoría mientras sus propietarios se centran en un negocio inmobiliario con el estadio municipal de La Romareda que algunos estudios valoran en el entorno de los 140 millones de euros, aunque sigue sin estar clara la viabilidad del proyecto.

Pese a ese aparente potencial económico-financiero, aunque quizá sería más acertado llamarlo expectativa de negocio, que convive con unas deudas millonarias con la Agencia Tributaria saldadas hace unos meses precisamente para optar a esa adjudicación, el Real Zaragoza sigue recibiendo potentes inyecciones de dinero público: 700.000 del ayuntamiento de la capital a través de un convenio y 104.410 de la DGA, a los que se suman los entre 800.000 euros y un millón que anualmente le transfiere la Diputación, unas cifras que, aunque no alcanzan a cubrir la quinta parte de su presupuesto (13,2 millones para esta temporada), solo supera el Basket Zaragoza 2002.

Esas dos entidades comparten a uno de sus ejecutivos: el constructor Juan Forcén Márquez, conocido por sus vínculos con el alcalde Jorge Azcón, y que ocupa un puesto de consejero en la futbolera y la vicepresidencia en la del baloncesto.

SD Huesca: esta SAD, cuya diferencia fundamental con el resto de las entidades deportivas de elite aragonesas consiste en que es la única que juega sus partidos en un campo del que es propietaria (El Alcoraz), ha subido y bajado dos veces a primera división en los últimos cinco años, aunque sus perspectivas tanto deportivas como económicas, con una previsión de fuertes pérdidas al cierre de este ejercicio tras varios años con unos números boyantes, parecen apuntar más a la consolidación en segunda como objetivo que a otra cosa.

Su presupuesto, de doce millones, se cubre también parcialmente con ayudas públicas, aunque de menor entidad de que las de las otras dos SAD (Real Zaragoza y Basket Zaragoza 2002) del grupo.

La última inyección del Gobierno de Aragón bajó por primera vez de los 100.000 euros (97.073) en la última edición de sus ayudas, aunque sus cuentas recogen una anotación de 370.000 en el apartado de “subvenciones a la explotación y otros”, un capítulo que apenas cubre el 3% de sus necesidades financieras y en el que se incluyen los alrededor de 70.000 que cada año le transfiere el Ayuntamiento de Huesca.

CB Peñas Huesca: compite en la Liga LEB Oro de baloncesto, donde en los últimos años ha terminado entre los puestos 10 y 15. El Gobierno de Aragón le inyecta cada año algo más de 130.000 euros con los que, junto con las aportaciones del ayuntamiento y de la Diputación oscenses, cubre en torno a la cuarta parte de su presupuesto de medio millón.

CF Zaragoza: encadena cinco temporadas en segunda división. El último reparto de ayudas públicas le aportó 148.347 euros de la DGA y 30.000 de la DPZ.

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